viernes, 7 de diciembre de 2007

Paulo Coelho, Como el Lapiz

COMO EL LÁPIZ

El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le pregunto:
- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?

El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.

El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:
- Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.

Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.

Paulo Coelho
Escritor y Novelista Brasilero

A veces mis amigos virtuales me preguntan si mi vida ha sido fácil o difícil. Haciendo un balance de mi vida, ésta ha tenido más momentos de felicidad que de infelicidad.

Cuantas veces nosotros creemos que para ser felices la vida debe ser "fácil", y que si es "difícil" significa que es mala. Tu felicidad no depende de la presencia o ausencia de problemas o contratiempos, sino de la forma en que te decidas vivirla. La vida es un jardín con espinas, pero depende de cada uno acompañarlas con más espinas, o con rosas.Si te detienes a pensar cómo ha sido tu vida, no veas únicamente los problemas, tampoco solamente lo bueno que te ha pasado, míralo todo junto, a fin de cuentas todo es parte de tu vida y algo te ha de haber dejado. Si tienes problemas, no creas que tu vida es mala, y si no los tienes ahora, aprovecha la oportunidad que tienes.

Dios no te ha enviado a este mundo para tener problemas, tampoco para no tenerlos. Dios te envió para ser feliz; aprovecha la oportunidad que tienes y sé feliz; haz como el lápiz.

Todos los lápices son largos y traen un pequeño borrador (pues todos nos equivocamos). Sin embargo, el borrador es mucho menor que el lápiz, indicando que a pesar de que nos equivocamos, es más lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades o simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando pensamos que es más lo malo que lo bueno en nuestras vidas: Sin embargo, es más lo bueno que hay en nosotros, que aquello que amerite llamarse error.
Adelante, no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continua. Dios te ha dado mucho lápiz, pues conoce tus habilidades y cree en las cosas buenas que puedes hacer. Tú tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejarás de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha permitido ser co-autor.