13.- Morir solos, vivir juntos
Lo que más me ha impresionado de la muerte de Paco Martínez Soria ha sido saber que murió solo. Solo, en la inmensidad de la noche, entre las cuatro paredes frías de un apartamento, él que tanto conoció el aplauso, que vivió rodeado de multitudes que le abrazaban cada tarde con sus carcajadas y con esa forma misteriosa de amor que es reírse juntos.
Nunca me ha impresionado eso de que los muertos se «queden solos» -como lloraba Bécquer- en los cementerios. Los cementerios no existen, no cuentan. Lo verdaderamente horrible es morir asfixiado por los muros de cemento de la soledad. Esa soledad que angustiaba tanto a Santiago Rusiñol y que le hacía asegurar que, en esa hora de amargura él llamaría a los cuervos para que le hicieran compañía.
Y esto lo siento muy especialmente en estos días: cuando se cumplen tres años de la hora más alta de mi vida, los últimos momentos que vivió mi padre en esta tierra. Nunca aprendí tanto en tan pocos minutos. Nunca «me viví» tan enteramente. Fue como si, por un momento, alguien me descorriera la cortina que vela los únicos misterios importantes de nuestra condición humana.
Durante muchos años me había angustiado la idea de que los hombres podemos vivir juntos, pero morimos solos. Con Dios cuando más, pero quedándose ya lejos cuanto tuvimos de fraterno.
Y aquella tarde de marzo del 79 -a las ocho y diez exactamente- descubrí cuán injustificado era ese miedo que atenazaba mi corazón ya desde niño. Una hora antes había dicho yo la misa al borde de su lecho. Y él --desde la hermosa orilla de sus noventa y tres años- la había seguido entre ráfagas de ardiente lucidez y fugaces
hundimientos en la oscuridad. Luego llegó, al mismo tiempo que la agonía, la plenitud del amor. Estábamos allí los cuatro hermanos, dos a cada lado de la cama. Y mi padre hubiera querido tener en aquel momento cuatro manos para agarrar las cuatro nuestras. No es que tuviera miedo, es que necesitaba resumir en aquel gesto sin palabras todo el cariño de tantos años incandescentes.
Mi padre era un hombre tímido y muy poco expresivo. Mientras vivió mi madre se replegó a la sombra, como dejándole a ella la exclusividad de demostrar amor. Sólo cuando ella se fue dejó subir su ternura al primer plano, como si tratara de ser a la vez una madre y un padre. Luego, al envejecer, se fue afilando su ternura, multiplicándose, porque en esa recuperada infancia se dobla o se triplica lo que fuimos de hombres.
Y ahora -a las ocho y cinco de aquella tarde de marzo- era como si temiera que el amor no hubiera quedado suficientemente claro. Por eso, ya sin palabras y entre estertores, sus ojos -lo único ya que le quedaba vivo- desfilaban, uno por uno, por los rostros de sus cuatro hijos; iban y venían del uno al otro, con una misteriosa mezcla del que pide socorro y mendiga amor.
No le hizo falta llamar a los cuervos, porque no estaba solo. Los cuatro allí moríamos con él y él vivía en nosotros, puesto que su muerte estaba multiplicando nuestras cuatro vidas. ¿Se puede, entonces, morir juntos cuando se ha vivido juntos?
Nunca he tenido mucho miedo a la muerte. Y esto no sólo por- que tengo fe, sino también porque me he acostumbrado a vivir con ella en casa. Sé que ella anda en zapatillas por mis habitaciones, amiga y compañera, ya no amenaza, sino acicate. Y su recuerdo sólo me sirve para darme más prisa a vivir.
Recuerdo ahora aquel encuentro de Rilke con Rodin. El joven poeta había acudido a visitar al genial escultor, y no para preguntarle por el arte y todas esas paparruchas, sino para hacerle la pregunta decisiva: «¿Cómo hay que vivir?» Rodin le contestó con una sola palabra: «Trabajando.» Y esa palabra iluminó a Rilke, que, muchos años más tarde, comentaría- «Lo comprendí muy bien. Siento que trabajar es vivir sin morir.»
Tal vez yo habría dicho «amando» en lugar de «trabajando». Pero ¿acaso trabajar no es un modo de amar? Lo sé: los que están vivos es decir, los que aman y trabajan- no se mueren nunca. Sólo se mueren los que ya están muertos.
Así se ha ido curando en parte mi miedo a la muerte solitaria. ¿Acaso estoy solo ahora, cuando escribo este artículo? ¿Acaso no estáis aquí vosotros, posibles o soñados lectores míos? Lo sé- el verdadero secreto de la soledad es que no existe. Si es verdadera soledad está llena y acompañadísima. Si está sola y vacía no es soledad, sino simple muerte y aburrimiento.
No, no compartiré jamás las visiones que los románticos tenían de la soledad. Me duele como una blasfemia aquella afirmación de Schopenhaucr, para quien la soledad tenía dos ventajas: que uno está en ella consigo mismo y que, además, no está con los demás. Y si fuera cierto aquello que escribiera Ruckert de que «las águilas vuelan solas, los cuervos en bandadas», estad bien seguros de que yo preferiría ser cuervo antes que águila altanera y estúpida.
Prefiero la afirmación del Génesis: «No es bueno que el hombre esté solo.» Y es bueno que, cuando esté solo, esté latiendo, vibrando, tendiendo sus manos de moribundo hacia todos sus hijos, buscando ojos que te miren -y en los que mirarse, porque sólo existimos en tanto en cuanto que latimos «en» otros.
Y ya no me preocupa ignorar si la muerte alcanzó a Paco Martínez Soria en la ignorancia del sueño. Porque sé que al apoyar su cabeza en la almohada, al acostarse, tuvo que sentir los aplausos y las carcajadas de todos los que con él habían compartido tantas horas felices. Sé que, incluso en sus sueños último y penúltimo -mientras la muerte, en zapatillas, se acercaba a su cama-, volvió a sentirse en el teatro, en el escenario, arropado de amor y de risas, seguro de que podía estar muerto, pero solo jamás.
martes, 6 de noviembre de 2007
viernes, 2 de noviembre de 2007
Carlos Slim, El poder del ëxito
EL PODER DEL ÉXITO
Este artículo fue publicado en la Revista PODER, en el cual el mexicano Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina dice lo siguiente sobre el éxito, en una entrevista que le concedió a Isaac Lee.
"Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es de éxito porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia y los seres amados - el concepto de familia y lo que es el verdadero amor-, los verdaderos amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, ni físico necesariamente".
Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre: El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.
No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste.
No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu garaje.
No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales.
No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador o hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.
No es la tecnología que empleas.
No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas bordar en tu ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu estatus social.
No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.
El éxito se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
Se trata de si te recuerdan cuando te vas.
Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.
Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños. De si tus logros no hieren a tus semejantes.
Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.
Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos.
Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta.
No es acerca de cuántos te siguen si no de cuántos realmente te aman.
No es acerca de transmitir, si no cuántos te creen si eres feliz o finges estarlo.
Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bienestar.
Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser mas, no de tener más."
Esto es Éxito.
CARLOS SLIM
Este artículo fue publicado en la Revista PODER, en el cual el mexicano Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina dice lo siguiente sobre el éxito, en una entrevista que le concedió a Isaac Lee.
"Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es de éxito porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia y los seres amados - el concepto de familia y lo que es el verdadero amor-, los verdaderos amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, ni físico necesariamente".
Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre: El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.
No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste.
No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu garaje.
No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales.
No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador o hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.
No es la tecnología que empleas.
No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas bordar en tu ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu estatus social.
No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.
El éxito se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
Se trata de si te recuerdan cuando te vas.
Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.
Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños. De si tus logros no hieren a tus semejantes.
Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.
Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos.
Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta.
No es acerca de cuántos te siguen si no de cuántos realmente te aman.
No es acerca de transmitir, si no cuántos te creen si eres feliz o finges estarlo.
Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bienestar.
Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser mas, no de tener más."
Esto es Éxito.
CARLOS SLIM
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jueves, 1 de noviembre de 2007
Milagros, Chopra, No soy perfecta
LOS MILAGROS
Los milagros ocurren todos los días en nuestras vidas. Brotan desde su fuente oculta, nos rodean de oportunidades y desaparecen. Son las estrellas fugaces de la vida cotidiana. Estas estrellas son tan poco frecuentes que nos parecen mágicas, pero la verdad es que surcan el cielo de manera constante. Sólo que no las notamos durante el día porque estamos deslumbrados por la luz del sol, y en la noche únicamente son visibles si volteamos hacia el lugar correcto, en un cielo oscuro y despejado.Aunque los consideramos extraordinarios, los milagros también surcan nuestra conciencia todos los días. Podemos optar por percibirlos o ignorarlos, sin reparar en que nuestro destino puede pender de un hilo. Sintoniza con la presencia de los milagros y al instante la vida se transformará en una experiencia deslumbrante, más maravillosa y emocionante de lo que jamás imaginaste; ignórala, y una oportunidad se habrá ido para siempre. Más allá de tu ser físico, de tus pensamientos y emociones, en tu interior hay un reino que es potencial puro donde todas las cosas son posibles, incluso los milagros.
Las coincidencias dirigen y dan forma a nuestras vidas; todos hemos experimentado sucesos que pueden considerarse increíbles y asombrosos. Los podemos considerar como meras coincidencias pero son igualmente atisbos de lo milagroso; podemos considerarlos sucesos azarosos en un mundo caótico y desecharlos o podemos reconocerlos como acontecimientos potencialmente cruciales.
Cada coincidencia es un mensaje, una pista sobre un aspecto particular de nuestras vidas que requiere atención. La voz tranquila y sosegada en nuestro interior o un sentimiento visceral respecto de algo o alguien son formas de comunicación a las que debemos hacer caso. Las coincidencias también son mensajes de este tipo. Si prestas atención a las coincidencias de la vida, podrás aprender a escuchar sus mensajes claramente; si comprendes las fuerzas que moldean las coincidencias, puedes llegar a influir en éstas y crear un conjunto propio de coincidencias significativas, aprovechar las oportunidades que te ofrezcan y experimentar la vida como un milagro en constante desarrollo que inspira admiración en todo momento.Casi todos vamos por la vida con un poco de temor, de preocupación y nerviosismo. Somos como niños que juegan a las escondidas: queremos que nos hallen pero esperamos que no lo hagan. Nos preocupamos cuando las oportunidades se acercan demasiado y nos ocultamos en las sombras cuando el temor nos desborda.Esta no es la manera adecuada de vivir; las personas que comprenden la verdadera naturaleza de la realidad, pierden todo temor o aflicción. Las preocupaciones desaparecen. Una vez que comprendemos cómo funciona la vida –el flujo de energía, información e inteligencia que dirige cada momento- empezamos a percatarnos del increíble potencial de ese momento. Las cosas mundanas simplemente dejan de molestarnos. Nos volvemos alegres y nos sentimos llenos de dicha.
Deepak Chopra
NO SOY PERFECTA, GRACIAS SEÑOR
Quise imaginar lo que sería mi vida, estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amada, teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedora de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos... (después de todo eso es lo que anhelan y sueñan los seres humanos). Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual, inmediatamente quise despertar... corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio: ¡No Soy perfecta, gracias Señor!.
