ALCANZA TU SUEÑO
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. "Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños".
Autor Desconocido
jueves, 24 de enero de 2008
miércoles, 23 de enero de 2008
Voy con todo por Gaby Vargas
Publicado en el Diario de Yucatán, 13-01-2008.
¨Va, y voy con todo...”
Gaby Vargas
Imagina tu vida como si fuera un viaje. Vas caminando con una mochila a la espalda y, mal que bien, progresas y avanzas hasta que, de repente, te topas con una pared de tabique que bloquea por completo el camino a tu destino.¿Qué haces? Se te presentan diferentes opciones. ¿Te quejas y renuncias? ¿Te das la vuelta y regresas? O bien, ¿avientas la mochila al otro lado y ves la forma de pasar, ya sea por encima, rodear la pared o lo que haya que hacer para continuar tu camino? Ahí está la diferencia… Hasta que te comprometes a hacer algo las dudas se alejan y la tentación de regresar o renunciar se van. Surge la determinación. Y esta cualidad es como un tren pesado que avanza sin frenar. Además, lo maravilloso es que una vez que siembras en tu cerebro la idea y dices “Va. Voy con todo” sientes algo muy importante en el corazón; parece que manos invisibles te ayudan a localizar y detectar formas para lograrlo. Esto puede ser desde comprar una computadora, bajar de peso, obtener el ascenso o escalar el Everest. En 1879, Thomas Edison anunció públicamente que mostraría su invento, el bulbo eléctrico de luz, para el último día del año, a pesar de que sus numerosos intentos por lograrlo hasta ese momento habían sido un rotundo fracaso. Pues Edison aventó su mochila al otro lado de la pared y dijo “Va, y voy con todo”, y lo dijo convencido de corazón, y el 31 de diciembre de ese año nació el foco eléctrico que hasta la fecha utilizamos. Es importante hacer el ejercicio de fijarnos metas aunque a veces nos cueste trabajo. Ponerlas en blanco y negro y platicarlas con nuestra pareja o un amigo. Eso crea un compromiso explícito que al creerlo, nos dicen los psicólogos, se convierte en una profecía de autorrealización.Cuando nos decidimos a aventar la mochila al otro lado de la pared demostramos fe en nosotros mismos, en nuestra habilidad y capacidad de conseguir un sueño y vencer obstáculos. Creamos nuestra realidad, en lugar de reaccionar contra ella. Está demostrado por la Psicología que si te fijas objetivos en el plano personal, profesional, familiar, tienes muchas más probabilidades de lograrlos que si no lo haces. Bien dice el dicho que el viento favorece sólo al marinero que sabe a dónde va.Si no lo has hecho, te invito a que antes de que termine este mes te dediques a ti un rato. Aíslate un poco del mundanal ruido, contacta tu interior y piensa: ¿Qué quiero? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué puedo hacer para ser más feliz? ¿Y a los demás? Escríbelo, siéntelo y créelo. Esta semana un amigo comentó, un poco en broma, que respecto a sus propósitos para este 2008 él no se pondría propósitos, sólo deseos, porque de no lograrlos se frustraría mucho. En el momento nos reímos y nos sentimos identificados, sin embargo es cierto, muchos nos quedamos en el plano del “deseo”: deseo bajar de peso, deseo hacer más ejercicio y demás. Es lo mismo que andar por la vida con el freno y el acelerador puestos. Al pensar así, implícitamente nos damos permiso de fallar.Para en verdad lograr lo que queremos se requiere de algo más que un deseo. Este año necesitamos fijarnos por lo menos una meta, algo tangible, realizable, ponernos un tiempo; planearlo bien, decidirnos a llegar, saber que lo vamos a conseguir, desearlo de corazón y decirnos: “Va, y voy con todo”.
¨Va, y voy con todo...”
