jueves, 5 de junio de 2008

De Semillas de Vida:

EL BILLETE DE 100 DÓLARES

Un conferencista muy reconocido, comienza su seminario teniendo muy en alto un billete de 100 dólares. Luego le pregunta a la gente:
- "¿Quién quiere tener este billete?"
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
- "Voy a darle este billete de 100 dólares a alguno de ustedes, pero antes déjenme hacer algo con él."
El conferencista arruga el billete con fuerza y pregunta:
- "¿Aún quieren éste billete?"
Las manos continúan levantadas.
- "Bueno, de acuerdo, pero ¿qué pasaría si hago ésto?"
El conferencista arroja el billete arrugado al piso y salta con los pies juntos encima, pisándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso. Enseguida pregunta:
- "¿Alguien quiere todavía éste billete?"
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!
- "Amigo mío, acabas de aprender una lección. Poco importa lo que yo haga con este billete, sigues queriéndolo porque su valor no ha cambiado, todavía cuesta 100 dólares."

Piensa ahora en ti y en tu vida. Muchas veces en tu vida, tú te sentirás arrugado, rechazado, ensuciado por la gente o por los acontecimientos. Tendrás la impresión de no valer nada, pero en realidad, tu valor no habrá cambiado a los ojos de la gente que te ama. Porque tu valor como persona no depende de lo que has hecho o no. Tú todos los días podrás volver a empezar y lograr tus objetivos, porque tu valor intrínseco estará siempre intacto, porque no importa;

No importa cuantas veces has caído,
Si luego te vuelves a levantar.

No importa cuantas veces has fallado,
Si luego vuelves a empezar.

No importa cuantos sueños has dejado,
Si luego vuelves a soñar.

No importa las calumnias que sufriste,
Si has sabido perdonar.

Autor Desconocido

Querido Amigo:

Donde quiera te encuentres y quien quiera que seas; espero que estés seguro que tú eres un ser sumamente especial. Llevas contigo muchas cosas que quizás desconoces que posees. Detente un poco en tu cotidiano afán y busca dentro de ti mismo lo bueno que puedas brindar.
Otros no tienen lo especial que hay en ti, porque solamente a ti se te ha dado para que lo compartas debidamente. Desde el instante en que se te ha permitido la vida, has pasado a formar parte del inmenso rompecabezas que juntos debemos amar y en donde nadie está de más, ni de menos.
No hay un ser que lleve la vida en vano. Todos tenemos una misión especial y a cada cual le corresponde descubrirla y llevarla a cabo de la mejor manera. Tú eres indispensable y especial, no lo dudes.