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría sola, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar. Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclava del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, dependiendo de cremas y maquillajes, viviendo una vida superficial; en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad. Prefiero ser pequeña, diferente, estando segura de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, sólo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.
Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amada, y sería una persona indiferente, eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amada y los enormes deseos de dar amor. Ese es el motor de nuestra existencia, si por ello mismo nos creó Dios, más aún, fue tan grande su amor, que experimentó el más grande dolor, tan sólo por amor.
No soy perfecta y le doy gracias a Dios, porque mi imperfección le da sentido a mi vida, me invita a luchar cada día por ser mejor. Gracias Dios, por mi imperfección, pon en mí el toque de tu perfección: "El Amor".
Autor Desconocido
Los milagros ocurren todos los días en nuestras vidas. Brotan desde su fuente oculta, nos rodean de oportunidades y desaparecen. Son las estrellas fugaces de la vida cotidiana. Estas estrellas son tan poco frecuentes que nos parecen mágicas, pero la verdad es que surcan el cielo de manera constante. Sólo que no las notamos durante el día porque estamos deslumbrados por la luz del sol, y en la noche únicamente son visibles si volteamos hacia el lugar correcto, en un cielo oscuro y despejado.Aunque los consideramos extraordinarios, los milagros también surcan nuestra conciencia todos los días. Podemos optar por percibirlos o ignorarlos, sin reparar en que nuestro destino puede pender de un hilo. Sintoniza con la presencia de los milagros y al instante la vida se transformará en una experiencia deslumbrante, más maravillosa y emocionante de lo que jamás imaginaste; ignórala, y una oportunidad se habrá ido para siempre. Más allá de tu ser físico, de tus pensamientos y emociones, en tu interior hay un reino que es potencial puro donde todas las cosas son posibles, incluso los milagros.
Las coincidencias dirigen y dan forma a nuestras vidas; todos hemos experimentado sucesos que pueden considerarse increíbles y asombrosos. Los podemos considerar como meras coincidencias pero son igualmente atisbos de lo milagroso; podemos considerarlos sucesos azarosos en un mundo caótico y desecharlos o podemos reconocerlos como acontecimientos potencialmente cruciales.
Cada coincidencia es un mensaje, una pista sobre un aspecto particular de nuestras vidas que requiere atención. La voz tranquila y sosegada en nuestro interior o un sentimiento visceral respecto de algo o alguien son formas de comunicación a las que debemos hacer caso. Las coincidencias también son mensajes de este tipo. Si prestas atención a las coincidencias de la vida, podrás aprender a escuchar sus mensajes claramente; si comprendes las fuerzas que moldean las coincidencias, puedes llegar a influir en éstas y crear un conjunto propio de coincidencias significativas, aprovechar las oportunidades que te ofrezcan y experimentar la vida como un milagro en constante desarrollo que inspira admiración en todo momento.Casi todos vamos por la vida con un poco de temor, de preocupación y nerviosismo. Somos como niños que juegan a las escondidas: queremos que nos hallen pero esperamos que no lo hagan. Nos preocupamos cuando las oportunidades se acercan demasiado y nos ocultamos en las sombras cuando el temor nos desborda.Esta no es la manera adecuada de vivir; las personas que comprenden la verdadera naturaleza de la realidad, pierden todo temor o aflicción. Las preocupaciones desaparecen. Una vez que comprendemos cómo funciona la vida –el flujo de energía, información e inteligencia que dirige cada momento- empezamos a percatarnos del increíble potencial de ese momento. Las cosas mundanas simplemente dejan de molestarnos. Nos volvemos alegres y nos sentimos llenos de dicha.
Deepak Chopra
NO SOY PERFECTA, GRACIAS SEÑOR
Quise imaginar lo que sería mi vida, estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amada, teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedora de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos... (después de todo eso es lo que anhelan y sueñan los seres humanos). Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual, inmediatamente quise despertar... corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio: ¡No Soy perfecta, gracias Señor!.
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría sola, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar. Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclava del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, dependiendo de cremas y maquillajes, viviendo una vida superficial; en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad. Prefiero ser pequeña, diferente, estando segura de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, sólo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.
Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amada, y sería una persona indiferente, eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amada y los enormes deseos de dar amor. Ese es el motor de nuestra existencia, si por ello mismo nos creó Dios, más aún, fue tan grande su amor, que experimentó el más grande dolor, tan sólo por amor.
No soy perfecta y le doy gracias a Dios, porque mi imperfección le da sentido a mi vida, me invita a luchar cada día por ser mejor. Gracias Dios, por mi imperfección, pon en mí el toque de tu perfección: "El Amor".
Autor Desconocido
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No soy perfecta
miércoles, 31 de octubre de 2007
Que es una Pareja
¿QUÉ ES UNA PAREJA?
Una pareja es la conformada por dos personas que han tenido, tienen y tendrán un continuo en sus expresiones de sexo, amistad, pasión e intimidad. Si lo anterior es cierto, se puede decir entonces que existen : ·
Matrimonios que son pareja.·
Matrimonios que no son pareja.·
Parejas que son matrimonios y no son pareja.·
Uniones que no son matrimonios y sí son pareja.
El término pareja tiene una connotación sexual. Cuando aparece la palabra amor puede darse falsos conceptos y criterios que permiten el manipuleo de esta palabra en la dinámica del interior de la pareja. Sabemos que existe el amor amistad, fraterno, filial, parental, etc, a los cuales no me estoy refiriendo. Cuando hablo del amor, me refiero al amor amor, es decir, al amor sexual, al amor pasión, al amor intimidad, al amor que lleva al acople y compenetración corporal y mental de las dos personas. Pero, así como puede existir pasión intimidad y sexo sin amor, el amor amor no puede existir sin los ingredientes de sexo, pasión e intimidad. Más allá de la convivencia; una pareja es la sumatoria de expresiones cotidianas.
RELACIÓN DE PAREJA
Una de las primeras fuentes de conflicto en la pareja ya establecida, es el desconocimiento que se tiene acerca de la persona de quien se ha enamorado, y con quien ahora se ha constituido una pareja.
FACTORES IMPORTANTES EN LA RELACIÓN DE PAREJA
1. La Atracción:
Estos niveles de atracción son indispensables para alcanzar un buen funcionamiento de pareja:
· Atracción Física:
Consiste en mantener un cuidado razonable de nuestro cuerpo y aspecto personal.
· Atracción Intelectual:
Consiste en que los miembros de una pareja ”tengan de que hablar”. Se trata de que los dos tengan actividades en conjunto, únicamente de interés y participación de los dos.
· Atracción Afectiva:
Consiste en un vinculo afectivo, donde existe cariño, ternura, que la otra persona nos importe y deseemos su bienestar.
2. La Comunicación:
Es uno de los factores de mayor importancia y trascendencia en la relación de pareja, donde existe un emisor, un receptor y una respuesta. Desgraciadamente en los problemas de comunicación no sólo se dan en el ámbito verbal, existen otros medios de comunicación que en ocasiones significan mucho más que el verbal.
3. La Empatía:
Hace referencia a la capacidad para interiorizar al máximo posible todos los sentimientos y deseos de nuestra pareja, una involucración y conocimiento activo, es decir, que ambos traten de entender las motivaciones y necesidades del otro al máximo posible. Con la empatía, trataremos de colocarnos en el lugar del otro, “en sus zapatos”, así, si sentimos en algún momento que nos han lastimado o que no nos entienden, antes de responder, exasperarnos o atacar, tratar de razonar.
4. El Respeto:
Es la plena convicción de que nuestra pareja es un individuo por si mismo, no es apéndice, ni dependiente nuestro y, que tampoco es nuestro amo y señor, ni nuestro hermano gemelo.
5. La Actualización:
Hace referencia a la necesidad permanente de “trabajar” la relación de pareja, abrir espacios semanal o quincenalmente en los cuales ambos platiquen y se informen sobre tres elementos básicos : cómo me siento yo conmigo mismo(a), cómo me siento yo contigo y cómo siento a nuestra pareja. Es necesaria la actualización del estado de las cosas y de cada uno en la pareja.
6. Los Tres Mundos:
Este concepto es muy importante para la buena marcha de cualquier pareja ya que deben de ser detectables y observables tres mundos : el tuyo, el mío y el nuestro. Ello se refiere básicamente al hecho indispensable de que exista cierto grado de individualidad. No importa cuánto o qué tan intenso sea el vinculo afectivo; cada uno tiene intereses, actividades, relaciones propias en las que no necesariamente debe participar el otro, éstas deben ser reconocidas y aceptadas por cada uno. En la pareja estos mundos el tuyo y el mío, se sobreponen dando lugar a la creación del tercer mundo : el nuestro. Lo ideal es la existencia de los tres mundos con un equilibrio razonable, de tal modo que ninguno de ellos predomine. Es necesario analizar el mundo de ambos, puesto que allí también es importante la existencia de proporciones adecuadas. Se considera grosso modo que existen tres áreas dentro del mundo de la pareja :
· Área sociooperativa:
Se refiere a todas las actividades que realiza la pareja para mantener la vida de la misma, en donde se incluirían actividades de arreglo o decorado de la casa, compra de víveres y alimentos, así como sociales y recreativas, con relaciones o amigos de la pareja.
· Área familiar:
Se refiere a la vida y actividad de la pareja con los hijos, sí los tiene, con los padres, hermanos y demás familiares de cada uno.
· Área nuestra:
Exclusiva, se refiere a la necesidad que existe en toda pareja de que cada cual tenga su propio mundo, intereses, actividades en las que sólo participen ellos.
“LUCHA DE PODER EN LA PAREJA”
Esta situación consiste básicamente en que de una manera abierta o encubierta uno de los dos busca controlar o dominar al otro, el mecanismo predominante en este caso es la manipulación. Cuando alguien manipula es porque no es capaz de expresar abiertamente sus necesidades, pues siente que sus deseos son irracionales o inadecuados, o bien porque su propia inseguridad le hace temer ser censurado o rechazado en su solicitud.
CAUSAS MÁS COMUNES POR LAS QUE SE DAN RESENTIMIENTOS EN LA PAREJA . Adoptar una actitud chantajista y manipuladora en la relación sexual para premiar o castigar a la pareja. · El sentirse frustrado, incomprendido y lastimado durante un lapso de tiempo prolongado, el componente de la pareja en cuestión pierde toda motivación o deseo para realizar cualquier acción que indique cercanía, obviamente incluyendo el aspecto sexual. · En personas cuya pareja es eyaculador precoz, al grado que no le permite un pleno desempeño y satisfacción sexual. · La ceguera prepotente de muchas personas que creen saberlo todo en materia de sexualidad, que niegan la posibilidad de disfrute sexual y que sólo consideran al otro como objetos para su propio uso y placer. · Los papeles o roles sexuales que por desgracia, tanto mujeres como varones aprenden y ejercen sin cuestionarlos siquiera. Nota:
Se puede generalizar que cualquier situación en la que uno de los miembros de la pareja se vea limitado, sometido, no escuchado, incomprendido, manipulado o lastimado por un lapso considerable, genera un serio resentimiento.
