miércoles, 12 de diciembre de 2007

No sea viejo, no pierda la esperanza

NO ES VIEJO

No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino su última esperanza. No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente. No es viejo el que mantiene su fe en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el corazón puro no hay edad. El cuerpo envejece, pero no la actividad creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera. Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día lo están echando del cielo. No se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria Cada hora tiene su gozo. El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea. ¡Ah... si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!

Autor Desconocido

TEMÍA
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo. Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento. Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí. Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo. Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo. Temía el odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia. Temía al ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo. Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día día. Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más. Temía a la oscuridad hasta que vi la belleza de la luz de una estrella. Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas sentido y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más... descubrámoslo!!

lunes, 10 de diciembre de 2007

MIrando las Estrellas y Paulo Coelho

HACER EL CAMPO FÉRTIL

El maestro Zen le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz. El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltase el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año, colocó más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.

Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor dijo el maestro. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas.

Paulo Coelho

APRENDE A CUIDAR DE TI MISMO

- Durante seis años busqué la iluminación – dijo el discípulo. – Siento que estoy cerca, y quiero saber cómo he de dar el siguiente paso.

- Un hombre que sabe buscar a Dios, sabe también cuidar de sí mismo. ¿Cómo te mantienes? – preguntó el maestro.

- Ése es un detalle sin importancia. Mis padres son ricos, y me ayudan en mi búsqueda espiritual. Gracias a ello puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.

- Muy bien – dijo el maestro. - Entonces te explicaré el siguiente paso: mira al sol durante medio minuto.

- El discípulo obedeció. A continuación, el maestro le pidió que describiese el paisaje a su alrededor. No puedo. El brillo del sol me ha deslumbrado.

Un hombre que mantiene los ojos fijos en el sol, termina ciego. Un hombre que sólo busca la Luz y deja sus responsabilidades en manos de los demás, jamás encontrará lo que busca – fue el comentario del maestro.
Paulo Coelho

MIRANDO LAS ESTRELLAS

Mirando las estrellas me di cuenta que en cada una de ellas existe un paraíso. Mirándolas a ellas descubrí la infinidad de cosas que perdemos. Ellas que están allá, tan lejos de este mundo, al menos sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros acá, tan llenos de momentos, nos sentimos morir cuando algo se termina.
Mirando las estrellas comprendí el valor que no damos a la vida. Cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Hoy sin pensar vi volar una estrella en su gran mundo... La vi volar sin rumbo y la noté perdida. Me di cuenta que a veces no sólo en este mundo existe soledad... que ellas también la sienten, como cualquier persona, pero al menos siguen brillando, buscando una razón para salir de ella. En cambio acá, nosotros, pensamos que estar solos es el fin de la vida; y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban.
Mirando las estrellas pude ver que la felicidad llega en cualquier momento... que todo se termina en este mundo, desde lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso. Hoy mirando una estrella, sentí el calor aquel del amor que se fue... Y descubrí que en ella están los sueños, los besos y aquel tiempo que se perdió algún día. Comprendí que el amor tiene un millón de vueltas... Que a veces nos sorprende, nos da felicidad, y a veces se transforma en lo peor que hay.
Mirando una de ellas, crecí un poquito más. Aprendí a sonreír, y a ver la realidad. Mirando una de ellas, pude ver la verdad:

Que no sirve el orgullo cuando existe amistad;
Que no sirve llorar cuando un amor se va;
Que no vale la pena aprender a callar;
Que no existen fronteras cuando tenemos vida...
Que aprender a vivir, es lo mejor que hay!!!!

Autor Desconocido

viernes, 7 de diciembre de 2007

Paulo Coelho, Como el Lapiz

COMO EL LÁPIZ

El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le pregunto:
- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?

El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.

El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:
- Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.

Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.

Paulo Coelho
Escritor y Novelista Brasilero

A veces mis amigos virtuales me preguntan si mi vida ha sido fácil o difícil. Haciendo un balance de mi vida, ésta ha tenido más momentos de felicidad que de infelicidad.

Cuantas veces nosotros creemos que para ser felices la vida debe ser "fácil", y que si es "difícil" significa que es mala. Tu felicidad no depende de la presencia o ausencia de problemas o contratiempos, sino de la forma en que te decidas vivirla. La vida es un jardín con espinas, pero depende de cada uno acompañarlas con más espinas, o con rosas.Si te detienes a pensar cómo ha sido tu vida, no veas únicamente los problemas, tampoco solamente lo bueno que te ha pasado, míralo todo junto, a fin de cuentas todo es parte de tu vida y algo te ha de haber dejado. Si tienes problemas, no creas que tu vida es mala, y si no los tienes ahora, aprovecha la oportunidad que tienes.