Gaby Vargas
Imagina tu vida como si fuera un viaje. Vas caminando con una mochila a la espalda y, mal que bien, progresas y avanzas hasta que, de repente, te topas con una pared de tabique que bloquea por completo el camino a tu destino.¿Qué haces? Se te presentan diferentes opciones. ¿Te quejas y renuncias? ¿Te das la vuelta y regresas? O bien, ¿avientas la mochila al otro lado y ves la forma de pasar, ya sea por encima, rodear la pared o lo que haya que hacer para continuar tu camino? Ahí está la diferencia… Hasta que te comprometes a hacer algo las dudas se alejan y la tentación de regresar o renunciar se van. Surge la determinación. Y esta cualidad es como un tren pesado que avanza sin frenar. Además, lo maravilloso es que una vez que siembras en tu cerebro la idea y dices “Va. Voy con todo” sientes algo muy importante en el corazón; parece que manos invisibles te ayudan a localizar y detectar formas para lograrlo. Esto puede ser desde comprar una computadora, bajar de peso, obtener el ascenso o escalar el Everest. En 1879, Thomas Edison anunció públicamente que mostraría su invento, el bulbo eléctrico de luz, para el último día del año, a pesar de que sus numerosos intentos por lograrlo hasta ese momento habían sido un rotundo fracaso. Pues Edison aventó su mochila al otro lado de la pared y dijo “Va, y voy con todo”, y lo dijo convencido de corazón, y el 31 de diciembre de ese año nació el foco eléctrico que hasta la fecha utilizamos. Es importante hacer el ejercicio de fijarnos metas aunque a veces nos cueste trabajo. Ponerlas en blanco y negro y platicarlas con nuestra pareja o un amigo. Eso crea un compromiso explícito que al creerlo, nos dicen los psicólogos, se convierte en una profecía de autorrealización.Cuando nos decidimos a aventar la mochila al otro lado de la pared demostramos fe en nosotros mismos, en nuestra habilidad y capacidad de conseguir un sueño y vencer obstáculos. Creamos nuestra realidad, en lugar de reaccionar contra ella. Está demostrado por la Psicología que si te fijas objetivos en el plano personal, profesional, familiar, tienes muchas más probabilidades de lograrlos que si no lo haces. Bien dice el dicho que el viento favorece sólo al marinero que sabe a dónde va.Si no lo has hecho, te invito a que antes de que termine este mes te dediques a ti un rato. Aíslate un poco del mundanal ruido, contacta tu interior y piensa: ¿Qué quiero? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué puedo hacer para ser más feliz? ¿Y a los demás? Escríbelo, siéntelo y créelo. Esta semana un amigo comentó, un poco en broma, que respecto a sus propósitos para este 2008 él no se pondría propósitos, sólo deseos, porque de no lograrlos se frustraría mucho. En el momento nos reímos y nos sentimos identificados, sin embargo es cierto, muchos nos quedamos en el plano del “deseo”: deseo bajar de peso, deseo hacer más ejercicio y demás. Es lo mismo que andar por la vida con el freno y el acelerador puestos. Al pensar así, implícitamente nos damos permiso de fallar.Para en verdad lograr lo que queremos se requiere de algo más que un deseo. Este año necesitamos fijarnos por lo menos una meta, algo tangible, realizable, ponernos un tiempo; planearlo bien, decidirnos a llegar, saber que lo vamos a conseguir, desearlo de corazón y decirnos: “Va, y voy con todo”.
martes, 22 de enero de 2008
La Semilla del Amor, el amor nos enseña a respetar
LA BÚSQUEDA DEL AMOR
Al comienzo de nuestra vida sentimos la necesidad del otro. Si de chicos permaneciéramos solos, no sobreviviríamos mucho tiempo. Al iniciar nuestra etapa de relaciones afectivas, diferentes a las familiares, podríamos decir que es ése el despertar de nuestra búsqueda del amor. Para buscar el amor, primero hay que amarse sin medida, sin reservarse nada, porque sólo quien se ama sin medida, es capaz de donarse por completo. El amor es como una semilla, la semilla más hermosa y fecunda de la vida, aunque algunas veces se riegue con lágrimas; siempre podremos esperar los frutos con fe aunque broten con dolor, con alegría aunque vengan bañados en lágrimas, con certeza aunque haya que creer en los milagros. La semilla del amor brota sin importarle el mundo, es libre de los designios egoístas, la semilla del amor crece por el entendimiento mutuo y no por la fuerza que se impone. La semilla del amor brota por sí misma. La ilusión más grande es hallar el amor, el momento más feliz es encontrarlo, el instante culminante es afianzarlo, y el más sublime es la perseverancia