Para los que no conocemos ciertos términos; Parental se refiere a Paternal (relación paternal)
Una pareja es la conformada por dos personas que han tenido, tienen y tendrán un continuo en sus expresiones de sexo, amistad, pasión e intimidad. Si lo anterior es cierto, se puede decir entonces que existen : ·
Matrimonios que son pareja.·
Matrimonios que no son pareja.·
Parejas que son matrimonios y no son pareja.·
Uniones que no son matrimonios y sí son pareja.
El término pareja tiene una connotación sexual. Cuando aparece la palabra amor puede darse falsos conceptos y criterios que permiten el manipuleo de esta palabra en la dinámica del interior de la pareja. Sabemos que existe el amor amistad, fraterno, filial, parental, etc, a los cuales no me estoy refiriendo. Cuando hablo del amor, me refiero al amor amor, es decir, al amor sexual, al amor pasión, al amor intimidad, al amor que lleva al acople y compenetración corporal y mental de las dos personas. Pero, así como puede existir pasión intimidad y sexo sin amor, el amor amor no puede existir sin los ingredientes de sexo, pasión e intimidad. Más allá de la convivencia; una pareja es la sumatoria de expresiones cotidianas.
RELACIÓN DE PAREJA
Una de las primeras fuentes de conflicto en la pareja ya establecida, es el desconocimiento que se tiene acerca de la persona de quien se ha enamorado, y con quien ahora se ha constituido una pareja.
FACTORES IMPORTANTES EN LA RELACIÓN DE PAREJA
1. La Atracción:
Estos niveles de atracción son indispensables para alcanzar un buen funcionamiento de pareja:
· Atracción Física:
Consiste en mantener un cuidado razonable de nuestro cuerpo y aspecto personal.
· Atracción Intelectual:
Consiste en que los miembros de una pareja ”tengan de que hablar”. Se trata de que los dos tengan actividades en conjunto, únicamente de interés y participación de los dos.
· Atracción Afectiva:
Consiste en un vinculo afectivo, donde existe cariño, ternura, que la otra persona nos importe y deseemos su bienestar.
2. La Comunicación:
Es uno de los factores de mayor importancia y trascendencia en la relación de pareja, donde existe un emisor, un receptor y una respuesta. Desgraciadamente en los problemas de comunicación no sólo se dan en el ámbito verbal, existen otros medios de comunicación que en ocasiones significan mucho más que el verbal.
3. La Empatía:
Hace referencia a la capacidad para interiorizar al máximo posible todos los sentimientos y deseos de nuestra pareja, una involucración y conocimiento activo, es decir, que ambos traten de entender las motivaciones y necesidades del otro al máximo posible. Con la empatía, trataremos de colocarnos en el lugar del otro, “en sus zapatos”, así, si sentimos en algún momento que nos han lastimado o que no nos entienden, antes de responder, exasperarnos o atacar, tratar de razonar.
4. El Respeto:
Es la plena convicción de que nuestra pareja es un individuo por si mismo, no es apéndice, ni dependiente nuestro y, que tampoco es nuestro amo y señor, ni nuestro hermano gemelo.
5. La Actualización:
Hace referencia a la necesidad permanente de “trabajar” la relación de pareja, abrir espacios semanal o quincenalmente en los cuales ambos platiquen y se informen sobre tres elementos básicos : cómo me siento yo conmigo mismo(a), cómo me siento yo contigo y cómo siento a nuestra pareja. Es necesaria la actualización del estado de las cosas y de cada uno en la pareja.
6. Los Tres Mundos:
Este concepto es muy importante para la buena marcha de cualquier pareja ya que deben de ser detectables y observables tres mundos : el tuyo, el mío y el nuestro. Ello se refiere básicamente al hecho indispensable de que exista cierto grado de individualidad. No importa cuánto o qué tan intenso sea el vinculo afectivo; cada uno tiene intereses, actividades, relaciones propias en las que no necesariamente debe participar el otro, éstas deben ser reconocidas y aceptadas por cada uno. En la pareja estos mundos el tuyo y el mío, se sobreponen dando lugar a la creación del tercer mundo : el nuestro. Lo ideal es la existencia de los tres mundos con un equilibrio razonable, de tal modo que ninguno de ellos predomine. Es necesario analizar el mundo de ambos, puesto que allí también es importante la existencia de proporciones adecuadas. Se considera grosso modo que existen tres áreas dentro del mundo de la pareja :
· Área sociooperativa:
Se refiere a todas las actividades que realiza la pareja para mantener la vida de la misma, en donde se incluirían actividades de arreglo o decorado de la casa, compra de víveres y alimentos, así como sociales y recreativas, con relaciones o amigos de la pareja.
· Área familiar:
Se refiere a la vida y actividad de la pareja con los hijos, sí los tiene, con los padres, hermanos y demás familiares de cada uno.
· Área nuestra:
Exclusiva, se refiere a la necesidad que existe en toda pareja de que cada cual tenga su propio mundo, intereses, actividades en las que sólo participen ellos.
“LUCHA DE PODER EN LA PAREJA”
Esta situación consiste básicamente en que de una manera abierta o encubierta uno de los dos busca controlar o dominar al otro, el mecanismo predominante en este caso es la manipulación. Cuando alguien manipula es porque no es capaz de expresar abiertamente sus necesidades, pues siente que sus deseos son irracionales o inadecuados, o bien porque su propia inseguridad le hace temer ser censurado o rechazado en su solicitud.
CAUSAS MÁS COMUNES POR LAS QUE SE DAN RESENTIMIENTOS EN LA PAREJA . Adoptar una actitud chantajista y manipuladora en la relación sexual para premiar o castigar a la pareja. · El sentirse frustrado, incomprendido y lastimado durante un lapso de tiempo prolongado, el componente de la pareja en cuestión pierde toda motivación o deseo para realizar cualquier acción que indique cercanía, obviamente incluyendo el aspecto sexual. · En personas cuya pareja es eyaculador precoz, al grado que no le permite un pleno desempeño y satisfacción sexual. · La ceguera prepotente de muchas personas que creen saberlo todo en materia de sexualidad, que niegan la posibilidad de disfrute sexual y que sólo consideran al otro como objetos para su propio uso y placer. · Los papeles o roles sexuales que por desgracia, tanto mujeres como varones aprenden y ejercen sin cuestionarlos siquiera. Nota:
Se puede generalizar que cualquier situación en la que uno de los miembros de la pareja se vea limitado, sometido, no escuchado, incomprendido, manipulado o lastimado por un lapso considerable, genera un serio resentimiento.
Para los que no conocemos ciertos términos; Parental se refiere a Paternal (relación paternal)
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donde esta mi otra parte?,
necesito un compañero
lunes, 29 de octubre de 2007
Mexico: El Pais donde no pasa nada, Denise Dresser-
La complacencia ciudadana
El país donde no pasa nada
Denise Dresser. Publicado en Diario de Yucatán. 22-oct.2007
Imágenes de la Patria. Vicente Fox y Marta Sahagún abrazados bajo un árbol, presumiendo su rancho. Roberto Madrazo con los brazos en alto, celebrando su triunfo en el maratón de Berlín. Mario Marín en una reunión reciente de la Conago, sonriendo mientras platica con sus contrapartes. Ulises Ruiz de la mano de su esposa, paseando por un hotel de lujo en la playa. Arturo Montiel, en un resort invernal, esquiando de cuesta en cuesta. Emilio Gamboa sentado en la Cámara de Diputados, negociando las reformas a la medida del priismo desde allí. Personajes impunes, progenitores de la desconfianza, númenes de la impunidad, patrones de la trampa, emblemas de la nación, faros de la mentira e íconos de la República. Protagonistas prominentes del país donde no pasa nada.Donde hay muchos escándalos, pero muy pocas sanciones. Donde proliferan las fotografías sugerentes, pero no las investigaciones contundentes. Donde siempre hay corruptos señalados, pero nunca corruptos encarcelados. Y donde todo esto es normal. Los errores, los escándalos y las fallas no son indicio de catástrofe, sino de continuidad. El coyotaje practicado por la primera dama, o la pederastia protegida por un gobernador o la fortuna ilícita acumulada por un candidato presidencial o las negociaciones turbias entre un senador y un empresario no son motivo de alarma, sino de chisme. No son síntoma de un cáncer a punto de metástasis, sino de una urticaria con la cual el país se ha acostumbrado a convivir. La permanencia en el poder público de quienes violan sus reglas más elementales es lo acostumbrado, tolerado, aceptado. Lo que ha sido será y no hay nada nuevo bajo el sol.O sólo la grabación telefónica más reciente o la entrevista incriminatoria más picante. Aquello que se vuelve tópico de mil sobremesas y comidilla en un centenar de cafés. Siempre acompañado de inescapables manifestaciones de indignación e increíbles muestras de sorpresa. Como si nadie hubiera conocido la trayectoria de Roberto Madrazo desde su elección fraudulenta en 1994. Como si nadie hubiera leído hace años los reportajes de Proceso sobre la playa “El Tamarindillo” y el tráfico de influencias —orquestado desde Los Pinos— que revelaron. Como si nadie hubiera oído a Emilio Gamboa decirle a Kamel Nacif sobre una iniciativa que perjudicaba sus intereses: “Va pa'tras papá; esa chi... no pasa en el Senado”. Como si nadie hubiera escuchado las conversaciones grabadas entre Mario Marín y Kamel Nacif. Como si el país entero se hubiera olvidado de ellas. Y eso es precisamente lo que ocurre: primero el escándalo y después el arrumbamiento. Primero el ultraje y después el abandono, la siguiente noticia picosa, la próxima oportunidad para asar a la parrilla a un político infame y luego olvidarse de él.Porque en todos los casos de corrupción en el país donde no pasa nada no importa la evidencia, sino la coyuntura política. La correlación de fuerzas en el Congreso. El calendario electoral. Las negociaciones entre los partidos y sus objetivos de corto plazo. La relación entre el presidente y la oposición que busca acorralarlo. Las conveniencias coyunturales de los actores involucrados. Los intereses de los medios con agenda propia y preferencias políticas particulares. En un contexto así, el combate a la corrupción se vuelve una variable dependiente, residual. No es un fin en sí mismo que se persigue en aras de fortalecer la democracia, sino una moneda de cambio usada por quienes no tienen empacho en corroerla. Las instituciones establecidas se convierten —como diría Louis Mumford— en una sociedad para la prevención del cambio. Hay demasiados intereses en juego, demasiados negocios qué cuidar, demasiados cotos que proteger.Cotos como el que Mario Marín erigió en Puebla y la Suprema Corte ha intentado desentrañar. 1,251 páginas donde la comisión investigadora determina que el arresto de Lydia Cacho “fue una componenda del gobernador con el empresario”. 1,251 páginas que describen de manera detallada cómo las instituciones se pusieron al servicio del gobernador y sus amigos. 40 personas —procuradores, jueces, comandantes, agentes judiciales— involucradas en una conspiración; en un “concierto de autoridades con el objetivo, no de enjuiciar, sino de perjudicar a la periodista” como lo subraya la Foja 1137. Evidencia inequívoca que no puede ser ignorada. O archivada. O eludida como quisiera —por lo visto— hacerlo Diódoro Carrasco, el presidente de la Comisión de Gobernación, cuando afirma que las conclusiones de la Suprema Corte “no son vinculatorias ni para el Ejecutivo ni para el Congreso”. Pero siempre se nos dice que ahora sí, la impunidad terminará. En este sexenio, la Secretaría de la Función Pública —de verdad— actuará. En el gobierno del “México ganador” —de verdad— los juicios políticos ocurrirán. Todos los esfuerzos se encaminan en esa dirección, afirman los vendedores de la inmunidad gubernamental. El gobierno de la República trabaja para ti —anuncian— mientras parece hacerlo siempre para ellos, los mismos de siempre. Los López Portillo, o los Salinas, o los Cabal Peniche, o los Madrazo, o los Montiel, o los Marín, o los Ruiz, o los Gamboa o los Bribiesca Sahagún. Desde hace décadas, el gobierno como la explotación organizada, como la depredación institucionalizada. Así se vive la política en México. Así la aceptan sus habitantes. Así se vuelven cómplices de ella. Mexicanos convertidos en comparsas de una clase política que como sentencia el “Financial Times”, “sigue sirviéndose a sí misma”. Emerson escribió que las instituciones son la sombra alargada de un solo hombre. De ser así, las instituciones confabuladas de México son el reflejo de sus habitantes; de aquellos estacionados cómodamente en el viejo orden de las cosas. Ciudadanos complacientes que contemplan a los corruptos, pero no están dispuestos a pelear para consignarlos. Ciudadanos imaginarios, atraídos por las imágenes de la Patria ennegrecida, pero que no levantan un dedo para limpiarla. O exigir que quienes la gobiernan tengan un mínimo de decencia. O gritar que los mexicanos se merecen más que Marta Sahagún, o Arturo Montiel, o Roberto Madrazo, o Mario Marín o sus facsimiliares a lo largo del país.Algo como lo que hizo Lydia Cacho cuando alzó la voz y comenzó a contagiar la valentía que siempre carga dentro. Por ello recibirá un premio mañana en Nueva York y aprovecho para reiterar cuán orgullosa estoy de ella por los límites que ha empujado. Pero nadie puede enorgullecerse del país que produjo su caso y —hasta la fecha— intenta ofuscarlo. El país donde no pasa nada.— México, D.F.