Dios no te ha enviado a este mundo para tener problemas, tampoco para no tenerlos. Dios te envió para ser feliz; aprovecha la oportunidad que tienes y sé feliz; haz como el lápiz.

Todos los lápices son largos y traen un pequeño borrador (pues todos nos equivocamos). Sin embargo, el borrador es mucho menor que el lápiz, indicando que a pesar de que nos equivocamos, es más lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades o simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando pensamos que es más lo malo que lo bueno en nuestras vidas: Sin embargo, es más lo bueno que hay en nosotros, que aquello que amerite llamarse error.
Adelante, no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continua. Dios te ha dado mucho lápiz, pues conoce tus habilidades y cree en las cosas buenas que puedes hacer. Tú tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejarás de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha permitido ser co-autor.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Sobre El egoísmo, el 21 de dic. baja el angel de la Navidad

El Egoísmo
Publicado por Malena el 5 de Septiembre de 2007 a las 07:38 am

Sólo cuando desaparece el Ego y surge la conciencia podemos pensar con el corazón.

La persona egoísta está centrado en si misma y vive en un mundo cerrado.
El egoísmo es diferente al amor propio, que es necesario y saludable, porque el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio y quiere todo para él porque se siente miserable y vacío.
La diferencia entre el amor propio y el egoísmo es que mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para su propio beneficio, manipulándolos como objetos.
Buda decía que si la gente no se odiara tanto a si misma, habría menos sufrimiento en el mundo, porque el odio hacia si mismo se proyecta con agresividad y violencia.
El hombre egoísta está solo y aislado, por eso trata de llenar su vida con objetos. Su personalidad puede ser depresiva con rasgos obsesivos.
El egoísta se va quedando solo por elección, porque es incapaz de compartir nada.
El egoísta según Freud, o avaro, tiene un trauma en la etapa sádico anal. La fijación en esa etapa produce un modo de relación sadomasoquista y un apego desmedido por el dinero (símbolo de las heces) del cual no quiere desprenderse, por placer, recreando el mismo placer infantil que le producía la contención de las heces.

Un Cuento para Pensar
El Egoísta
La única razón por la que vine es para contarles un cuento, dijo el viejo al entrar a unos cuantos hombres que ocupaban una mesa en la taberna de ese oscuro pueblo perdido en las montañas.
Hacía frío y aunque no era tarde, pocos se atrevían a salir por la copiosa nevada; y sólo la tenue luz de los faroles intentaba abrirse paso a través de la nieve, logrando apenas iluminar la calle.
El recién llegado se acercó al fuego para calentar sus manos y se sentó frente a ellos sonriendo, mientras observaba con picardía las caras ansiosas de sus amigos que esperaban impacientes su relato.
Había una vez un hombre muy egoísta que vivía en un pequeño pueblo. Se mantenía con una renta heredada y pasaba todos los días del año encerrado en su casa. En eso consistía la vida para él, en una continua sucesión de días con sus noches, durante la mayoría de las cuales le resultaba muy difícil conciliar el sueño.
Le complacía contar su dinero a diario como un ritual, para guardarlo luego en una antigua caja con candado.
Un día, se desató en esa región una gran tormenta que duró varios días. Grandes inundaciones asolaban esa comarca y mucha gente estaba en peligro de morir ahogada sin la posibilidad de que nadie la socorriera. Los servicios de salvamento resultaban insuficientes y la ayuda que podían brindar era escasa.
El hombre egoísta, que vivía en la parte alta del pueblo, se pasaba largas horas mirando caer la lluvia a través del vidrio de una pequeña ventana, indiferente a los padecimientos de sus vecinos, mientras pensaba interiormente qué suerte tenía de vivir en ese lugar tan alto mientras otros infelices se estaban ahogando.
Su egoísmo no consideraba la posibilidad de prestar ayuda y aplacaba su conciencia pensando que era muy difícil que alguien viniera a salvarlo a él si estuviera en peligro.
Pero esa noche tuvo un sueño. Soñó que su casa había sido alcanzada por la correntada y que él estaba a punto de hundirse en el agua. Había creído hasta ese momento que estaba preparado para enfrentar a la muerte, sin embargo en su sueño comenzó a gritar desesperadamente pidiendo ayuda.
Se despertó gritando todavía, con la desesperación propia del que sabe que nadie lo oye ni acude para salvarlo.
La lluvia había cesado y sólo se escuchaba el silencio, porque hasta los pájaros habían huido hacia otra parte.
Se puso las botas y su gruesa capa de abrigo, y se presentó en la parroquia, donde se estaba
organizando una campaña de ayuda a los damnificados

