miércoles, 21 de julio de 2010

SEMILLAS DE VIDA: ESPECIALMENTE PARA TI

FORTALEZA

¿Recuerdas cuando te hallaste en medio de la tormenta, gritando en voz alta, llorando, y nadie te ayudó? Gritaste alto y todos pensaron que mentías. De repente te levantaste y retomaste la fortaleza con fe renovada, peleaste hasta el final. De repente ganaste, simplemente en ese punto, has ganado, lo creas o no.

¿De dónde vino tu fortaleza? Reside dentro de nosotros desde el comienzo hasta el final. Sólo si confiamos en el valor que tenemos podemos solucionar todos nuestros problemas dentro de nosotros mismos. Si no podemos, ¿cómo podrán otros? Sólo nosotros conocemos nuestros deseos y sólo nosotros sabemos nuestros planes. Así que no busquemos fuera, sino bien adentro. Así obtendremos todas las respuestas si tan sólo escuchamos en quietud.

Los problemas nunca cesarán. ¿Cuántas veces tocaremos la puerta afuera? ¿Cuántas veces estará la gente a nuestro lado? Terminémoslo aquí y correctamente; pelea por ti mismo con toda tu fuerza. Ganarás porque posees la fortaleza y aún si no la tienes, no te arrepentirás de intentarlo, al final. Pero por encima de todo, nunca olvidemos que la fuente de esa fuerza que está dentro de nosotros, es Dios. Él es nuestra fortaleza. Cuando crees que no puedes, pídele a Él y entonces verás cómo esa fortaleza crece dentro de tu corazón.

EL SILENCIO DE DIOS


Es increíble cómo las cosas se nos pueden salir de control. Pareciera que un día todo está normal y dicha normalidad durara para siempre y al día siguiente es todo lo contrario y pareciera que nunca saldremos de ese desierto temible.

Y es que lo más difícil de esos momentos de desierto es la soledad que se siente, el sentimiento de que Dios se ha olvidado de nosotros, la sed espiritual y que no podemos saciar que produce y sobre todo el desgaste de nuestras fuerzas. Pero aún con todo eso, jamás se nos debería olvidar que Dios nunca nos dejará. Y es que pareciera que a veces Dios está guardando más silencio del necesario, por más que buscamos no encontramos una palabra, por más que anhelamos cosas, no se dan y es difícil cuando lejos de ver lo prometido, vemos todo lo contrario.

Yo sé qué son los silencios de Dios, los he vivido, los he experimentado y ahora estoy aquí. Son duros, difíciles, desgastantes, pero lo mejor de todo y es lo que he aprendido a través de todo esto, siempre después de una etapa de silencio siempre viene otra de bendiciones abundantes. Pareciera que Dios está examinando hasta dónde somos capaces de soportar esos silencios, y no es que nos esté torturando, sino que quiere moldear nuestra vida, nuestro carácter, nuestra fe. Él está seguro que después de esta etapa tú serás mejor que antes.

En mi vida he soportado muchas etapas de silencio, a veces he sentido como que Dios está demasiado ocupado para ponerle atención a mis planes, a mis sueños, momentos en los cuales las oraciones se sienten vacías, en donde el ánimo ha decaído y en donde todo parece que está en contra. Pero déjame decirte que a pesar que sientas todo eso, que estés experimentando uno de los momentos de más silencio de Dios en tu vida, no significa que Él se haya olvidado de ti, ni que no cumplirá lo prometido o que no eres importante para Él, al contrario, Él tiene el cuidado de tu vida, de tus necesidades y sobre todo está trabajando en organizar cómo se cumplirán tus sueños y anhelos del corazón.