El país donde no pasa nada
Denise Dresser. Publicado en Diario de Yucatán. 22-oct.2007
Imágenes de la Patria. Vicente Fox y Marta Sahagún abrazados bajo un árbol, presumiendo su rancho. Roberto Madrazo con los brazos en alto, celebrando su triunfo en el maratón de Berlín. Mario Marín en una reunión reciente de la Conago, sonriendo mientras platica con sus contrapartes. Ulises Ruiz de la mano de su esposa, paseando por un hotel de lujo en la playa. Arturo Montiel, en un resort invernal, esquiando de cuesta en cuesta. Emilio Gamboa sentado en la Cámara de Diputados, negociando las reformas a la medida del priismo desde allí. Personajes impunes, progenitores de la desconfianza, númenes de la impunidad, patrones de la trampa, emblemas de la nación, faros de la mentira e íconos de la República. Protagonistas prominentes del país donde no pasa nada.Donde hay muchos escándalos, pero muy pocas sanciones. Donde proliferan las fotografías sugerentes, pero no las investigaciones contundentes. Donde siempre hay corruptos señalados, pero nunca corruptos encarcelados. Y donde todo esto es normal. Los errores, los escándalos y las fallas no son indicio de catástrofe, sino de continuidad. El coyotaje practicado por la primera dama, o la pederastia protegida por un gobernador o la fortuna ilícita acumulada por un candidato presidencial o las negociaciones turbias entre un senador y un empresario no son motivo de alarma, sino de chisme. No son síntoma de un cáncer a punto de metástasis, sino de una urticaria con la cual el país se ha acostumbrado a convivir. La permanencia en el poder público de quienes violan sus reglas más elementales es lo acostumbrado, tolerado, aceptado. Lo que ha sido será y no hay nada nuevo bajo el sol.O sólo la grabación telefónica más reciente o la entrevista incriminatoria más picante. Aquello que se vuelve tópico de mil sobremesas y comidilla en un centenar de cafés. Siempre acompañado de inescapables manifestaciones de indignación e increíbles muestras de sorpresa. Como si nadie hubiera conocido la trayectoria de Roberto Madrazo desde su elección fraudulenta en 1994. Como si nadie hubiera leído hace años los reportajes de Proceso sobre la playa “El Tamarindillo” y el tráfico de influencias —orquestado desde Los Pinos— que revelaron. Como si nadie hubiera oído a Emilio Gamboa decirle a Kamel Nacif sobre una iniciativa que perjudicaba sus intereses: “Va pa'tras papá; esa chi... no pasa en el Senado”. Como si nadie hubiera escuchado las conversaciones grabadas entre Mario Marín y Kamel Nacif. Como si el país entero se hubiera olvidado de ellas. Y eso es precisamente lo que ocurre: primero el escándalo y después el arrumbamiento. Primero el ultraje y después el abandono, la siguiente noticia picosa, la próxima oportunidad para asar a la parrilla a un político infame y luego olvidarse de él.Porque en todos los casos de corrupción en el país donde no pasa nada no importa la evidencia, sino la coyuntura política. La correlación de fuerzas en el Congreso. El calendario electoral. Las negociaciones entre los partidos y sus objetivos de corto plazo. La relación entre el presidente y la oposición que busca acorralarlo. Las conveniencias coyunturales de los actores involucrados. Los intereses de los medios con agenda propia y preferencias políticas particulares. En un contexto así, el combate a la corrupción se vuelve una variable dependiente, residual. No es un fin en sí mismo que se persigue en aras de fortalecer la democracia, sino una moneda de cambio usada por quienes no tienen empacho en corroerla. Las instituciones establecidas se convierten —como diría Louis Mumford— en una sociedad para la prevención del cambio. Hay demasiados intereses en juego, demasiados negocios qué cuidar, demasiados cotos que proteger.Cotos como el que Mario Marín erigió en Puebla y la Suprema Corte ha intentado desentrañar. 1,251 páginas donde la comisión investigadora determina que el arresto de Lydia Cacho “fue una componenda del gobernador con el empresario”. 1,251 páginas que describen de manera detallada cómo las instituciones se pusieron al servicio del gobernador y sus amigos. 40 personas —procuradores, jueces, comandantes, agentes judiciales— involucradas en una conspiración; en un “concierto de autoridades con el objetivo, no de enjuiciar, sino de perjudicar a la periodista” como lo subraya la Foja 1137. Evidencia inequívoca que no puede ser ignorada. O archivada. O eludida como quisiera —por lo visto— hacerlo Diódoro Carrasco, el presidente de la Comisión de Gobernación, cuando afirma que las conclusiones de la Suprema Corte “no son vinculatorias ni para el Ejecutivo ni para el Congreso”. Pero siempre se nos dice que ahora sí, la impunidad terminará. En este sexenio, la Secretaría de la Función Pública —de verdad— actuará. En el gobierno del “México ganador” —de verdad— los juicios políticos ocurrirán. Todos los esfuerzos se encaminan en esa dirección, afirman los vendedores de la inmunidad gubernamental. El gobierno de la República trabaja para ti —anuncian— mientras parece hacerlo siempre para ellos, los mismos de siempre. Los López Portillo, o los Salinas, o los Cabal Peniche, o los Madrazo, o los Montiel, o los Marín, o los Ruiz, o los Gamboa o los Bribiesca Sahagún. Desde hace décadas, el gobierno como la explotación organizada, como la depredación institucionalizada. Así se vive la política en México. Así la aceptan sus habitantes. Así se vuelven cómplices de ella. Mexicanos convertidos en comparsas de una clase política que como sentencia el “Financial Times”, “sigue sirviéndose a sí misma”. Emerson escribió que las instituciones son la sombra alargada de un solo hombre. De ser así, las instituciones confabuladas de México son el reflejo de sus habitantes; de aquellos estacionados cómodamente en el viejo orden de las cosas. Ciudadanos complacientes que contemplan a los corruptos, pero no están dispuestos a pelear para consignarlos. Ciudadanos imaginarios, atraídos por las imágenes de la Patria ennegrecida, pero que no levantan un dedo para limpiarla. O exigir que quienes la gobiernan tengan un mínimo de decencia. O gritar que los mexicanos se merecen más que Marta Sahagún, o Arturo Montiel, o Roberto Madrazo, o Mario Marín o sus facsimiliares a lo largo del país.Algo como lo que hizo Lydia Cacho cuando alzó la voz y comenzó a contagiar la valentía que siempre carga dentro. Por ello recibirá un premio mañana en Nueva York y aprovecho para reiterar cuán orgullosa estoy de ella por los límites que ha empujado. Pero nadie puede enorgullecerse del país que produjo su caso y —hasta la fecha— intenta ofuscarlo. El país donde no pasa nada.— México, D.F.
domingo, 28 de octubre de 2007
Gaby Vargas, Denise Dresser, Meditación, Fox y Martha
Mereces un descanso
Gaby Vargas
Sí, mereces un descanso… y existe una forma de dártelo a cualquier hora y en cualquier lugar. Esta forma de relajarte no te la proporciona ningún viaje, whisky, fiesta, ejercicio, dieta, masaje, reunión o lectura. Y practicarlo te conecta, te da paz, bienestar y poder. Me refiero a la meditación. “Qué meditación ni qué meditación; eso es una pérdida de tiempo”, quizá pienses. Yo también solía considerarlo así. De hecho, me sigue costando mucho trabajo lograr aquietar la mente y estar en paz, sin pensar en mil pendientes. Sin embargo, esa sensación de regresar a casa, a tu centro, a conectarte contigo misma, aunque sea por un período muy breve, es maravillosa. Quienes han trabajado por mejorar ciertos aspectos de la humanidad han concluido, en distintos momentos y épocas de la Historia, que si queremos lograr el máximo potencial físico, mental y espiritual se necesita entrar a un sistema de total descanso, relajación y comunicación interna con la inteligencia presente. Sin esto lo único que podemos esperar es usar tan sólo una fracción de nuestras capacidades. La meditación no la inventó ningún grupo o persona en especial. Tampoco tiene que ver necesariamente con ninguna religión o creencia. Y, contrario a lo que se piensa, no necesitas tomar una clase para aprender. Si bien ayuda, no es indispensable. De hecho, todo el misterio que hay alrededor de ella ha impedido que muchas personas la incorporen en su vida. La práctica lo es todo.¿Cuál es el propósito de la meditación? La meditación reestablece el contacto con nuestra fuerza y paz interior. De hecho, todos lo hemos vivido alguna vez, quizá al observar en silencio un atardecer, al caminar por el campo y voltear al cielo con gratitud, como si el tiempo se detuviera al sentirnos parte de un todo.Y sin saber que meditamos, los sentidos se intensifican: amamos más, hacemos más y sentimos más. Se aclara y despeja la mente y nos abre a la creatividad, intuición e inspiración. Algunos beneficios secundarios: La meditación sincroniza las ondas eléctricas del hemisferio izquierdo y derecho del cerebro, favoreciendo la inteligencia y el aprendizaje. El cuerpo eleva notoriamente su resistencia a gérmenes invasores, tipo gripas, virus y enfermedades de garganta y pulmones. El ritmo cardíaco se reduce notoriamente, por ende también su carga. Mejora la capacidad de reacción. La autoimagen mejora notoriamente en poco tiempo. ¿Cómo y dónde meditar? En un lugar tranquilo siéntate en una silla lo más derecha posible, coloca los pies en el suelo e inhala y exhala profundamente para aquietar la mente. No te acuestes, para evitar que te duermas y pierdas los beneficios.El punto es dejarte ir y soltar el cuerpo, las ideas, el estrés y los pendientes. Procura no pensar en nada, simplemente estar contigo mism@. Si un pendiente atraviesa tu mente, no te resistas, porque entre más lo haces más se afianza. Sólo deja que pase y se vaya. Esto funciona como el motor de una lancha: al principio no quiere, hasta que por fin entra la gasolina y arranca. Así es la meditación.Cuando encuentres ese lugar en el que sientas un regreso a casa disfruta de estar ahí, en paz y en tu centro. Verás que es una delicia. Practícalo durante un lapso de 15 ó 20 minutos diarios, de preferencia por la mañana. Auxíliate con la alarma de un reloj —suave— para relajarte en cuanto al tiempo. Entre más meditas, más te gusta, más fácil es y, así, el hábito se forma. Date un merecido descanso a cualquier hora y en cualquier lugar.