Significado de la Corona de Adviento, preparémonos

La Corona de Adviento

La corona de adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada domingo de adviento encendemos una vela mas hastallegar a la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si no hay velas de esos colores aun se puede hacer la corona ya que lo mas importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.
Origen: La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.
Nueva realidad: Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.». La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."
En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
Las ramas de verde perenne recuerdan Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.
El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.
Recordamos la larga espera de la Humanidad que, cayendo en pecado, vivía en oscuridad. El Pueblo de Israel recibió de Dios la promesa y los profetas la mantenían viva en los corazones. Nosotros, por el bautismo, estamos llamados a ser profetas y anunciar el reino de Dios. Es así que nosotros, en Cristo, somos luz.
ORACIÓN CON LA CORONA DE ADVIENTO
Primera Semana Todos hacen la señal de la cruz.(Las lecturas se pueden repartir de antemano entre la familia pero es significativo que la cabeza del hogar tome las lecturas principales):Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"Líder: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa.
Lectura del profeta Isaías 9:1-2El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande.Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos.Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría.Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,como se regocijan repartiendo botín. "Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Líder: Rm. 13, 11-12. "Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está mas cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz"
Bendición de la corona Líder: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.Líder: "Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,La sabiduría que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona.Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación. Que venga pronto y sin tardanza.Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.Todos: "amen".
Se enciende la primera velaLíder: "Bendigamos al Señor"Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Recordamos al virtud de la Fe.La AnunciaciónLa Virgen María, como el pueblo judío, esperaba la venida del Salvador, rezaba, leía, meditaba y guardaba las Sagradas Escrituras en su corazón.Nosotros nos preparamos para dar nuestro "Si" unidos a María en la Anunciación.Tiempo de silencio / Tiempo de intercesiónPadre Nuestro / Ave María.
Oración final: "Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.Todos: "Amén".
Segunda Semana
Todos hacen la señal de la cruz.Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Lectura bíblica: 1Tesalonisenses 5,23-24 "Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida del Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas" "Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Se encienden dos velasLíder: "Bendigamos al Señor"Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Recordamos la virtud de la CaridadLa VisitaciónMaría fue presurosa a servir a su prima Isabel ya que el ángel le avisó que de ella nacería un niño: Juan Bautista. No temió la distancia y las dificultades. Respondió con un amor que se hace servicio y que une corazones.
Acción: Es tiempo de ir a servir a los que mas nos necesitan, en especial los pobres, los enfermos... los ancianos
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesiónPadre Nuestro / Ave María.
Oración final: "Señor Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén".
Tercera Semana
Todos hacen la señal de la cruz.Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Lecturas bíblicas:Primera lectura: 1 Tesalonicenses 3,12-13 "Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre”"Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Segunda lectura: Filipenses 4,4-5. "Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca." "Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Se encienden tres velasLíder: "Bendigamos al Señor"Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
EsperanzaA BelénLa Virgen vuelve a viajar, lejos de su familia y amistades, obedece el mandato del emperador... En Belén ella y San José no encuentran sino rechazo. Todo parece salir muy mal... Por menos algunos matrimonios se han divorciado. Pero ellos no pierden la esperanza.
No hay Navidad sin sufrimiento, sin la prueba y la superación de los egoísmos. La esperanza cristiana lo vence todo. No es resignación negativa. Hace todo lo posible para hacer de las situaciones difíciles lo mejor. No pierde de vista a Dios que se hace presente en el corazón humilde y fiel.
Tiempo de silencio. / Tiempo de intercesiónPadre Nuestro. / Ave María.
Oración final:Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén".
Cuarta SemanaTodos hacen la señal de la cruz.Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Lectura bíblica:Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".Líder: "Ven, Señor, y no tardes.Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo".
Se encienden las cuatro velasLíder: "Bendigamos al Señor"Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Humildad y gloriaEl Nacimiento de Jesús
Líder: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7)"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieronlos días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.""Palabra de Dios"Todos: "Te alabamos Señor".
Meditación: La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesiónPadre Nuestro / Ave María.
Oración FinalDerrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: "Amén"

Estamos en Adviento, artículo de Gaby Vargas

Todo sin renunciar a nada
Gaby Vargas
Publicado en el Diario de Yucatán 2-12-2007

