Todo sin renunciar a nada
Gaby Vargas
Publicado en el Diario de Yucatán 2-12-2007
Recuerdo el momento en que mi papá se enteró del proyecto y su mirada mientras me dice: “¿Estás segura, m'hija? ¿Cuál es la necesidad de que te metas en estos temas?”. Siempre he tratado de ser congruente en mi vida. La esperanza de poder ayudar a muchos jóvenes a través de información divertida y fundamentada me anima a correr el riesgo. Durante la investigación sobre los adolescentes —que nos tomó cuatro años y medio—, aprendo mucho. Con pena me entero de cifras alarmantes, dejo atrás varios tabúes y muchas creencias ilusorias acerca de la vida que los papás, con frecuencia, suponemos que los jóvenes llevan y me enfrento a la realidad. No puedo quedarme de brazos cruzados. Asumo el riesgo que significa poner mi nombre en dos libros totalmente diferentes a mi estilo. Comprendo la sorpresa, no siempre positiva, que muchos lectores se llevan al ver cómo tratamos abiertamente los temas de sexualidad, drogadicción, conductas autodestructivas y suicidio; temas que incomodan, junto con otros que, sin duda, resultan mucho más cómodos y seguros de abordar. Durante el tiempo de la investigación, las entrevistas personales, los grupos de enfoque que realizamos a jóvenes de ambos sexos puedo darme cuenta de que son muchos los factores que están colaborando a incrementar las cifras negativas de embarazos no deseados, alcoholismo y demás asuntos que ya conocemos. Uno de ellos, la falta de mamá. Un nuevo libro Como resultado de esta experiencia y con total conocimiento de lo que significa presionar botones incómodos decido escribir un nuevo libro. Me doy cuenta de que una de las razones de que haya aumentado las cifras negativas se debe al reto que tenemos las mujeres de tratar de hacer y tenerlo todo sin renunciar a nada. ¿Se puede? ¿Podemos? Además, la experiencia me ha llevado a aprender que todo tiene un costo en la vida. Y como dice mi querida amiga Olga Sánchez Cordero: “Yo sé mi costo y lo pago puntualmente”. Cada mujer debe estar consciente de ese costo que está dispuesta a pagar. ¿Tiempo libre personal? ¿Tiempo con la pareja? ¿Salud? ¿Tiempo con los hijos? ¿Con las amigas? ¿Postergar las metas profesionales? ¿Claudicar a ellas? ¿Hasta dónde? “Soy mujer, soy invencible ¡y estoy exhausta!” es el título de este nuevo libro que presenté el fin de semana en la Feria del Libro de Guadalajara, evento al que estás cordialmente invitado/a. Sin duda, no hay marcha atrás. La mujer que ha probado la satisfacción personal que proporciona el poder contribuir con su trabajo a tener un mejor producto, servicio o país, amén de darle una mejor calidad de vida a su familia, difícilmente regresará a encerrarse dentro de las cuatro paredes de su casa. Sin embargo, hoy estamos rebasadas. El tiempo no nos alcanza, vivimos con sentimientos de culpa, con ese visitante incómodo que nos dice que “algo” no estamos haciendo o nos falta por hacer. Sin embargo, las mujeres tenemos una gran fortaleza interna y externa que todavía no acabamos de reconocer. Toda mujer que se enfrenta a una situación límite, como sacar adelante a una familia, un hijo con discapacidad o un proyecto, es invencible. Llegó el momento.Hoy es el tiempo de las mujeres. Nuestro tiempo. Es nuestro momento y nuestra oportunidad. También, nuestro gran reto. Todas las mujeres, solteras, casadas, las que trabajan en casa, las profesionistas esforzadas, las que dan todo de sí mismas y, a veces, un poco más, buscamos un equilibrio y tenerlo todo sin renunciar a nada. La pregunta es: ¿Se puede? Sí, sí se puede, pero… no al mismo tiempo. ¿El costo? Cada mujer a diario lo decide… Me encantará conocer tu opinión: genioyfigura@gabyvargas.com.
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