YUCATÁN > Cultura y sociedad
¿Tienes ritmo para una conversación?
Gaby Vargas
Una comida con amigos resulta maravillosa. Es una buena ocasión para hablar del corazón, intercambiar ideas, escuchar experiencias para, después, madurarlas con nosotros mismos.La plática fluye más o menos en armonía, hasta que llega… ¡el maestro de todos! No importa su nombre. Siempre aparece. El maestro, la maestra, se apodera del micrófono y no hay gallo que le mates. A nadie le es posible disentir. Habla, habla y habla. Arguye, discrepa, invalida y nos instruye a todos sobre qué hacer con el hijo, negocio, hipoteca, curso, abogado o chamba… La mesa de amigos, lamentablemente, pierde su encanto. El tono de intimidad, de intercambio y comprensión se esfuma. ¿Conoces a alguien así? Todos emanamos una energía que, al conversar, se vuelve especialmente importante en una primera impresión. Así, los primeros minutos solemos hablar de cosas relativamente superficiales, por lo que el contenido de la conversación puede ser lo menos relevante. Es durante ese lapso cuando percibimos su energía, su ritmo, que marcará nuestro grado de comodidad con la otra persona y determinará si nos resulta agradable o no.Al hablar con alguien siempre hay un sentimiento presente que, de poner atención, se manifiesta en la parte media del cuerpo. Incluso lo podemos notar al observar la interacción entre dos personas que tenemos cerca nuestro, aun si no entendemos el idioma con el que se comunican.Imagina que te tocan dos japoneses; sin entender lo que se dicen, vas a captar la energía de la interacción, la intensidad de las emociones y la conexión que hay entre ellos.A veces sentimos esa química —buena o mala— pero no sabemos cómo modificarla. Y se puede hacer o por lo menos parte de ella: la tuya, tu propio ritmo e intensidad para, de esta forma, empatar o complementar la del otro. Tu estilo de energía se compone de dos partes: la primera se refiere a lo que tú aportas a la interacción: ¿Qué tanto hablas? ¿A qué velocidad? ¿En qué volumen? Es esto lo que determina que la gente se sienta a gusto en tu compañía o que la pongas nerviosa. Y la segunda es: ¿Cómo te sincronizas con el otro? ¿Tomas turnos? ¿Cómo manejas tu espacio vital? ¿Tienes ritmo? Para la mayoría de las personas, una buena entrevista de uno a uno es aquélla en la que el reflector se divide de manera equitativa en mitad y mitad. Y en un grupo de tres, lo adecuado es que cada persona hable la tercera parte del tiempo, y así sucesivamente. Para causar una buena primera impresión la primera regla básica es dejar que tu compañera/o escoja el nivel de energía —hablar mucho o poco— que mejor le acomoda, para que entonces tú lo sigas de manera armoniosa. Si te toca una persona a quien le gusta contarte historias el noventa por ciento del tiempo, lo inteligente y sensible es complementarlo sólo con un diez por ciento; no competir con ella.De esta manera, si te topas con alguien que prefiere hablar menos del cincuenta por ciento, tú puedes “animar el asunto” y llenar los espacios de silencio. Intensidad. Esto se refiere no a qué tanto hablas, sino a la calidad de la energía que proyectas. Qué tan rápido hablas, qué tan largas son tus pausas y el volumen de tu voz. Por lo general, nos gusta dialogar con personas que empatan con nuestra intensidad. Cuando conversamos con alguien a quien nuestra intensidad le incomoda, suele enviarnos señales que así lo avisan. El asunto es ¡darnos cuenta! Una de ellas es que la gente, para cambiar la dinámica de la conversación, tiende a exagerar en la dirección opuesta; otra —muy clara— es que se levantan y se van o evitan una segunda entrevista. Para no caer en lo anterior tengamos la sensibilidad de mantener un equilibrio en el ritmo de la conversación y evitemos llegar a ser el maestro/a que le roba micrófono a los demás.
Ambos artículos son de Gaby Vargas y son tomados del Diario de Yucatán, del 21 y 28 de octubre de 2007 respectivamente.
Una colección que merece atenciónLa colección Fox
Denise Dresser (*)
Ya es posible imaginarla, visualizarla, deleitarse con ella. La biblioteca del “Centro Fox” allende el rancho en San Cristóbal, Guanajuato. Repleta de libros clasificados en tres categorías: los comprados por metro en Internet a través de Amazon.com; los que fueron escritos por la familia Fox-Sahagún y sus amigos; los que jamás fueron leídos ni lo serán. Recopilados en un recinto que contribuirá a fortalecer el conocimiento colectivo de la humanidad. Habrá que agradecérselo a la ex-pareja presidencial: el noble esfuerzo de preservar y diseminar lo mejor de ellos mismos. Como repositaria de su historia, la biblioteca que pronto terminarán y llenarán, contribuirá a fortalecer la reputación de dos personas que —sin duda— merecen la atención que han recibido y más.
No Ficción
1. ¿Por qué los presidentes aman a las ca...? Por Marta Sahagún (Editorial Vamos México, $10,000 USD). Excelente libro motivacional creado especialmente para entender a los presidentes capaces de cualquier cosa para obtener el amor de una mujer. Contiene una sección especial sobre cómo arruinar sexenios.
2. Comodato para Dummies, por Vicente Fox, (Editorial General Motors, $1). Después de haber vivido en carne propia las glorias del comodato, el ex-presidente explica cómo disimularlo mejor y aprovecharlo a lo máximo. Incluye un apéndice de consejos sobre aviones.
3. Memorias de una geisha, por Marta Sahagún, (Editorial Cosme Mares, $7,000 USD). Esta lujosa edición contiene un CD que ofrece la oportunidad de hacer un recorrido virtual por los rincones de Los Pinos habitados por Marta Sahagún y Vicente Fox. Incluye la famosa entrevista con la revista Quién, titulada “Y aquí hacíamos pipí”.
4. Serenata del castillo, por Marta Sahagún y Elton John, (Cosme Mares Multimedia, gratis con la compra de una Barbie descontinuada). Compilación de las grandes canciones cantadas en el magno evento en Chapultepec. Ideal para empresarios comprometidos con el desarrollo del país.
5. Diccionario de sinónimos: un enfoque diplomático, por Rubén Aguilar, (Editorial ¿Y Yo Por qué?, $560). Honestamente el libro del ex vocero presidencial no es nada fuera de este mundo, pero por lo menos hace reír y ayuda a entender mejor las entrevistas de Vicente Fox en medios extranjeros. Incluye una lista de los foximos más célebres, avalados por la Fundación Borgues. Nota: el libro se renueva cada 15 minutos vía Internet. No deje que su versión se vuelva obsoleta.
6. Manual de modales: comes y te vas, por Vicente Fox y Jorge Castañeda, (Editorial Rob Allyn, $32 USD). Este útil manual para toda ocasión enseña cómo enemistarse con inmigrantes, negros, cubanos, venezolanos, mujeres y lectores de Borges. Incluye consejos para pelearse con los amigos y alienar a los allegados más cercanos.
7. Si no sabes, no importa, por Marta Sahagún con prólogo de Sari Bermúdez, (Editorial Cosme Mares, $450). En este libro, la ex primera dama explica por qué no es necesario saber quién fue Rabidranath Tagore, ya que el círculo verde tampoco lo sabe y ni le importa.
8. ¡Agrande su rancho!, por Vicente Fox, (Editorial Cosme Mares, $1,200). El ex presidente y exitoso ranchero ofrece la fórmula para remodelar ranchos con el dinero de los contribuyentes. El apéndice explica cómo alterar declaraciones patrimoniales. Incluye un DVD interactivo que muestra la mejor manera de ampliar lagos.
Ficción
1. Los tres chiflados: el constitucional, el legítimo y el que no quiere dejar de serlo, por Denise Dresser (Editorial “Di no a la Torre”, $196). Novela trágica situada en la región menos transparente del aire, donde se da una lucha intestina de egos entre tres personajes que se llaman presidentes al mismo tiempo.
2. Crónicas de Los Pinos: León (Guanajuato, por si había alguna duda), por C. S. Lewis, (Editorial PRIAN). El primer libro de una trilogía sobre el uso del poder en México, de la A a la Z. El capítulo sobre el uso del toloache es particularmente interesante.
3. El presidente que vendió su jeep (rojo), por Héctor Larios (Editorial PRIAN, $235). Esta novela de auto-búsqueda, redención, rechazo a la opulencia y sobriedad republicana, crea la figura de un Vicente Fox que nunca conocimos.
4. Nuevo catecismo para indios remisos, por Manuel Espino y Carlos Abascal, con prólogo de Onésimo Cepeda. (Editorial Rivera Carrera, $12). Aprobado en el seno del Vaticano, este nuevo evangelio presenta a un Jesucristo mucho más activo que planea dar un golpe de Estado y convertir a la República Mexicana en un Estado teocrático. En esta versión quedan eliminadas todas las referencias a las mujeres, y excluye la frase: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
5. La carrera de mi vida, por Roberto Madrazo, (Editorial El Alquimista, $540) Si el triunfo de Roberto Madrazo en Berlín le conmovió, no se pierda la crónica de otros maratones a lo largo del mundo. En el apéndice ofrece rutas alternativas.
6. La banda del Jeep rojo, por Marta Sahagún, (Editorial Mandi Lones Press, $90). Entretenidos cuentos basados en las aventuras de una pareja de pillos que se especializa en el arte de hacer que los países pierdan su tiempo. Contiene fotografías autografiadas y una lista de los mejores lugares para comprar toallas.
En bodega
1. Quiúbole con... un libro para Vicente que no debe dejarse al alcance de Marta, por Olga Wornat, (Editorial Enemigos de Fox, $321). Un best seller que contiene explicaciones detalladas sobre qué hacer con el rancho, el país, el partido, los hijos políticos, las revistas del corazón, las entrevistas, los “Hummers” y todo lo demás. Es un manual práctico para enfrentar eventualidades como entrevistas desastrosas con Telemundo.