Recuerdo el momento en que mi papá se enteró del proyecto y su mirada mientras me dice: “¿Estás segura, m'hija? ¿Cuál es la necesidad de que te metas en estos temas?”. Siempre he tratado de ser congruente en mi vida. La esperanza de poder ayudar a muchos jóvenes a través de información divertida y fundamentada me anima a correr el riesgo. Durante la investigación sobre los adolescentes —que nos tomó cuatro años y medio—, aprendo mucho. Con pena me entero de cifras alarmantes, dejo atrás varios tabúes y muchas creencias ilusorias acerca de la vida que los papás, con frecuencia, suponemos que los jóvenes llevan y me enfrento a la realidad. No puedo quedarme de brazos cruzados. Asumo el riesgo que significa poner mi nombre en dos libros totalmente diferentes a mi estilo. Comprendo la sorpresa, no siempre positiva, que muchos lectores se llevan al ver cómo tratamos abiertamente los temas de sexualidad, drogadicción, conductas autodestructivas y suicidio; temas que incomodan, junto con otros que, sin duda, resultan mucho más cómodos y seguros de abordar. Durante el tiempo de la investigación, las entrevistas personales, los grupos de enfoque que realizamos a jóvenes de ambos sexos puedo darme cuenta de que son muchos los factores que están colaborando a incrementar las cifras negativas de embarazos no deseados, alcoholismo y demás asuntos que ya conocemos. Uno de ellos, la falta de mamá. Un nuevo libro Como resultado de esta experiencia y con total conocimiento de lo que significa presionar botones incómodos decido escribir un nuevo libro. Me doy cuenta de que una de las razones de que haya aumentado las cifras negativas se debe al reto que tenemos las mujeres de tratar de hacer y tenerlo todo sin renunciar a nada. ¿Se puede? ¿Podemos? Además, la experiencia me ha llevado a aprender que todo tiene un costo en la vida. Y como dice mi querida amiga Olga Sánchez Cordero: “Yo sé mi costo y lo pago puntualmente”. Cada mujer debe estar consciente de ese costo que está dispuesta a pagar. ¿Tiempo libre personal? ¿Tiempo con la pareja? ¿Salud? ¿Tiempo con los hijos? ¿Con las amigas? ¿Postergar las metas profesionales? ¿Claudicar a ellas? ¿Hasta dónde? “Soy mujer, soy invencible ¡y estoy exhausta!” es el título de este nuevo libro que presenté el fin de semana en la Feria del Libro de Guadalajara, evento al que estás cordialmente invitado/a. Sin duda, no hay marcha atrás. La mujer que ha probado la satisfacción personal que proporciona el poder contribuir con su trabajo a tener un mejor producto, servicio o país, amén de darle una mejor calidad de vida a su familia, difícilmente regresará a encerrarse dentro de las cuatro paredes de su casa. Sin embargo, hoy estamos rebasadas. El tiempo no nos alcanza, vivimos con sentimientos de culpa, con ese visitante incómodo que nos dice que “algo” no estamos haciendo o nos falta por hacer. Sin embargo, las mujeres tenemos una gran fortaleza interna y externa que todavía no acabamos de reconocer. Toda mujer que se enfrenta a una situación límite, como sacar adelante a una familia, un hijo con discapacidad o un proyecto, es invencible. Llegó el momento.Hoy es el tiempo de las mujeres. Nuestro tiempo. Es nuestro momento y nuestra oportunidad. También, nuestro gran reto. Todas las mujeres, solteras, casadas, las que trabajan en casa, las profesionistas esforzadas, las que dan todo de sí mismas y, a veces, un poco más, buscamos un equilibrio y tenerlo todo sin renunciar a nada. La pregunta es: ¿Se puede? Sí, sí se puede, pero… no al mismo tiempo. ¿El costo? Cada mujer a diario lo decide… Me encantará conocer tu opinión: genioyfigura@gabyvargas.com.

martes, 4 de diciembre de 2007

Duelo, pérdida de seres queridos, recuperación

¡BUENOS DÍAS, HERMOSO LUTO!

Cuando se produce una herida emocional, el cuerpo comienza un proceso tan natural como la curación de una herida física, y hay que dejar que el proceso ocurra. Creer en esta capacidad dará lugar a la curación. Has de saber que el dolor se irá y que, cuando se haya ido, serás más fuerte, más feliz, más sensible y más despierto.