Hombres como Abraham, David y Elías entre muchos, pasaron por esos momentos de silencio en donde experimentaron sentimientos encontrados, desesperación, persecución y tantas cosas que aparentemente los querían hacer creer que los propósitos de Dios en sus vidas no se cumplirían, mas al ver el final de cada uno podemos ver como un Abraham considerado amigo de Dios y padre de la fe hizo historia, un David considerado por Dios mismo conforme a su corazón, un Elías que no experimentó la muerte físico sino que fue arrebatado por Dios. Luego de darnos cuenta de los resultados finales de cada uno de estos hombres, no puedo más que quedarme tranquilo esperando la historia que Dios escribirá conmigo.

Debes estar seguro que Dios escribirá una historia nueva contigo, y que si estas pasando por uno de esos momentos de silencio de Dios, es porque hay algo más para ti, es porque tú no eres del montón y porque has sido escogido para algo grande y por ello tienes que ser sometido a la escuela llamada: Silencio, en donde Dios trabajará contigo, para dejarte listo para escribir esa historia preciosa a través de ti. Así que levanta tus ánimos, no desfallezcas, no te rindas tan fácilmente, cree, confía, mantente firme, porque algo grande viene para ti, tú has sido llamado a hacer historia. Este periodo en tu vida es necesario, porque Dios está trabajando en ti, y ten por seguro que la obra final será fabulosa, exacta para la tarea que se te encomendó.

Enrique Monterroza

ORACIÓN PARA ALEJAR EL MIEDO

Padre, hay momentos en que he sentido mucho miedo. Momentos desconcertantes y tormentosos y es cuando digo:

Padre acude a mí en este momento en que tengo miedo.
Acude a mí cuando dudo, cuando me atormento por el dolor y la incomprensión.
Acude a mi cuando el mundanal ruido me afecta y no lo entiendo.
Acude a mí en todo momento en que me veas atormentado por la ignorancia de pensar que no estás cerca.
Acude a mí cuando me enfermo no solo del cuerpo sino del espíritu.
Acude a mí para perdonarme por pensar que no estás cerca.

Amén

PIEDRAS Y PALOS

Abrazando las Dificultades
Julio 21, 2010Reflexiones Cristianas
En la vida podemos ser golpeados con piedras tan grandes que nos dejen magulladuras y cicatrices tan grandes que con dificultad nos podremos levantar. Con cada golpe uno se cae, pero Dios siempre nos recoge.
Él nos quita esas piedras de encima y nos ayuda caminando junto a nosotros tomándonos de la mano.
La vida estará llena de pruebas y dificultades. Las llamo tormentas -tormentas que pueden consumir tanto de nuestra vida, tormentas que nos dejan aferrándonos con toda nuestra fuerza, esforzándonos por no soltar, luchando por sobrevivir.
Algunos de nosotros somos probados más duramente que los demás pero los fuertes que sobreviven estas tormentas son los que resultan victoriosos. Hay un sentimiento maravilloso que viene con la victoria de la fortaleza, perseverancia, determinación y en especial de toda fidelidad a Dios.
Con cada caida... con cada golpe... se aprende una lección.
Con cada lección viene el crecimiento. Con el crecimiento viene la madurez. Aprendemos a no lamentar la dificultad, sino a estar agradecido por ella. Debido a ella nos volvemos mejores.
No debemos voltearnos a mirar a nuestros errores pasados. Tenemos que tomar esos errores como parte de nuestra travesía hacia un mejor futuro. Necesitamos abrazar esas experiencias y permitirles moldearnos en lo mejor que podemos ser. Nadie sabe lo que la vida traerá.
Cada día vendrá con sus propios desafíos, pero necesitamos ser fuertes creyendo que Dios nos sacará adelante. Recordando su promesa de nuestra eterna paz y felicidad.
Yanira Crespo, copyright 2006Los deportistas aman las dificultades porque ellas los hacen crecer. Los soldados saben sortear las hondonas. Los creyentes salimos en victoria de cada dificultad poque en él somos más que vencedores.
El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 1 Samuel 17:46.
Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice El Señor, para librarte. Jeremías 1:19.
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Aprenderé a Amar.