2. Las mil y un concesiones entregadas por Marta, por Anabel Hernández, (Editorial Proceso, $312). Este controvertido libro, que tardó diez años en salir a la luz debido al amparo interpuesto por la ex primera dama, demuestra cómo Marta Sahagún logró asegurar el patrimonio de sus hijos con la ayuda del IPAB.
3. La izquierda de vanguardia, por Gerardo Fernández Noroña, (Editorial Pejestroika, $5). El reconocido ideólogo del PRD pone en blanco y negro todo lo que debe hacer la izquierda, ahora sí, para llegar a Los Pinos. Entre consejos invaluables incluye las marchas, los plantones, los porros, las tortas y las chamarras de piel. Nota: está disponible en formato de martillo y hoz.
4. Tu hijo, tu espejo, por Paty Fernández Bribiesca, (Editorial Quién, $623). La ex esposa de un hijo de Marta Sahagún cuenta jugosos detalles sobre los negocios que logró hacer con la ayuda de quien fuera primera dama, y hoy vive en el exilio en Mónaco.
5. Los poderes fácticos: ¿realidad o ficción?, por Javier Alatorre, (Editorial Elektra, $5,900). Este agudo autor sostiene la tesis de que en México nunca ha habido una clase empresarial que chantajea a la clase política; todo es una invención de los asesinos de Paco Stanley. Además defiende la reciente campaña de TV Azteca contra la corrupta Interpol, que ha detenido a Ricardo Salinas Pliego por un nuevo caso de defraudación contra sus accionistas minoritarios.
6. “Coopelas o Cuello”, “Chinese Business Review”, por Zhenli Ye Gon, (Editorial Javier Lozano y Asociados, $200.000,000 USD). La última entrega del prestigioso “journal” dedica el volumen entero a analizar cómo hacer negocios en México. Discute ampliamente los permisos de la Secretaría de Salud, los tratados de extradición y el funcionamiento de las aduanas.— México, D.F.dorisarnez@yahoo.com.mx ————— *) Con la colaboración de sus alumnos del curso “Política Mexicana Contemporánea” del ITAM
Publicado en Diario de Yucatán. 21-10-2007.
Gaby Vargas
Sí, mereces un descanso… y existe una forma de dártelo a cualquier hora y en cualquier lugar. Esta forma de relajarte no te la proporciona ningún viaje, whisky, fiesta, ejercicio, dieta, masaje, reunión o lectura. Y practicarlo te conecta, te da paz, bienestar y poder. Me refiero a la meditación. “Qué meditación ni qué meditación; eso es una pérdida de tiempo”, quizá pienses. Yo también solía considerarlo así. De hecho, me sigue costando mucho trabajo lograr aquietar la mente y estar en paz, sin pensar en mil pendientes. Sin embargo, esa sensación de regresar a casa, a tu centro, a conectarte contigo misma, aunque sea por un período muy breve, es maravillosa. Quienes han trabajado por mejorar ciertos aspectos de la humanidad han concluido, en distintos momentos y épocas de la Historia, que si queremos lograr el máximo potencial físico, mental y espiritual se necesita entrar a un sistema de total descanso, relajación y comunicación interna con la inteligencia presente. Sin esto lo único que podemos esperar es usar tan sólo una fracción de nuestras capacidades. La meditación no la inventó ningún grupo o persona en especial. Tampoco tiene que ver necesariamente con ninguna religión o creencia. Y, contrario a lo que se piensa, no necesitas tomar una clase para aprender. Si bien ayuda, no es indispensable. De hecho, todo el misterio que hay alrededor de ella ha impedido que muchas personas la incorporen en su vida. La práctica lo es todo.¿Cuál es el propósito de la meditación? La meditación reestablece el contacto con nuestra fuerza y paz interior. De hecho, todos lo hemos vivido alguna vez, quizá al observar en silencio un atardecer, al caminar por el campo y voltear al cielo con gratitud, como si el tiempo se detuviera al sentirnos parte de un todo.Y sin saber que meditamos, los sentidos se intensifican: amamos más, hacemos más y sentimos más. Se aclara y despeja la mente y nos abre a la creatividad, intuición e inspiración. Algunos beneficios secundarios: La meditación sincroniza las ondas eléctricas del hemisferio izquierdo y derecho del cerebro, favoreciendo la inteligencia y el aprendizaje. El cuerpo eleva notoriamente su resistencia a gérmenes invasores, tipo gripas, virus y enfermedades de garganta y pulmones. El ritmo cardíaco se reduce notoriamente, por ende también su carga. Mejora la capacidad de reacción. La autoimagen mejora notoriamente en poco tiempo. ¿Cómo y dónde meditar? En un lugar tranquilo siéntate en una silla lo más derecha posible, coloca los pies en el suelo e inhala y exhala profundamente para aquietar la mente. No te acuestes, para evitar que te duermas y pierdas los beneficios.El punto es dejarte ir y soltar el cuerpo, las ideas, el estrés y los pendientes. Procura no pensar en nada, simplemente estar contigo mism@. Si un pendiente atraviesa tu mente, no te resistas, porque entre más lo haces más se afianza. Sólo deja que pase y se vaya. Esto funciona como el motor de una lancha: al principio no quiere, hasta que por fin entra la gasolina y arranca. Así es la meditación.Cuando encuentres ese lugar en el que sientas un regreso a casa disfruta de estar ahí, en paz y en tu centro. Verás que es una delicia. Practícalo durante un lapso de 15 ó 20 minutos diarios, de preferencia por la mañana. Auxíliate con la alarma de un reloj —suave— para relajarte en cuanto al tiempo. Entre más meditas, más te gusta, más fácil es y, así, el hábito se forma. Date un merecido descanso a cualquier hora y en cualquier lugar.
YUCATÁN > Cultura y sociedad
¿Tienes ritmo para una conversación?
Gaby Vargas
Una comida con amigos resulta maravillosa. Es una buena ocasión para hablar del corazón, intercambiar ideas, escuchar experiencias para, después, madurarlas con nosotros mismos.La plática fluye más o menos en armonía, hasta que llega… ¡el maestro de todos! No importa su nombre. Siempre aparece. El maestro, la maestra, se apodera del micrófono y no hay gallo que le mates. A nadie le es posible disentir. Habla, habla y habla. Arguye, discrepa, invalida y nos instruye a todos sobre qué hacer con el hijo, negocio, hipoteca, curso, abogado o chamba… La mesa de amigos, lamentablemente, pierde su encanto. El tono de intimidad, de intercambio y comprensión se esfuma. ¿Conoces a alguien así? Todos emanamos una energía que, al conversar, se vuelve especialmente importante en una primera impresión. Así, los primeros minutos solemos hablar de cosas relativamente superficiales, por lo que el contenido de la conversación puede ser lo menos relevante. Es durante ese lapso cuando percibimos su energía, su ritmo, que marcará nuestro grado de comodidad con la otra persona y determinará si nos resulta agradable o no.Al hablar con alguien siempre hay un sentimiento presente que, de poner atención, se manifiesta en la parte media del cuerpo. Incluso lo podemos notar al observar la interacción entre dos personas que tenemos cerca nuestro, aun si no entendemos el idioma con el que se comunican.Imagina que te tocan dos japoneses; sin entender lo que se dicen, vas a captar la energía de la interacción, la intensidad de las emociones y la conexión que hay entre ellos.A veces sentimos esa química —buena o mala— pero no sabemos cómo modificarla. Y se puede hacer o por lo menos parte de ella: la tuya, tu propio ritmo e intensidad para, de esta forma, empatar o complementar la del otro. Tu estilo de energía se compone de dos partes: la primera se refiere a lo que tú aportas a la interacción: ¿Qué tanto hablas? ¿A qué velocidad? ¿En qué volumen? Es esto lo que determina que la gente se sienta a gusto en tu compañía o que la pongas nerviosa. Y la segunda es: ¿Cómo te sincronizas con el otro? ¿Tomas turnos? ¿Cómo manejas tu espacio vital? ¿Tienes ritmo? Para la mayoría de las personas, una buena entrevista de uno a uno es aquélla en la que el reflector se divide de manera equitativa en mitad y mitad. Y en un grupo de tres, lo adecuado es que cada persona hable la tercera parte del tiempo, y así sucesivamente. Para causar una buena primera impresión la primera regla básica es dejar que tu compañera/o escoja el nivel de energía —hablar mucho o poco— que mejor le acomoda, para que entonces tú lo sigas de manera armoniosa. Si te toca una persona a quien le gusta contarte historias el noventa por ciento del tiempo, lo inteligente y sensible es complementarlo sólo con un diez por ciento; no competir con ella.De esta manera, si te topas con alguien que prefiere hablar menos del cincuenta por ciento, tú puedes “animar el asunto” y llenar los espacios de silencio. Intensidad. Esto se refiere no a qué tanto hablas, sino a la calidad de la energía que proyectas. Qué tan rápido hablas, qué tan largas son tus pausas y el volumen de tu voz. Por lo general, nos gusta dialogar con personas que empatan con nuestra intensidad. Cuando conversamos con alguien a quien nuestra intensidad le incomoda, suele enviarnos señales que así lo avisan. El asunto es ¡darnos cuenta! Una de ellas es que la gente, para cambiar la dinámica de la conversación, tiende a exagerar en la dirección opuesta; otra —muy clara— es que se levantan y se van o evitan una segunda entrevista. Para no caer en lo anterior tengamos la sensibilidad de mantener un equilibrio en el ritmo de la conversación y evitemos llegar a ser el maestro/a que le roba micrófono a los demás.
Ambos artículos son de Gaby Vargas y son tomados del Diario de Yucatán, del 21 y 28 de octubre de 2007 respectivamente.
Una colección que merece atenciónLa colección Fox
Denise Dresser (*)
Ya es posible imaginarla, visualizarla, deleitarse con ella. La biblioteca del “Centro Fox” allende el rancho en San Cristóbal, Guanajuato. Repleta de libros clasificados en tres categorías: los comprados por metro en Internet a través de Amazon.com; los que fueron escritos por la familia Fox-Sahagún y sus amigos; los que jamás fueron leídos ni lo serán. Recopilados en un recinto que contribuirá a fortalecer el conocimiento colectivo de la humanidad. Habrá que agradecérselo a la ex-pareja presidencial: el noble esfuerzo de preservar y diseminar lo mejor de ellos mismos. Como repositaria de su historia, la biblioteca que pronto terminarán y llenarán, contribuirá a fortalecer la reputación de dos personas que —sin duda— merecen la atención que han recibido y más.
No Ficción
1. ¿Por qué los presidentes aman a las ca...? Por Marta Sahagún (Editorial Vamos México, $10,000 USD). Excelente libro motivacional creado especialmente para entender a los presidentes capaces de cualquier cosa para obtener el amor de una mujer. Contiene una sección especial sobre cómo arruinar sexenios.
2. Comodato para Dummies, por Vicente Fox, (Editorial General Motors, $1). Después de haber vivido en carne propia las glorias del comodato, el ex-presidente explica cómo disimularlo mejor y aprovecharlo a lo máximo. Incluye un apéndice de consejos sobre aviones.