para verlo crecer y saberlo vivir en la cotidianidad del día a día con la paciencia del más sabio jardinero. El ideal del amor es la felicidad, pero si se idealiza perfecto se torna inalcanzable, y si se le concibe tan corriente se torna banal y hasta se prostituye. Amar es descubrir que dentro llevamos una fuente capaz de rebosar la vida de alegrías, de entusiasmo y de fe. Es encontrar la clave de la honestidad y la confianza, es abrir de par en par las puertas del corazón, formando puentes que unen en el diálogo sincero, capaz de comprender la elocuencia del silencio.El amor no se despilfarra ni se mezquina, el amor no se impone a la fuerza, no se reclama, ni se exige. El amor se merece poco a poco, se gana lentamente, se reinventa muchas veces y se hace crecer con los detalles. El amor revela en nosotros el filósofo que llevamos dentro, que nos lleva a comprender antes que juzgar, a perdonar antes que condenar, a ceder antes que presionar, a dialogar antes que discutir, a buscar soluciones antes que provocar problemas, a crecer antes que estancarnos. El amor nos enseña a respetar. Sin el respeto, el amor comienza a agonizar, luego la indiferencia le remata. El amor es un bálsamo que cura todas las cicatrices de la vida, es la panacea que alivia todos los dolores y sana todos los males. El amor es como las olas del mar, encierra la fuerza salvaje de las tempestades, y la capacidad de acomodarse y plegarse ante la más suave de las brisas. El amor no es estático sino que se dinamiza al compás de la comprensión y el entendimiento mutuo. El amor es el eslabón primordial en el tejido de la vida. Sin él, somos vacíos y con él somos distintos sin dejar de ser los mismos.
Luis Arnulfo Cáceres Gómez
Al comienzo de nuestra vida sentimos la necesidad del otro. Si de chicos permaneciéramos solos, no sobreviviríamos mucho tiempo. Al iniciar nuestra etapa de relaciones afectivas, diferentes a las familiares, podríamos decir que es ése el despertar de nuestra búsqueda del amor. Para buscar el amor, primero hay que amarse sin medida, sin reservarse nada, porque sólo quien se ama sin medida, es capaz de donarse por completo. El amor es como una semilla, la semilla más hermosa y fecunda de la vida, aunque algunas veces se riegue con lágrimas; siempre podremos esperar los frutos con fe aunque broten con dolor, con alegría aunque vengan bañados en lágrimas, con certeza aunque haya que creer en los milagros. La semilla del amor brota sin importarle el mundo, es libre de los designios egoístas, la semilla del amor crece por el entendimiento mutuo y no por la fuerza que se impone. La semilla del amor brota por sí misma. La ilusión más grande es hallar el amor, el momento más feliz es encontrarlo, el instante culminante es afianzarlo, y el más sublime es la perseverancia para verlo crecer y saberlo vivir en la cotidianidad del día a día con la paciencia del más sabio jardinero. El ideal del amor es la felicidad, pero si se idealiza perfecto se torna inalcanzable, y si se le concibe tan corriente se torna banal y hasta se prostituye. Amar es descubrir que dentro llevamos una fuente capaz de rebosar la vida de alegrías, de entusiasmo y de fe. Es encontrar la clave de la honestidad y la confianza, es abrir de par en par las puertas del corazón, formando puentes que unen en el diálogo sincero, capaz de comprender la elocuencia del silencio.El amor no se despilfarra ni se mezquina, el amor no se impone a la fuerza, no se reclama, ni se exige. El amor se merece poco a poco, se gana lentamente, se reinventa muchas veces y se hace crecer con los detalles. El amor revela en nosotros el filósofo que llevamos dentro, que nos lleva a comprender antes que juzgar, a perdonar antes que condenar, a ceder antes que presionar, a dialogar antes que discutir, a buscar soluciones antes que provocar problemas, a crecer antes que estancarnos. El amor nos enseña a respetar. Sin el respeto, el amor comienza a agonizar, luego la indiferencia le remata. El amor es un bálsamo que cura todas las cicatrices de la vida, es la panacea que alivia todos los dolores y sana todos los males. El amor es como las olas del mar, encierra la fuerza salvaje de las tempestades, y la capacidad de acomodarse y plegarse ante la más suave de las brisas. El amor no es estático sino que se dinamiza al compás de la comprensión y el entendimiento mutuo. El amor es el eslabón primordial en el tejido de la vida. Sin él, somos vacíos y con él somos distintos sin dejar de ser los mismos.
