domingo, 7 de octubre de 2007

La clave para vivir en Equilibrio, Osho; Conecta los Puntos Gaby Vargas

Conecta los puntos
Por Gaby Vargas

En el momento en que ocurren las cosas, en general no entendemos por qué suceden.Veo en Youtube el discurso que da Steve Jobs a la generación de 2005 en la Universidad de Stanford. Su sencillez y profundidad me hacen pensar. Presidente actual de Apple Computer y Pixar Animation Studios, sin haber cursado una carrera, a los 21 años de edad crea la primera computadora personal en el garaje de su casa, junto con su amigo Wozniak. No puedes conectar los puntos de tu vida si ves hacia adelante; sólo los puedes conectar si volteas hacia atrás —dice Jobs—, así que tienes que confiar que, en el futuro, estos puntos de alguna manera se conectarán. —Confía en tu instinto, tu destino, tu vida, tu karma o lo que sea. Creer en que los puntos, de alguna manera, se unirán, te dará la confianza para seguir tu corazón, aunque esto te lleve a salirte del camino. Esta forma de actuar nunca me ha defraudado y ha sido toda la diferencia en mi vida. Cuando vivimos la pérdida del empleo, el fin de una relación, el tener que postergar un proyecto, cancelar un viaje o cualquier otra contrariedad, de momento, enojados, pensamos que se debe a algún tipo de maleficio. Pocas veces, con resignación, llegamos a pronunciar las sabias palabras: “Por algo será”. Experiencia Es interesante hacer este ejercicio. Te invito a hacerlo. Comparto contigo querido lector, el mío: 1982. El programa de televisión matutino del momento lo conduce Janet Arceo. Mis tres hijos son chiquitos, sin embargo, necesito canalizar un fuego interno. Quiero hacer algo, entonces comienzo a maquillar a mis amigas. La casualidad hace que me inviten por primera vez al programa de Janet. No lo puedo creer. Mezcla de gusto y susto… El corazón me late a mil por hora. Por fuera, no pasa nada. Miedo a lo desconocido, al ridículo y el ego… de fiesta. En cuatro minutos se siembra la semilla de un sueño. A los pocos días, llega de nuevo la invitación. Al término del programa, me ofrecen una participación semanal y, emocionada, regreso a compartirlo con mi esposo. La edad de mis hijos y la creación de una clínica me hacen declinar la propuesta. El ego, incrédulo, me lo reclama. El cuerpo siente que es lo mejor. Sigue la espera Pasa el tiempo. Los hijos y la clínica crecen. Las colaboraciones en la radio y en la prensa comienzan. Intento dividir mi tiempo para poder atender todo. El sueño de hacer televisión duerme. Una radioescucha pregunta si tengo publicado algún libro. La casualidad me inicia en algo que jamás pensé hacer: escribir. Mis hijos se casan y, ahora sí, dispongo de más tiempo. Los planes para el programa por fin comienzan. Pablo, mi esposo, me apoya y motiva. Juntas, planes, ideas. Una llamada telefónica inesperada me invita a presidir la Fundación APAC. El ego, enojado, me reclama y forcejea con mi conciencia. ¿Por qué en este momento? Un proyecto que requerirá de toda mi energía. Significa postergar el sueño dos años y medio más. Gana mi conciencia. En el cuerpo, nuevamente se siente bien. Pasa el tiempo y la misma semana que se inaugura el centro de rehabilitación APAC, para el cual recaudamos los fondos, coincide con la salida al aire del primer programa de tele. Sueño realizado Cursi, pero ¡al fin! gracias a un gran equipo de trabajo, el sueño hecho realidad. Ahora, 25 años después, con la conciencia tranquila, puedo conectar los puntos que, en su momento, no comprendí o me costó mucho trabajo aceptar y compartir contigo este logro. Tiene razón Steve Jobs: Sigue tu corazón aunque signifique salirte del camino… Publicado en el Diario de Yucatán 07-10-2007.