3. Memorias de una geisha, por Marta Sahagún, (Editorial Cosme Mares, $7,000 USD). Esta lujosa edición contiene un CD que ofrece la oportunidad de hacer un recorrido virtual por los rincones de Los Pinos habitados por Marta Sahagún y Vicente Fox. Incluye la famosa entrevista con la revista Quién, titulada “Y aquí hacíamos pipí”.
4. Serenata del castillo, por Marta Sahagún y Elton John, (Cosme Mares Multimedia, gratis con la compra de una Barbie descontinuada). Compilación de las grandes canciones cantadas en el magno evento en Chapultepec. Ideal para empresarios comprometidos con el desarrollo del país.
5. Diccionario de sinónimos: un enfoque diplomático, por Rubén Aguilar, (Editorial ¿Y Yo Por qué?, $560). Honestamente el libro del ex vocero presidencial no es nada fuera de este mundo, pero por lo menos hace reír y ayuda a entender mejor las entrevistas de Vicente Fox en medios extranjeros. Incluye una lista de los foximos más célebres, avalados por la Fundación Borgues. Nota: el libro se renueva cada 15 minutos vía Internet. No deje que su versión se vuelva obsoleta.
6. Manual de modales: comes y te vas, por Vicente Fox y Jorge Castañeda, (Editorial Rob Allyn, $32 USD). Este útil manual para toda ocasión enseña cómo enemistarse con inmigrantes, negros, cubanos, venezolanos, mujeres y lectores de Borges. Incluye consejos para pelearse con los amigos y alienar a los allegados más cercanos.
7. Si no sabes, no importa, por Marta Sahagún con prólogo de Sari Bermúdez, (Editorial Cosme Mares, $450). En este libro, la ex primera dama explica por qué no es necesario saber quién fue Rabidranath Tagore, ya que el círculo verde tampoco lo sabe y ni le importa.
8. ¡Agrande su rancho!, por Vicente Fox, (Editorial Cosme Mares, $1,200). El ex presidente y exitoso ranchero ofrece la fórmula para remodelar ranchos con el dinero de los contribuyentes. El apéndice explica cómo alterar declaraciones patrimoniales. Incluye un DVD interactivo que muestra la mejor manera de ampliar lagos.
Ficción
1. Los tres chiflados: el constitucional, el legítimo y el que no quiere dejar de serlo, por Denise Dresser (Editorial “Di no a la Torre”, $196). Novela trágica situada en la región menos transparente del aire, donde se da una lucha intestina de egos entre tres personajes que se llaman presidentes al mismo tiempo.
2. Crónicas de Los Pinos: León (Guanajuato, por si había alguna duda), por C. S. Lewis, (Editorial PRIAN). El primer libro de una trilogía sobre el uso del poder en México, de la A a la Z. El capítulo sobre el uso del toloache es particularmente interesante.
3. El presidente que vendió su jeep (rojo), por Héctor Larios (Editorial PRIAN, $235). Esta novela de auto-búsqueda, redención, rechazo a la opulencia y sobriedad republicana, crea la figura de un Vicente Fox que nunca conocimos.
4. Nuevo catecismo para indios remisos, por Manuel Espino y Carlos Abascal, con prólogo de Onésimo Cepeda. (Editorial Rivera Carrera, $12). Aprobado en el seno del Vaticano, este nuevo evangelio presenta a un Jesucristo mucho más activo que planea dar un golpe de Estado y convertir a la República Mexicana en un Estado teocrático. En esta versión quedan eliminadas todas las referencias a las mujeres, y excluye la frase: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
5. La carrera de mi vida, por Roberto Madrazo, (Editorial El Alquimista, $540) Si el triunfo de Roberto Madrazo en Berlín le conmovió, no se pierda la crónica de otros maratones a lo largo del mundo. En el apéndice ofrece rutas alternativas.
6. La banda del Jeep rojo, por Marta Sahagún, (Editorial Mandi Lones Press, $90). Entretenidos cuentos basados en las aventuras de una pareja de pillos que se especializa en el arte de hacer que los países pierdan su tiempo. Contiene fotografías autografiadas y una lista de los mejores lugares para comprar toallas.
En bodega
1. Quiúbole con... un libro para Vicente que no debe dejarse al alcance de Marta, por Olga Wornat, (Editorial Enemigos de Fox, $321). Un best seller que contiene explicaciones detalladas sobre qué hacer con el rancho, el país, el partido, los hijos políticos, las revistas del corazón, las entrevistas, los “Hummers” y todo lo demás. Es un manual práctico para enfrentar eventualidades como entrevistas desastrosas con Telemundo.
2. Las mil y un concesiones entregadas por Marta, por Anabel Hernández, (Editorial Proceso, $312). Este controvertido libro, que tardó diez años en salir a la luz debido al amparo interpuesto por la ex primera dama, demuestra cómo Marta Sahagún logró asegurar el patrimonio de sus hijos con la ayuda del IPAB.
3. La izquierda de vanguardia, por Gerardo Fernández Noroña, (Editorial Pejestroika, $5). El reconocido ideólogo del PRD pone en blanco y negro todo lo que debe hacer la izquierda, ahora sí, para llegar a Los Pinos. Entre consejos invaluables incluye las marchas, los plantones, los porros, las tortas y las chamarras de piel. Nota: está disponible en formato de martillo y hoz.
4. Tu hijo, tu espejo, por Paty Fernández Bribiesca, (Editorial Quién, $623). La ex esposa de un hijo de Marta Sahagún cuenta jugosos detalles sobre los negocios que logró hacer con la ayuda de quien fuera primera dama, y hoy vive en el exilio en Mónaco.
5. Los poderes fácticos: ¿realidad o ficción?, por Javier Alatorre, (Editorial Elektra, $5,900). Este agudo autor sostiene la tesis de que en México nunca ha habido una clase empresarial que chantajea a la clase política; todo es una invención de los asesinos de Paco Stanley. Además defiende la reciente campaña de TV Azteca contra la corrupta Interpol, que ha detenido a Ricardo Salinas Pliego por un nuevo caso de defraudación contra sus accionistas minoritarios.
6. “Coopelas o Cuello”, “Chinese Business Review”, por Zhenli Ye Gon, (Editorial Javier Lozano y Asociados, $200.000,000 USD). La última entrega del prestigioso “journal” dedica el volumen entero a analizar cómo hacer negocios en México. Discute ampliamente los permisos de la Secretaría de Salud, los tratados de extradición y el funcionamiento de las aduanas.— México, D.F.dorisarnez@yahoo.com.mx ————— *) Con la colaboración de sus alumnos del curso “Política Mexicana Contemporánea” del ITAM
Publicado en Diario de Yucatán. 21-10-2007.
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Libros de ficción,
no ficción,
usted se merece un descanso,
y en bodega
domingo, 21 de octubre de 2007
José Luis Martin Descalzo: El miedo no construye, perfil del Caníbal Mexicano
39.- Los muebles ensabanados. Tomado del Libro Razones para La Esperanza de José Luis Martín Descalzo.
¿Se acuerdan ustedes de aquella obra de teatro de Grabam Greene que se titulaba El cuarto de estar, en la que todos los personajes vivían aterrados por el miedo a la muerte y, lo que es peor, también por el pánico a la vida? El anciano y tullido de espíritu, padre Jaime Browne, y las no menos viejas solteronas Elena y Teresa, sus hermanas, no tienen otras pasiones que ese miedo a morir y esa fuga de todo lo que pueda significar vida o amor. Y han creado una casa que es ya hija de ese doble miedo: con el paso de los años han ido muriendo sus padres, sus otros hermanos, y los supervivientes han ido cerrando habitaciones. En todo cuarto, en el que alguien muere, que- da para siempre cerrada con llave y cerrojos la puerta y cuidadosa- mente cubiertos de sábanas los muebles. La muerte va así conquistando la casa, piso a piso, cuarto a cuarto, como en una guerra cuerpo a cuerpo. Los que siguen vivos se van viendo arrinconados, expulsa- dos de sus pisos. Viven, en el momento en que Greene sitúa su obra, en pocas y absurdas habitaciones, mientras el resto de la gigantesca morada, que tuvo varios pisos, es ya sólo un inmenso guardamuebles, vacío y habitado sólo por el espantoso fantasma de la deshuesada.
Aquel escenario que Greene dibujaba -y en el que los muebles no encajan, porque se nota que han sido traídos de otras habitaciones y en el que la sala de estar conectaba directamente con un absurdo retrete- me pareció, hace muchos años, cuando vi la obra, el símbolo visible de montones de almas, de toda esa gente que tiene zonas enormes de su vida sin habitar y cuyos corazones no son otra cosa que roperos de muebles ensabanados.
Porque yo conozco a muchas personas que, con el paso de los años, se van recortando y cercenando el corazón.
Tuvieron un día esperanzas de llegar a ser algo en sus vidas, pero, tras los primeros fracasos, se replegaron hacia la amargura, dejaron que cicatrizara su decepción y clausuraren su depósito de esperanzas, como si ya jamás pudiera sacarse de él otra cosa que polvo. Sintieron después algo parecido al amor, se volcaron quizá hacia un hombre o hacia una mujer. Luego fracasó ese amor porque fueron rechazados o, lo que es peor, porque, tras el matrimonio, descubrieron que ese amor era menos apasionante de lo que ellos soñaron. Y nuevamente cerraron en su alma el piso del amor. Cubrieron con sábanas todo lo que pudiera significar una nueva ilusión y se sometieron a esa tristísima filosofía de los que piensan que, para no sufrir, no hay que amar, ya que se sufre siempre cuando se pierden las cosas queridas.
Más tarde esas personas cerraron el piso de sus amistades, después el piso del alma desde el que trabajaban; fueron así, lentamente, suicidándose, cercenándose rebanadas de alma, replegándose a las pocas habitaciones de su egoísmo, a los desvanes de su miedo.
Me impresionan esas almas, lo mismo que las casas deshabitadas hace años- las telarañas han comido los rincones, el polvo ha logrado penetrar bajo las sábanas, que daban a los muebles aspectos fantasmales; ya sólo falta que vengan las lluvias y los vientos y se lleven jirones de ventanas, para que la casa toda comience a oler a cementerio. Hay almas así, demasiadas; almas que, al abrirse, lanzan en torno suyo ese olor a moho de los armarios que nadie abrió durante años.
Esas almas no sólo es que se suiciden, es que matan las ilusiones de quienes se les acercan. En la obra de Greene ocurría algo terrible: a la casa de esos tres solterones, que creen que aman a Dios porque no aman a nadie de este mundo, llega un día Rosa, la sobrina peca- dora que vive una turbulenta pasión por un hombre casado. Llega esta muchacha para pedir ayuda. Y esos tres solterones se asustan no tanto del pecado de su sobrina, sino, sobre todo, de que sea el suyo un pecado de amor, algo que no puede encajar en aquella casa de muerte y de muertos. Y Rosa, abandonada por los purísimos, acabará suicidándose en aquella única habitación que queda a los aterrados, que tendrían también que cerrar, para huir del recuerdo de la muerte allí ocurrida, de ese único cuarto de vivir en el que hasta ahora ¿vivían? ¿O simplemente se disecaban?