Luis Arnulfo Cáceres Gómez
martes, 15 de enero de 2008
No hay imposibles
EL MISTERIO DEL ELEFANTE
Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, y dentro de ellos, mi preferido era el elefante. Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y, sobre todo, por su descomunal fuerza. Pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado, mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Por qué el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un palito de fósforos?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir?
Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente (la edad no es un impedimento para percibir la coherencia, o la falta de ella, en lo que la gente nos dice). Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si es cierto que esta amaestrado, entonces... ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.
Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta. Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito, con sólo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquel momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo librarse. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia, y se resignó a su destino. El elefante dejó de luchar para liberarse. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede hacerlo. Tiene grabado en su mente el recuerdo de sus, entonces, inútiles esfuerzos, y ahora ha dejado de luchar, no es libre, por que ha dejado de intentar serlo. Nunca más intentó poner a prueba su fuerza.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a varias (cientos) de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que "no podemos" con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente: No puedo... No puedo y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje, que nos impusimos a nosotros mismos, y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber cuáles son nuestras limitaciones ahora, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo nuestro corazón.
¡Espero que esta simple historia te cargue de energía como para creer que en la vida no hay imposibles!
Jorge Bucay
Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales, y dentro de ellos, mi preferido era el elefante. Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, tamaño y, sobre todo, por su descomunal fuerza. Pero, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, atado, mediante una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Por qué el elefante no huye, arrancando la pequeña estaca, con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un palito de fósforos?, ¿Qué fuerza misteriosa lo mantiene atado, impidiéndole huir?
Tenía unos siete u ocho años, y todavía confiaba en la sabiduría de las personas grandes. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuestas a ese misterio. No obtuve una respuesta coherente (la edad no es un impedimento para percibir la coherencia, o la falta de ella, en lo que la gente nos dice). Alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si es cierto que esta amaestrado, entonces... ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta que me satisficiese.
Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con gente que me daba respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con otras personas que también se habían hecho la misma pregunta. Hasta que hace unos días, encontré una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca toda su vida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño elefantito, con sólo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquel momento el animalito empujó, jaló, sacudió y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo librarse. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia, y se resignó a su destino. El elefante dejó de luchar para liberarse. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede hacerlo. Tiene grabado en su mente el recuerdo de sus, entonces, inútiles esfuerzos, y ahora ha dejado de luchar, no es libre, por que ha dejado de intentar serlo. Nunca más intentó poner a prueba su fuerza.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a varias (cientos) de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que "no podemos" con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente: No puedo... No puedo y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje, que nos impusimos a nosotros mismos, y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber cuáles son nuestras limitaciones ahora, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo nuestro corazón.
¡Espero que esta simple historia te cargue de energía como para creer que en la vida no hay imposibles!
Jorge Bucay
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lunes, 14 de enero de 2008
Conferencia de Bill Gates
ONCE REGLAS DE BILL GATES PARA ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
En una universidad norteamericana, el señor Bill Gates dictó una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobreprotectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que aunque duras son necesarias en la vida real. La charla de Gates se resumiría en las siguientes once reglas:
REGLA UNO
La vida no es justa. Acostúmbrate a ello.
REGLA DOS
Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
REGLA TRES
No ganarás US$ 5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad, y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
REGLA CUATRO
Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
REGLA CINCO
Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
REGLA SEIS
Si metes la pata, no es culpa de tus padres. Así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
REGLA SIETE
Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
REGLA OCHO
En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
REGLA NUEVE
La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
REGLA DIEZ
La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
REGLA ONCE
Sé amable con los NERDS (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
BILL GATES
Si bien es cierto son reglas duras, vale la pena compartirlas, porque son sacadas de la vida real y de la experiencia de uno de los hombres más exitosos de la historia empresarial del mundo.
En una universidad norteamericana, el señor Bill Gates dictó una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobreprotectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que aunque duras son necesarias en la vida real. La charla de Gates se resumiría en las siguientes once reglas:
REGLA UNO
La vida no es justa. Acostúmbrate a ello.
REGLA DOS
Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
REGLA TRES
No ganarás US$ 5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad, y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.
REGLA CUATRO
Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
REGLA CINCO
Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
REGLA SEIS
Si metes la pata, no es culpa de tus padres. Así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
REGLA SIETE
Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.
REGLA OCHO
En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
REGLA NUEVE
La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
REGLA DIEZ
La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
REGLA ONCE
Sé amable con los NERDS (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
BILL GATES
Si bien es cierto son reglas duras, vale la pena compartirlas, porque son sacadas de la vida real y de la experiencia de uno de los hombres más exitosos de la historia empresarial del mundo.
