jueves, 1 de noviembre de 2007

Milagros, Chopra, No soy perfecta

LOS MILAGROS

Los milagros ocurren todos los días en nuestras vidas. Brotan desde su fuente oculta, nos rodean de oportunidades y desaparecen. Son las estrellas fugaces de la vida cotidiana. Estas estrellas son tan poco frecuentes que nos parecen mágicas, pero la verdad es que surcan el cielo de manera constante. Sólo que no las notamos durante el día porque estamos deslumbrados por la luz del sol, y en la noche únicamente son visibles si volteamos hacia el lugar correcto, en un cielo oscuro y despejado.Aunque los consideramos extraordinarios, los milagros también surcan nuestra conciencia todos los días. Podemos optar por percibirlos o ignorarlos, sin reparar en que nuestro destino puede pender de un hilo. Sintoniza con la presencia de los milagros y al instante la vida se transformará en una experiencia deslumbrante, más maravillosa y emocionante de lo que jamás imaginaste; ignórala, y una oportunidad se habrá ido para siempre. Más allá de tu ser físico, de tus pensamientos y emociones, en tu interior hay un reino que es potencial puro donde todas las cosas son posibles, incluso los milagros.

Las coincidencias dirigen y dan forma a nuestras vidas; todos hemos experimentado sucesos que pueden considerarse increíbles y asombrosos. Los podemos considerar como meras coincidencias pero son igualmente atisbos de lo milagroso; podemos considerarlos sucesos azarosos en un mundo caótico y desecharlos o podemos reconocerlos como acontecimientos potencialmente cruciales.

Cada coincidencia es un mensaje, una pista sobre un aspecto particular de nuestras vidas que requiere atención. La voz tranquila y sosegada en nuestro interior o un sentimiento visceral respecto de algo o alguien son formas de comunicación a las que debemos hacer caso. Las coincidencias también son mensajes de este tipo. Si prestas atención a las coincidencias de la vida, podrás aprender a escuchar sus mensajes claramente; si comprendes las fuerzas que moldean las coincidencias, puedes llegar a influir en éstas y crear un conjunto propio de coincidencias significativas, aprovechar las oportunidades que te ofrezcan y experimentar la vida como un milagro en constante desarrollo que inspira admiración en todo momento.Casi todos vamos por la vida con un poco de temor, de preocupación y nerviosismo. Somos como niños que juegan a las escondidas: queremos que nos hallen pero esperamos que no lo hagan. Nos preocupamos cuando las oportunidades se acercan demasiado y nos ocultamos en las sombras cuando el temor nos desborda.Esta no es la manera adecuada de vivir; las personas que comprenden la verdadera naturaleza de la realidad, pierden todo temor o aflicción. Las preocupaciones desaparecen. Una vez que comprendemos cómo funciona la vida –el flujo de energía, información e inteligencia que dirige cada momento- empezamos a percatarnos del increíble potencial de ese momento. Las cosas mundanas simplemente dejan de molestarnos. Nos volvemos alegres y nos sentimos llenos de dicha.
Deepak Chopra


NO SOY PERFECTA, GRACIAS SEÑOR

Quise imaginar lo que sería mi vida, estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amada, teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedora de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos... (después de todo eso es lo que anhelan y sueñan los seres humanos). Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual, inmediatamente quise despertar... corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio: ¡No Soy perfecta, gracias Señor!.

Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría sola, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar. Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclava del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, dependiendo de cremas y maquillajes, viviendo una vida superficial; en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad. Prefiero ser pequeña, diferente, estando segura de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, sólo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.

Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amada, y sería una persona indiferente, eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amada y los enormes deseos de dar amor. Ese es el motor de nuestra existencia, si por ello mismo nos creó Dios, más aún, fue tan grande su amor, que experimentó el más grande dolor, tan sólo por amor.

No soy perfecta y le doy gracias a Dios, porque mi imperfección le da sentido a mi vida, me invita a luchar cada día por ser mejor. Gracias Dios, por mi imperfección, pon en mí el toque de tu perfección: "El Amor".

Autor Desconocido