Sólo el suicidio de Rosa abrirá los ojos de esos tres muertos vivientes. Descubrirán que los muertos matan, que quienes viven sin amor, además de suicidarse, son venenosos para los demás. Porque no se puede, vivir en una casa de muertos y rodeados de seres que andan, se mueven, comen y hablan, pero tienen las almas disecadas.
El miedo no construye, fue la gran lección que yo aprendí en aquella obra. Es preferible equivocarse a disecarse. Es preferible el error a esa fuga permanente de todo lo que esté vivo. No Se puede vivir esquivando la vida para poder esquivar mejor el dolor. El día que un alma se convierte en una casa en la que todas las esperanzas se han cerrado con llave, en la que la sonrisa se ha visto engualdrapada, en la que las manos se usan no ya para estrechar, sino para defenderse, en la que todo lo que la juventud ofreció no es ya otra cosa que una colección de muebles cubiertos de sábanas, ojalá quede al menos un poco de humildad para pedir a Dios que venga pronto.
¿O tal vez ... ? Sí, tal vez sea mejor decir que ojalá quede todavía ese último resquicio de lucidez que nos descubra que lo mismo que al olmo machadiano «herido por el rayo» pudo brotarle, a pesar de estar seco, una ramita verde, también podría aún, entre los muebles ensabanados, brotar «algún milagro de la primaveras.
El Caníbal es un sociópata, depresivo y dependiente, revelan estudios periciales
Por: Israel Yáñez G. Ciudad
Viernes 19 de Octubre de 2007 Hora de publicación: 00:33
Peritaje. Rodolfo Rojo delineó el perfil sicológico del Canibal de la Guerrero. Foto: Daniel Duarte
El 6 de enero de 1975 fue crucial en la vida de José Luis Calva Zepeda, pues a sus seis años descubrió abruptamente quiénes eran los Reyes Magos, al sorprender a su madre y su hermana mayor en los momentos en que dejaban los juguetes para celebrar la fecha.Para reprenderlo por su atrevimiento, su madre Elia Zepeda lo golpeó y amenazó para que no fuera a decirle nada a sus hermanos, además de romper en su presencia el juguete que le correspondía, como castigo a su falta.Sin embargo, el haberse quedado sin su regalo lo orilló a escapar de su casa, para trabajar como bolero y con el dinero que ganó se compró un juguete similar al que su madre le había roto. Más tarde, cuando regresó a casa, la progenitora se dio cuenta que traía consigo un nuevo juguete, y comenzó a cuestionarle la procedencia, cuando el niño le confesó como lo obtuvo, la mujer montó en cólera y lo golpeó, para después destruir el camioncito que había comprado con su trabajo como lustrabotas; éste fue el inicio de su personalidad de sociópata, revela Rodolfo Rojo, director de la coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría capitalina.De acuerdo con los exámenes periciales sobre el perfil criminológico de Calva Zepeda es un sociópata en potencia, depresivo y dependiente, que no tolera la ausencia de sus seres queridos, posesivo y con tendencias al suicidio, con un coeficiente intelectual elevado, aunque nada excepcional con respecto a las demás personas.La ausencia de la figura paterna, aunado a que fue un niño extremadamente maltratado se convirtieron en los elementos esenciales para forjar su personalidad como asesino.Otro de los acontecimientos que marcaron su existencia, fue el haber abandonado su hogar desde muy niño, resentido por las agresiones sufridas por su madre, por lo cual se independiza y busca un sostén económico como bolero, entre otros oficios de los cuales no da detalles.
¿Se acuerdan ustedes de aquella obra de teatro de Grabam Greene que se titulaba El cuarto de estar, en la que todos los personajes vivían aterrados por el miedo a la muerte y, lo que es peor, también por el pánico a la vida? El anciano y tullido de espíritu, padre Jaime Browne, y las no menos viejas solteronas Elena y Teresa, sus hermanas, no tienen otras pasiones que ese miedo a morir y esa fuga de todo lo que pueda significar vida o amor. Y han creado una casa que es ya hija de ese doble miedo: con el paso de los años han ido muriendo sus padres, sus otros hermanos, y los supervivientes han ido cerrando habitaciones. En todo cuarto, en el que alguien muere, que- da para siempre cerrada con llave y cerrojos la puerta y cuidadosa- mente cubiertos de sábanas los muebles. La muerte va así conquistando la casa, piso a piso, cuarto a cuarto, como en una guerra cuerpo a cuerpo. Los que siguen vivos se van viendo arrinconados, expulsa- dos de sus pisos. Viven, en el momento en que Greene sitúa su obra, en pocas y absurdas habitaciones, mientras el resto de la gigantesca morada, que tuvo varios pisos, es ya sólo un inmenso guardamuebles, vacío y habitado sólo por el espantoso fantasma de la deshuesada.
Aquel escenario que Greene dibujaba -y en el que los muebles no encajan, porque se nota que han sido traídos de otras habitaciones y en el que la sala de estar conectaba directamente con un absurdo retrete- me pareció, hace muchos años, cuando vi la obra, el símbolo visible de montones de almas, de toda esa gente que tiene zonas enormes de su vida sin habitar y cuyos corazones no son otra cosa que roperos de muebles ensabanados.
Porque yo conozco a muchas personas que, con el paso de los años, se van recortando y cercenando el corazón.
Tuvieron un día esperanzas de llegar a ser algo en sus vidas, pero, tras los primeros fracasos, se replegaron hacia la amargura, dejaron que cicatrizara su decepción y clausuraren su depósito de esperanzas, como si ya jamás pudiera sacarse de él otra cosa que polvo. Sintieron después algo parecido al amor, se volcaron quizá hacia un hombre o hacia una mujer. Luego fracasó ese amor porque fueron rechazados o, lo que es peor, porque, tras el matrimonio, descubrieron que ese amor era menos apasionante de lo que ellos soñaron. Y nuevamente cerraron en su alma el piso del amor. Cubrieron con sábanas todo lo que pudiera significar una nueva ilusión y se sometieron a esa tristísima filosofía de los que piensan que, para no sufrir, no hay que amar, ya que se sufre siempre cuando se pierden las cosas queridas.
Más tarde esas personas cerraron el piso de sus amistades, después el piso del alma desde el que trabajaban; fueron así, lentamente, suicidándose, cercenándose rebanadas de alma, replegándose a las pocas habitaciones de su egoísmo, a los desvanes de su miedo.
Me impresionan esas almas, lo mismo que las casas deshabitadas hace años- las telarañas han comido los rincones, el polvo ha logrado penetrar bajo las sábanas, que daban a los muebles aspectos fantasmales; ya sólo falta que vengan las lluvias y los vientos y se lleven jirones de ventanas, para que la casa toda comience a oler a cementerio. Hay almas así, demasiadas; almas que, al abrirse, lanzan en torno suyo ese olor a moho de los armarios que nadie abrió durante años.
Esas almas no sólo es que se suiciden, es que matan las ilusiones de quienes se les acercan. En la obra de Greene ocurría algo terrible: a la casa de esos tres solterones, que creen que aman a Dios porque no aman a nadie de este mundo, llega un día Rosa, la sobrina peca- dora que vive una turbulenta pasión por un hombre casado. Llega esta muchacha para pedir ayuda. Y esos tres solterones se asustan no tanto del pecado de su sobrina, sino, sobre todo, de que sea el suyo un pecado de amor, algo que no puede encajar en aquella casa de muerte y de muertos. Y Rosa, abandonada por los purísimos, acabará suicidándose en aquella única habitación que queda a los aterrados, que tendrían también que cerrar, para huir del recuerdo de la muerte allí ocurrida, de ese único cuarto de vivir en el que hasta ahora ¿vivían? ¿O simplemente se disecaban?
Sólo el suicidio de Rosa abrirá los ojos de esos tres muertos vivientes. Descubrirán que los muertos matan, que quienes viven sin amor, además de suicidarse, son venenosos para los demás. Porque no se puede, vivir en una casa de muertos y rodeados de seres que andan, se mueven, comen y hablan, pero tienen las almas disecadas.
El miedo no construye, fue la gran lección que yo aprendí en aquella obra. Es preferible equivocarse a disecarse. Es preferible el error a esa fuga permanente de todo lo que esté vivo. No Se puede vivir esquivando la vida para poder esquivar mejor el dolor. El día que un alma se convierte en una casa en la que todas las esperanzas se han cerrado con llave, en la que la sonrisa se ha visto engualdrapada, en la que las manos se usan no ya para estrechar, sino para defenderse, en la que todo lo que la juventud ofreció no es ya otra cosa que una colección de muebles cubiertos de sábanas, ojalá quede al menos un poco de humildad para pedir a Dios que venga pronto.
¿O tal vez ... ? Sí, tal vez sea mejor decir que ojalá quede todavía ese último resquicio de lucidez que nos descubra que lo mismo que al olmo machadiano «herido por el rayo» pudo brotarle, a pesar de estar seco, una ramita verde, también podría aún, entre los muebles ensabanados, brotar «algún milagro de la primaveras.
El Caníbal es un sociópata, depresivo y dependiente, revelan estudios periciales
Por: Israel Yáñez G. Ciudad
Viernes 19 de Octubre de 2007 Hora de publicación: 00:33
Peritaje. Rodolfo Rojo delineó el perfil sicológico del Canibal de la Guerrero. Foto: Daniel Duarte
El 6 de enero de 1975 fue crucial en la vida de José Luis Calva Zepeda, pues a sus seis años descubrió abruptamente quiénes eran los Reyes Magos, al sorprender a su madre y su hermana mayor en los momentos en que dejaban los juguetes para celebrar la fecha.Para reprenderlo por su atrevimiento, su madre Elia Zepeda lo golpeó y amenazó para que no fuera a decirle nada a sus hermanos, además de romper en su presencia el juguete que le correspondía, como castigo a su falta.Sin embargo, el haberse quedado sin su regalo lo orilló a escapar de su casa, para trabajar como bolero y con el dinero que ganó se compró un juguete similar al que su madre le había roto. Más tarde, cuando regresó a casa, la progenitora se dio cuenta que traía consigo un nuevo juguete, y comenzó a cuestionarle la procedencia, cuando el niño le confesó como lo obtuvo, la mujer montó en cólera y lo golpeó, para después destruir el camioncito que había comprado con su trabajo como lustrabotas; éste fue el inicio de su personalidad de sociópata, revela Rodolfo Rojo, director de la coordinación de Servicios Periciales de la Procuraduría capitalina.De acuerdo con los exámenes periciales sobre el perfil criminológico de Calva Zepeda es un sociópata en potencia, depresivo y dependiente, que no tolera la ausencia de sus seres queridos, posesivo y con tendencias al suicidio, con un coeficiente intelectual elevado, aunque nada excepcional con respecto a las demás personas.La ausencia de la figura paterna, aunado a que fue un niño extremadamente maltratado se convirtieron en los elementos esenciales para forjar su personalidad como asesino.Otro de los acontecimientos que marcaron su existencia, fue el haber abandonado su hogar desde muy niño, resentido por las agresiones sufridas por su madre, por lo cual se independiza y busca un sostén económico como bolero, entre otros oficios de los cuales no da detalles.
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