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Consejos de Bill Gates para estudiantes
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Luz en la obscuridad
NAVIDAD EN TU INTERIOR
Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la oscuridad que sirvió de guía para encontrar al Salvador. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo del Cristo; el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.Dentro de cada uno de nosotros existe un Salvador que conoce nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos. Si no sacamos el mayor provecho de ella es sólo porque no la podemos entender y mucho menos aceptar.Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se ha le ha invitado. Por lo tanto, vamos a comenzar nuestras fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial. No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. Él sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
Tan pronto recibamos ese invitado tan especial, estaremos listos para preparar la gran fiesta. Pero, ¿cómo va a ser esta fiesta de Navidad? Nuestro amigo no pide nada. No exige sacrificios de ningún tipo. Por lo tanto, en esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.Para muchas personas, las estampas de la Navidad traen sentimientos de gozo y alegría. Para otras, esta época puede ser difícil, solitaria, aumentando los sentimientos de culpa y depresión. Continuamente leemos artículos sobre cómo disfrutar las fiestas, sin embargo muchos no podemos imaginar cómo salir de ese estado de inmensa soledad en que algunos nos sumergimos. A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso.También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo, que hay muchas personas compartiendo tus mismos sentimientos.
Ideas que pueden ser de gran ayuda para sentirte mejor contigo mismo durante la Navidad:
Acepta tus sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Trabaja con ellos tratando de reafirmarte en el pensamiento más alto, el de Dios, en vez del dolor.
Busca disfrutar del amor que está disponible, aunque no sea exactamente lo que quieras. Si hay alguien a quien puedas extenderle tu amor, hazlo, verás como lo recibirás multiplicado.
No te conviertas en el mártir. Si la pasada Navidad no fue la mejor, según tu criterio, recuerda lo que aprendiste para no cometer los mismos errores. Aprende de ellos, levántate y sigue adelante. Recuerda que la alegría atrae la alegría y el dolor atrae dolor. Busca siempre atraer lo mejor.
En esta Navidad, deja que tu Ser se sane por completo del dolor y el sufrimiento y celebra tu liberación de las falsas cadenas que te han mantenido alejado del disfrute pleno de la felicidad.
El Príncipe de Paz ha nacido para restablecer la condición de amor que no puede separarnos del Padre. Ha venido para enseñarnos que el mejor regalo que podemos hacer en esta Navidad es reconocer que todos somos hijos de un mismo Padre y que no puede haber separación entre sus hijos.
No permitamos que el rencor opaque el gozo de la Navidad, porque el nacimiento de Jesús no tendría sentido si lo apartamos de este gozo. Unámonos a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas.
Perdona, porque el perdón libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.
Autor Desconocido
Remedios para cuerpo y alma
Gaby Vargas
“Toma dos cucharadas de miel de abeja, después haz gárgaras con jugo de limón y sal”, me decía mi abuela como receta para aliviar un dolor de garganta.Cómo olvidar las cataplasmas de barro caliente sobre papel periódico que mi suegra me recomendaba aplicarles en el pecho a mis hijos para quitarles la tos. O bien, la infusión de manzanilla que mi mamá me daba de niña siempre que me dolía el estómago. En toda casa mexicana siempre hay alguien que nos receta algo de este tipo para curar males, que van desde la caída del pelo, los intentos para adelgazar, para combatir la presión alta o lo que se ofrezca. Todos estos remedios naturales forman parte de nuestras raíces. Es por eso que visitar el pasillo de las hierbas y remedios de un mercado mexicano verdaderamente es un gozo y una experiencia perteneciente al más puro realismo mágico. Uno encuentra aceites, ungüentos, menjurjes, aromas y flores para todo: para alejar los mosquitos, para la impotencia, para bajar el colesterol, hierbas afrodisíacas, para retardar la vejez, para el valor, para el susto, para subir las defensas y mil cosas más. Por todas estas razones celebro la publicación de un libro maravilloso realizado por Paola González y diseñado por Adriana Sánchez Mejorada que lleva por nombre el título de esta entrega. Hojear sus páginas es una verdadera delicia. Inicia con un prólogo de Laura Esquivel, que no me canso de releer por su belleza: “Me imagino que las primeras abuelas que descubrieron los efectos sanadores de alguna planta desearon con toda su alma, como buenas hijas de la madre tierra, que al morir, su cuerpo se convirtiera en abono, en raíz, en alimento que diera alivio a las nuevas generaciones. Ser planta de coachalate, de tlalchichinole, de tepezcohuite; diluirse en agua caliente y viajar por todo el cuerpo de sus nietos y los nietos de sus nietos, apapachando, sanando, aliviando, reconfortando cada una de sus células, viajando en la corriente sanguínea con el mensaje de que las madres primigenias siempre están ahí, en nosotros, con nosotros, cuidando de nosotros”. Ignoraba, por ejemplo, que los aztecas, en 1552, ya clasificaban la flora, los minerales, las plantas, y que tenían un códice, conocido como “Códice Badiano” —por el fraile Juan Badiano, quien lo tradujo del náhuatl al español— y que representa una verdadera joya. El original de este códice pertenecía a la biblioteca del Vaticano y el papa Juan Pablo II nos lo regresó como obsequio a la nación. Es increíble leer que ya contaban con curas para el glaucoma, la gota, el dolor de garganta y muchos padecimientos más. Toda esta información está acompañada por las maravillosas fotografías de Nacho Urquiza, nuestro orgullo mexicano, así como por refranes populares y anécdotas históricas que ejemplifican cómo se utilizó cada remedio. Me da gusto que se reivindique, a través de este pequeño homenaje, a nuestros curanderos. Como suele suceder, ellos son más reconocidos, apoyados y valorados por los extranjeros, como los académicos de la Universidad de Stanford o la de Navarra —que continuamente los invitan a exponer sus conocimientos—, que por nosotros. Es sorprendente saber que en México el número de curanderos supera por más del doble a los médicos de bata blanca; sin embargo, cuentan con muy poco apoyo y rara vez han recibido ayuda de alguna institución. Su vocación de ayuda y la fe en su misión de vida es lo que los motiva a continuar y a sobrevivir en su oficio. En fin, que te recomiendo mucho este libro. Te servirá como guía para continuar haciendo uso de nuestros remedios naturales y una buena opción para regalar esta Navidad. Me encantará conocer tu opinión:
Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la oscuridad que sirvió de guía para encontrar al Salvador. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo del Cristo; el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.Dentro de cada uno de nosotros existe un Salvador que conoce nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos. Si no sacamos el mayor provecho de ella es sólo porque no la podemos entender y mucho menos aceptar.Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se ha le ha invitado. Por lo tanto, vamos a comenzar nuestras fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial. No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. Él sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.
Tan pronto recibamos ese invitado tan especial, estaremos listos para preparar la gran fiesta. Pero, ¿cómo va a ser esta fiesta de Navidad? Nuestro amigo no pide nada. No exige sacrificios de ningún tipo. Por lo tanto, en esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.Para muchas personas, las estampas de la Navidad traen sentimientos de gozo y alegría. Para otras, esta época puede ser difícil, solitaria, aumentando los sentimientos de culpa y depresión. Continuamente leemos artículos sobre cómo disfrutar las fiestas, sin embargo muchos no podemos imaginar cómo salir de ese estado de inmensa soledad en que algunos nos sumergimos. A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso.También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo, que hay muchas personas compartiendo tus mismos sentimientos.
Ideas que pueden ser de gran ayuda para sentirte mejor contigo mismo durante la Navidad:
Acepta tus sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Trabaja con ellos tratando de reafirmarte en el pensamiento más alto, el de Dios, en vez del dolor.
Busca disfrutar del amor que está disponible, aunque no sea exactamente lo que quieras. Si hay alguien a quien puedas extenderle tu amor, hazlo, verás como lo recibirás multiplicado.
No te conviertas en el mártir. Si la pasada Navidad no fue la mejor, según tu criterio, recuerda lo que aprendiste para no cometer los mismos errores. Aprende de ellos, levántate y sigue adelante. Recuerda que la alegría atrae la alegría y el dolor atrae dolor. Busca siempre atraer lo mejor.
En esta Navidad, deja que tu Ser se sane por completo del dolor y el sufrimiento y celebra tu liberación de las falsas cadenas que te han mantenido alejado del disfrute pleno de la felicidad.