Conciencia:la clave para vivir en equilibrio Tomado del libro del mismo nombre.
EL ENTENDIMIENTO Osho

Nunca jamás uso la palabra renuncia. Lo que digo es: goza de la vida, del amor, de la meditación, de las bellezas del mundo, del éx­tasis de la existencia... ¡goza de todo! Transforma lo mundano en sa­grado. Transforma esta orilla en la otra orilla, transforma la tierra en el paraíso.
Y sin embargo, indirectamente, empieza a producirse una cier­ta renuncia. Pero es una cosa que ocurre, no lo haces tú. No es algo que haces, es algo que ocurre. Empiezas a renunciar a tus tonte­rías, empiezas a renunciar a la basura. Empiezas a renunciar a las relaciones insensatas. Empiezas a renunciar a trabajos que no sa­tisfacen tu ser. Empiezas a renunciar a lugares en los que no era posible el crecimiento. Pero yo a eso no lo llamo renuncia. Lo lla­mo entendimiento, conciencia.
Si llevas piedras en la mano creyendo que son diamantes, yo no te diré que renuncies a: Esas piedras. Me limitaré a decirte: «Man­tente alerta y echa otra mirada.» Si tú mismo ves que no son dia­mantes, ¿qué necesidad hay de renunciar a ellas? Caerán de tus ma­nos por sí mismas. De hecho, si quieres seguir llevándolas tendrás que hacer un gran esfuerzo, tendrás que aplicar mucha voluntad para seguir llevándolas. Pero no podrás llevarlas mucho tiempo; en cuanto hayas visto que son inútiles, que no valen nada, tendrás ga­nas de tirarlas.
Y cuando tus manos queden vacías, podrás buscar auténticos tesoros. Y los tesoros auténticos no están en el futuro. Los auténti­cos tesoros están aquí mismo, ahora.

De Hombres Y Ratas

La vigilia es el camino de la vida.
El tonto duerme como si ya estuviera muerto,
Pero el maestro está despierto y vive eternamente.
Está vigilante. Tiene claridad.
¡Qué feliz es? Porque ve que estar despierto es vivir.
Qué feliz es siguiendo el camino de los despiertos.
Con gran perseverancia medita, buscando la libertad y la felicidad.
GAUTAMA BUDA, Dhammapada

EL ABC DE LA ILUMINACION Osho ( Escrito tomado del libro del mismo nombre )
Aceptación

Durante tan sólo veinticuatro horas, prueba lo siguiente: aceptación total; suceda lo que suceda. Si alguien te insulta, acéptalo, no reacciones y observa lo que ocurre. De repente notarás que fluye en tu interior una energía que nunca antes habías notado. Cuanto te sientes débil y alguien te insulta, te molestas y empiezas a pensar de qué manera tomarás venganza; esa persona te ha atrapado y, en adelante, no harás otra cosa que darle vueltas y más vueltas. Durante días, noches e incluso años, no podrás dormir y tendrás pesadillas. Hay gente capaz de desperdiciar toda su vida por una nimiedad insignificante, como que alguien le haya insultado. Basta con volver la vista hacia tu pasado para recordar unas cuantas cosas. Cuando eras un chiquillo, el maestro te llamó idiota en clase y todavía lo recuerdas con rencor. Tu padre dijo algo, pero tus padres lo han olvidado y no logran recordarlo ni aunque tú se lo recuerdes. Tu madre te lanzó determinada mirada y desde entonces te ha acompañado la herida, que sigue abierta, en carne viva, y explotarás con sólo que alguien la roce. No dejes que la herida se extienda, no permitas que te esclavice. Busca las raíces; acércate al Todo. Durante veinticuatro horas –sólo veinticuatro horas– trata de no reaccionar, de no rechazar nada; pase lo que pase. Si alguien te empuja y te derriba, ¡cáete! Luego levántate y vete a casa. No hagas nada al respecto. Si alguien te agrede, inclina la cabeza y acéptalo con gratitud. Vete a casa, no hagas nada; aunque sólo sea durante veinticuatro horas, y experimentarás un arrebato de energía que nunca antes habías conocido: una nueva vitalidad que surge de las raíces, y una vez que la hayas conocido, una vez que la hayas experimentado, tu vida cambiará. Luego te reirás de todas las tonterías que venías haciendo: de todos los rencores, reacciones y venganzas con las que te habías estado destruyendo. Nadie puede destruirte salvo tú; nadie puede salvarte excepto tú. Eres Judas al mismo tiempo que Jesús.

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