¿QUÉ ES LA NAVIDAD?
Navidad es el milagro de amor de un Dios que es infinito y se hace niño indefenso.
Navidad es el encuentro entre lo inmenso y lo pequeño, entre el omnipotente y la debilidad.
Navidad es creer en la vida, porque Dios ha apostado por ella.
Navidad es acoger al Dios que nace y cuidarle en los más pobres.
Navidad es ver, oír y tocar al Dios eterno que se hace carne, que quiere llamarse Emmanuel (Dios con nosotros).
Navidad es alegrarse y asociarse a aquel cantar: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, a los que ama el SEÑOR.
Autor Desconocido
LISTA DE REGALOS PARA ESTA NAVIDAD
A los enemigos, el perdón
A los oponentes, la tolerancia
A los amigos, el corazón
Al prójimo, el amor
A los niños, el buen ejemplo
A ti mismo, el respeto
A Dios, tu vida entera
Querido Amigo
Los días de Navidad son diferentes, mágicos y únicos. En ellos se puede respirar la amistad, la ternura, el perdón, la caridad y la alegría infantil. La Navidad es la única época del año en que hombres y mujeres abren su corazón a los demás y se tratan como lo que realmente son: iguales, compañeros hasta el final de los días y no un estorbo que hace más difícil nuestro camino. ¿Qué tendrá la Navidad que hace visibles a los fantasmas para poderlos saludar?
Dios bendiga la Navidad que nos trae sentimientos tan particulares. Nos recuerda a tantos enfermos que necesitan de nuestras oraciones, a pobres que buscan alimento, a niños que sueñan con un pequeño regalo, a solitarios que disfrutan de nuestra compañía. ¡Qué lástima que la Navidad no dura todo el año! Pero, ya que sólo llega una vez, brindo porque su espíritu, su magia y su alegría estén contigo, con tu familia y seres queridos, ahora y siempre.
La Navidad (o la natividad) no es una fiesta nuestra, es de Jesús ¿No se conmemora su Cumpleaños? Entonces, dile "Feliz Cumpleaños Jesús" con tu corazón. Porque la verdadera Navidad, el propósito de la Navidad, se encuentra en nuestro corazón.
¡¡¡Felices Fiestas Jesús!!! ¡¡¡Feliz Navidad para ti!!!
martes, 18 de diciembre de 2007
lunes, 17 de diciembre de 2007
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo! 2008
He aprendido. . .
Que la vida es como el día, mientras más se acerca el ocaso...más rápido se va.
Que debemos estar contentos de que Dios no nos conceda todo lo que pedimos, pues EL sabe el balance correcto.
Que el dinero no te da categoría, ni te hace mejor o peor, solamente hace la vida más cómoda.
Que las cosas pequeñas y cotidianas, son las que hacen la vida tan espectacular y digna de ser vivida.
Que en el fondo de cada persona hay un ser que desea ser apreciado y amado.
Que si Dios no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar, que yo si puedo?
Que el ignorar los problemas...o archivarlos, no los resuelve.
Que cuando anhelas el desquite porque te hirieron, permites que ese alguien, continúe haciéndote daño.
Que es el amor y no el tiempo, lo que cura las heridas.
Que la mejor manera que existe de crecer, es rodearse de personas sabias y humanas.
Que cualquier persona, merece ser saludada con una sonrisa.
Que no hay nada más dulce que ver dormir a tu hijo, y sentir su respiración en tus mejillas cuando es pequeño, cuando crece...verlo tan solo...es un gran acontecimiento.
Que nadie es perfecto hasta que te enamoras de él, y después.... ¡es tarde!
Que la vida es dura, pero yo... ¡puedo ser más dura, o resistente al menos!
Que las oportunidades no se pierden, las que yo desperdicie, alguien las encontrará.
Que si albergo solo amargura, la felicidad buscará otro sitio para anidarse.
Que debo mantener mi hablar mesurado, por si mañana deberé tragarme mis palabras.
Que una sonrisa es la forma más barata de mejorar la apariencia personal.
Que no puedo escoger cómo me siento, pero sí, como actuar al respecto.
Que cuando tú bebé recién nacido te toma un dedo con su mano, ¡te agarró para toda la vida!
Que todos queremos vivir en la cima de la montaña, pero no debemos olvidar que la felicidad y crecimiento suceden mientras estás escalando.
Que cuando considero que no tengo tiempo de tomarme una oreja..., es cuando más cosas llevo a cabo.
Que siempre hay un mañana...aún cuando creemos que es imposible seguir adelante...el sol volverá a salir.
Que cuando más nos agobia la tristeza...si no nos detenemos....adelante nos espera una alegría.
Vivir...es una gran experiencia, una aventura, algo que vale la pena seguir construyendo paso a paso, aún cuando te hieran las piedras y los espinos y que aún al ocaso....hay mucho por aprender!
Que el año que viene este lleno de esperanza, alegría, prosperidad, amor, éxito, trabajo para todos, que no haya lugar para la tristeza ni el desamor, un abrazo a todos, Feliz Navidad!
Que la vida es como el día, mientras más se acerca el ocaso...más rápido se va.
Que debemos estar contentos de que Dios no nos conceda todo lo que pedimos, pues EL sabe el balance correcto.