El Príncipe de Paz ha nacido para restablecer la condición de amor que no puede separarnos del Padre. Ha venido para enseñarnos que el mejor regalo que podemos hacer en esta Navidad es reconocer que todos somos hijos de un mismo Padre y que no puede haber separación entre sus hijos.
No permitamos que el rencor opaque el gozo de la Navidad, porque el nacimiento de Jesús no tendría sentido si lo apartamos de este gozo. Unámonos a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas.
Perdona, porque el perdón libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.
Autor Desconocido
Remedios para cuerpo y alma
Gaby Vargas
“Toma dos cucharadas de miel de abeja, después haz gárgaras con jugo de limón y sal”, me decía mi abuela como receta para aliviar un dolor de garganta.Cómo olvidar las cataplasmas de barro caliente sobre papel periódico que mi suegra me recomendaba aplicarles en el pecho a mis hijos para quitarles la tos. O bien, la infusión de manzanilla que mi mamá me daba de niña siempre que me dolía el estómago. En toda casa mexicana siempre hay alguien que nos receta algo de este tipo para curar males, que van desde la caída del pelo, los intentos para adelgazar, para combatir la presión alta o lo que se ofrezca. Todos estos remedios naturales forman parte de nuestras raíces. Es por eso que visitar el pasillo de las hierbas y remedios de un mercado mexicano verdaderamente es un gozo y una experiencia perteneciente al más puro realismo mágico. Uno encuentra aceites, ungüentos, menjurjes, aromas y flores para todo: para alejar los mosquitos, para la impotencia, para bajar el colesterol, hierbas afrodisíacas, para retardar la vejez, para el valor, para el susto, para subir las defensas y mil cosas más. Por todas estas razones celebro la publicación de un libro maravilloso realizado por Paola González y diseñado por Adriana Sánchez Mejorada que lleva por nombre el título de esta entrega. Hojear sus páginas es una verdadera delicia. Inicia con un prólogo de Laura Esquivel, que no me canso de releer por su belleza: “Me imagino que las primeras abuelas que descubrieron los efectos sanadores de alguna planta desearon con toda su alma, como buenas hijas de la madre tierra, que al morir, su cuerpo se convirtiera en abono, en raíz, en alimento que diera alivio a las nuevas generaciones. Ser planta de coachalate, de tlalchichinole, de tepezcohuite; diluirse en agua caliente y viajar por todo el cuerpo de sus nietos y los nietos de sus nietos, apapachando, sanando, aliviando, reconfortando cada una de sus células, viajando en la corriente sanguínea con el mensaje de que las madres primigenias siempre están ahí, en nosotros, con nosotros, cuidando de nosotros”. Ignoraba, por ejemplo, que los aztecas, en 1552, ya clasificaban la flora, los minerales, las plantas, y que tenían un códice, conocido como “Códice Badiano” —por el fraile Juan Badiano, quien lo tradujo del náhuatl al español— y que representa una verdadera joya. El original de este códice pertenecía a la biblioteca del Vaticano y el papa Juan Pablo II nos lo regresó como obsequio a la nación. Es increíble leer que ya contaban con curas para el glaucoma, la gota, el dolor de garganta y muchos padecimientos más. Toda esta información está acompañada por las maravillosas fotografías de Nacho Urquiza, nuestro orgullo mexicano, así como por refranes populares y anécdotas históricas que ejemplifican cómo se utilizó cada remedio. Me da gusto que se reivindique, a través de este pequeño homenaje, a nuestros curanderos. Como suele suceder, ellos son más reconocidos, apoyados y valorados por los extranjeros, como los académicos de la Universidad de Stanford o la de Navarra —que continuamente los invitan a exponer sus conocimientos—, que por nosotros. Es sorprendente saber que en México el número de curanderos supera por más del doble a los médicos de bata blanca; sin embargo, cuentan con muy poco apoyo y rara vez han recibido ayuda de alguna institución. Su vocación de ayuda y la fe en su misión de vida es lo que los motiva a continuar y a sobrevivir en su oficio. En fin, que te recomiendo mucho este libro. Te servirá como guía para continuar haciendo uso de nuestros remedios naturales y una buena opción para regalar esta Navidad. Me encantará conocer tu opinión:
martes, 18 de diciembre de 2007
Feliz Navidad a Todos!
¿QUÉ ES LA NAVIDAD?
Navidad es el milagro de amor de un Dios que es infinito y se hace niño indefenso.