CÓMO SOBREVIVIR A LA PÉRDIDA DE UN AMOR
Melva Colgrove, Harold Bloomfield y P. McWilliams

Cuesta toda una vida decirle adiós a muchas cosas. A medida que vayamos viviendo, le diremos adiós a los seres, cosas e ideas queridos. Y al final, le decimos adiós a la vida misma con nuestra muerte. Aprende a decir adiós. Permítete llorar cada pérdida. Lo mismo que con una herida física, el cuerpo tiene su propio ritmo para curarse. El cuerpo te dirá cuándo está curado.

Comprender el proceso de recuperación de una herida emocional es algo valioso (aunque no necesariamente una técnica para acelerar el proceso de recuperación), pero sobre todo es como una garantía para que sepas que, cualquiera que sea la fase en que te encuentres del proceso, todo se desarrolla con normalidad.

Hay tres fases distintas en el proceso de recuperación. Nosotros experimentamos cada una de estas fases independientemente de la pérdida que hayamos sufrido. La única diferencia es la intensidad del sentimiento y la duración. Cuando se trata de una pérdida de poca importancia pasamos por las tres etapas, en cuestión de unos pocos minutos. Pero si se trata de una pérdida muy grande, el proceso de recuperación puede durar años.

La primera fase es la de shock/negación. Nuestro cuerpo y nuestras emociones se vuelven insensibles al dolor. La mente se niega a aceptar la realidad. A menudo, las primeras palabras que proferimos al enterarnos de la pérdida son: "No, no es verdad" o "No, no puede ser".

La segunda fase es la rabia/depresión. La persona o cosa causante de la pérdida nos hace sentir enojados (incluida la persona perdida). A menudo volvemos la rabia en contra nuestra y nos sentimos culpables por lo que hicimos o no (el hecho de querer darle la culpa a los demás o a nosotros mismos no siempre es racional). La fase depresiva de la pérdida es la tristeza que la acompaña a menudo: las lágrimas, el dolor, la desolación. Tenemos miedo de que nunca más volveremos a querer o a ser queridos.

La tercera fase es la comprensión/aceptación. Nos damos cuenta de que la vida sigue, que la pérdida es algo consubstancial a la vida y que nuestra vida puede y será completa sin la presencia de aquello que se perdió. También nos damos cuenta de que, al vivir las dos primeras etapas de la recuperación, hemos aprendido muchísimo acerca de nosotros mismos, que nos hemos hecho mejores personas por la experiencia que hemos adquirido. Si no nos damos el tiempo y la libertad necesarios para curarnos, una parte de nuestra capacidad para vivir la vida se congela, se vuelve inservible para los grandes sentimientos que parecen gustarnos tanto: felicidad, alegría, contento, amor, paz. El mecanismo que nos hace sentir la rabia y la depresión es el mismo que nos hace sentir la paz y el amor. Si tú rechazas sentir la rabia y el dolor de una pérdida, no estarás en condiciones de sentir cualquier otra cosa hasta que esa parte que hay en ti que los rechaza se restablezca.

En el pasado, quizá negábamos el dolor que nos producía una pérdida (trabajando horas extra, tomando drogas -entre ellas el tabaco y el alcohol-, realizando otras actividades que crearan adicción, o mediante la fuerza de voluntad pura y simple -"¡No pienso volver a sentirme triste por esto nunca más!"-). Si todo eso es cierto, lo más probable es que las zonas que antaño sufrieron alguna pérdida todavía no se hayan recobrado.

Cuando te abres a un mayor aprendizaje acerca de ti mismo, en todas esas zonas se produce un "deshielo", y todos los sentimientos de tristeza, miedo y rabia afloran a la superficie. Si eso pasa, quiérete lo suficiente como para vivir el proceso de curación que en el pasado no te permitiste tener.

No hace falta que sepas en qué consistió la pérdida (lo más probable es que sea una combinación de varias pérdidas a lo largo de muchos años), basta con que en esta ocasión te dejes curarte a ti mismo. En otras palabras, no te interpongas en tu propio camino. Siéntete mal si quieres sentirte mal. Siente el regocijo también. La curación se está produciendo. Una parte de ti que hasta ahora era inservible está siendo reclamada para que en el futuro pueda vivir la alegría.

A veces una pérdida sin importancia puede desencadenar el dolor de una pérdida anterior que todavía no se ha sanado. Te puedes preguntar, por ejemplo, "¿por qué me ha trastornado tanto el rechazo de esa persona? Pero si acababa de conocerla". A lo mejor todo consiste en que la curación de una vieja amistad que perdiste (alguna que significó mucho para ti) está teniendo lugar.

Melva Colgrove, Harold Bloomfield y P. McWilliams