miércoles, 14 de noviembre de 2007

La espera perfecta

HAGAMOS QUE NUESTRA ESPERA SEA CORRECTA
Primero esperé crecer. Quería ser grande, y no pude disfrutar de ser pequeño. Después esperé el amor de mi vida, y cuando llegó, no me di cuenta de que ese era. Me alejé de Dios porque pensé que ÉL me había olvidado. No supe esperar las señales y entender que ÉL estaba a mi lado enseñándome el camino.

Hoy a más de la mitad de mi vida, desperté y me di cuenta, que a pesar de haber esperado sin saber qué esperaba, sólo Dios supo darme la paz y la tranquilidad que tanto ansiaba, y sobre todo mi fe que hoy es tan grande, que ya no espero, porque sé que todo llega a su debido momento, cuando Dios lo dispone, porque para ÉL, su tiempo no es mi tiempo.Entonces sé que vivo hoy y disfruto hoy, y cuando lleguen aquellas cosas que mi corazón desea, y que sólo Dios sabe dar, entonces voy a poder verlas y disfrutarlas sin dejarlas pasar esta vez.Nunca es tarde para abrir nuestros ojos y nuestros oídos a la dulce voz del Señor.

Y JAMÁS OLVIDES... Que tu presencia es un regalo para el mundo. Que eres una persona única y diferente a todas las demás. Que tu vida puede ser lo que tú quieres que sea. Vívela un día a la vez. Cuenta tus bendiciones, no tus problemas, y verás cómo irás saliendo adelante. Hay muchas respuestas dentro de ti. Compréndelas, sé valiente, sé fuerte.

No te impongas límites. Tus sueños están esperando hacerse realidad. No dejes tus decisiones importantes al azar. Esfuérzate por llegar a la cima, a tu meta, y a tu premio. Nada hace perder más energía que las preocupaciones. Mientras más tiempo llevas un problema, más pesado se vuelve. No te tomes las cosas demasiado en serio. Vive la vida con serenidad, no con lamentaciones.

Autor Desconocido

Todos nosotros buscamos nuestro bienestar general día a día. Pero en lugar de concentrarnos en las cosas positivas que deseamos nos sucedan, ponemos atención en los aspectos negativos que queremos evitar. Es decir, muy pocas veces pensamos en las formas de aumentar la felicidad, y en los mecanismos para conseguirlo.Es un poco ilógico, pero casi siempre pedimos lo que no queremos que nos suceda. Por ejemplo: Yo no quiero ser infeliz Yo no quiero perder mi trabajo
Yo no quiero ser un miserable

De esta manera tú terminas acentuando tu sentimiento de "miseria", en lugar de cultivar y dominar la alegría.

Esta es la manera correcta:
Yo quiero ser feliz
Yo quiero progresar en mi trabajo
Yo quiero tener éxito
Sólo así, sabrás entonces lo que buscas.

Recuerda que "Lo que dices recibes". Recuerda que un poco de amor puede durar mucho tiempo, y que mucho amor puede durar para siempre. Recuerda que la amistad es una sabia inversión y que los tesoros de la vida son la familia y los amigos.Que tengas salud, esperanza y felicidad. Tómate el tiempo para pedir un deseo a una estrella. Y no te olvides, ni por un día: ¡El ser tan especial que eres TÚ!

Autor Desconocido