Navidad es el encuentro entre lo inmenso y lo pequeño, entre el omnipotente y la debilidad.
Navidad es creer en la vida, porque Dios ha apostado por ella.
Navidad es acoger al Dios que nace y cuidarle en los más pobres.
Navidad es ver, oír y tocar al Dios eterno que se hace carne, que quiere llamarse Emmanuel (Dios con nosotros).
Navidad es alegrarse y asociarse a aquel cantar: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, a los que ama el SEÑOR.
Autor Desconocido
LISTA DE REGALOS PARA ESTA NAVIDAD
A los enemigos, el perdón
A los oponentes, la tolerancia
A los amigos, el corazón
Al prójimo, el amor
A los niños, el buen ejemplo
A ti mismo, el respeto
A Dios, tu vida entera
Querido Amigo
Los días de Navidad son diferentes, mágicos y únicos. En ellos se puede respirar la amistad, la ternura, el perdón, la caridad y la alegría infantil. La Navidad es la única época del año en que hombres y mujeres abren su corazón a los demás y se tratan como lo que realmente son: iguales, compañeros hasta el final de los días y no un estorbo que hace más difícil nuestro camino. ¿Qué tendrá la Navidad que hace visibles a los fantasmas para poderlos saludar?
Dios bendiga la Navidad que nos trae sentimientos tan particulares. Nos recuerda a tantos enfermos que necesitan de nuestras oraciones, a pobres que buscan alimento, a niños que sueñan con un pequeño regalo, a solitarios que disfrutan de nuestra compañía. ¡Qué lástima que la Navidad no dura todo el año! Pero, ya que sólo llega una vez, brindo porque su espíritu, su magia y su alegría estén contigo, con tu familia y seres queridos, ahora y siempre.
La Navidad (o la natividad) no es una fiesta nuestra, es de Jesús ¿No se conmemora su Cumpleaños? Entonces, dile "Feliz Cumpleaños Jesús" con tu corazón. Porque la verdadera Navidad, el propósito de la Navidad, se encuentra en nuestro corazón.
¡¡¡Felices Fiestas Jesús!!! ¡¡¡Feliz Navidad para ti!!!
Navidad es el milagro de amor de un Dios que es infinito y se hace niño indefenso.
Navidad es el encuentro entre lo inmenso y lo pequeño, entre el omnipotente y la debilidad.
Navidad es creer en la vida, porque Dios ha apostado por ella.
Navidad es acoger al Dios que nace y cuidarle en los más pobres.
Navidad es ver, oír y tocar al Dios eterno que se hace carne, que quiere llamarse Emmanuel (Dios con nosotros).
Navidad es alegrarse y asociarse a aquel cantar: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, a los que ama el SEÑOR.
Autor Desconocido
LISTA DE REGALOS PARA ESTA NAVIDAD
A los enemigos, el perdón
A los oponentes, la tolerancia
A los amigos, el corazón
Al prójimo, el amor
A los niños, el buen ejemplo
A ti mismo, el respeto
A Dios, tu vida entera
Querido Amigo
Los días de Navidad son diferentes, mágicos y únicos. En ellos se puede respirar la amistad, la ternura, el perdón, la caridad y la alegría infantil. La Navidad es la única época del año en que hombres y mujeres abren su corazón a los demás y se tratan como lo que realmente son: iguales, compañeros hasta el final de los días y no un estorbo que hace más difícil nuestro camino. ¿Qué tendrá la Navidad que hace visibles a los fantasmas para poderlos saludar?
Dios bendiga la Navidad que nos trae sentimientos tan particulares. Nos recuerda a tantos enfermos que necesitan de nuestras oraciones, a pobres que buscan alimento, a niños que sueñan con un pequeño regalo, a solitarios que disfrutan de nuestra compañía. ¡Qué lástima que la Navidad no dura todo el año! Pero, ya que sólo llega una vez, brindo porque su espíritu, su magia y su alegría estén contigo, con tu familia y seres queridos, ahora y siempre.
La Navidad (o la natividad) no es una fiesta nuestra, es de Jesús ¿No se conmemora su Cumpleaños? Entonces, dile "Feliz Cumpleaños Jesús" con tu corazón. Porque la verdadera Navidad, el propósito de la Navidad, se encuentra en nuestro corazón.
¡¡¡Felices Fiestas Jesús!!! ¡¡¡Feliz Navidad para ti!!!
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