Que el dinero no te da categoría, ni te hace mejor o peor, solamente hace la vida más cómoda.
Que las cosas pequeñas y cotidianas, son las que hacen la vida tan espectacular y digna de ser vivida.
Que en el fondo de cada persona hay un ser que desea ser apreciado y amado.
Que si Dios no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar, que yo si puedo?
Que el ignorar los problemas...o archivarlos, no los resuelve.
Que cuando anhelas el desquite porque te hirieron, permites que ese alguien, continúe haciéndote daño.
Que es el amor y no el tiempo, lo que cura las heridas.
Que la mejor manera que existe de crecer, es rodearse de personas sabias y humanas.
Que cualquier persona, merece ser saludada con una sonrisa.
Que no hay nada más dulce que ver dormir a tu hijo, y sentir su respiración en tus mejillas cuando es pequeño, cuando crece...verlo tan solo...es un gran acontecimiento.
Que nadie es perfecto hasta que te enamoras de él, y después.... ¡es tarde!
Que la vida es dura, pero yo... ¡puedo ser más dura, o resistente al menos!
Que las oportunidades no se pierden, las que yo desperdicie, alguien las encontrará.
Que si albergo solo amargura, la felicidad buscará otro sitio para anidarse.
Que debo mantener mi hablar mesurado, por si mañana deberé tragarme mis palabras.
Que una sonrisa es la forma más barata de mejorar la apariencia personal.
Que no puedo escoger cómo me siento, pero sí, como actuar al respecto.
Que cuando tú bebé recién nacido te toma un dedo con su mano, ¡te agarró para toda la vida!
Que todos queremos vivir en la cima de la montaña, pero no debemos olvidar que la felicidad y crecimiento suceden mientras estás escalando.
Que cuando considero que no tengo tiempo de tomarme una oreja..., es cuando más cosas llevo a cabo.
Que siempre hay un mañana...aún cuando creemos que es imposible seguir adelante...el sol volverá a salir.
Que cuando más nos agobia la tristeza...si no nos detenemos....adelante nos espera una alegría.
Vivir...es una gran experiencia, una aventura, algo que vale la pena seguir construyendo paso a paso, aún cuando te hieran las piedras y los espinos y que aún al ocaso....hay mucho por aprender!
Que el año que viene este lleno de esperanza, alegría, prosperidad, amor, éxito, trabajo para todos, que no haya lugar para la tristeza ni el desamor, un abrazo a todos, Feliz Navidad!
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Hay mucho que aprender,
ven Angel de la Navidad
viernes, 14 de diciembre de 2007
Yo soy como el tallador de piedras
EL TALLADOR DE PIEDRAS
En un país lejano, había un hombre que cortaba y tallaba rocas para hacer lápidas. No se sentía feliz con su trabajo; pensaba que le gustaría ser otra persona y tener una posición social distinta.
Un día pasó por delante de la casa de un comerciante muy rico y vio las posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad. El tallador de piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día trabajando la roca con el martillo y el cincel. Dios le concedió este deseo y de este modo se halló de pronto convertido en un poderoso comerciante, disponiendo de más lujos y más poder de los que nunca había podido siquiera soñar. Pero al mismo tiempo, era también envidiado y despreciado por los pobres y tenía igualmente más enemigos de los que nunca soñó.Un día vio a un importante funcionario del gobierno que era transportado por sus siervos y rodeado de gran cantidad de soldados. Todos se inclinaban ante él. Sin duda era el personaje más poderoso y más respetado de todo el reino. El tallador de lápidas, que ahora era comerciante, deseó ser como aquel alto funcionario, tener abundantes siervos y soldados que lo protegieran y disponer de más poder que nadie.Dios de nuevo le concedió su deseo y de pronto se convirtió en el importante funcionario, el hombre más poderoso de todo el reino, ante quien todos se inclinaban. Pero el funcionario era también la persona más temida y más odiada de todo el reino y precisamente por ello necesitaba tal cantidad de soldados para que lo protegieran. Mientras tanto el calor del sol le hacía sentirse incómodo y pesado. Entonces miró hacia arriba, viendo al sol que brillaba en pleno cielo azul y dijo: “¡Qué poderoso es el sol! ¡Cómo me gustaría ser el sol!”Antes de haber terminado de pronunciar la frase se había ya convertido en el sol, iluminando toda la tierra. Pero pronto surgió una gran nube negra, que poco a poco fue tapando al sol e impidiendo el paso de sus rayos. “¡Que poderosa es esa nube! – pensó – ¡cómo me gustaría ser como ella!” Rápidamente se convirtió en la nube, anulando los rayos del sol y dejando caer su lluvia sobre los pueblos y los campos. Pero luego vino un fuerte viento y comenzó a desplazar y a disipar la nube. “Me gustaría ser tan poderoso como el viento,” pensó, y automáticamente se convirtió en el viento.Pero aunque el viento podía arrancar árboles de raíz y destruir pueblos enteros, nada podía contra una gran roca que había allí cerca. La roca se levantaba imponente, resistiendo inmóvil y tranquila a la fuerza del viento. “¡Qué potente es esa roca!” – pensó – “¡cómo me gustaría ser tan poderoso como ella!” Entonces Dios lo convirtió en la roca, que resistía inamovible al viento más huracanado. Finalmente era feliz, pues disponía de la fuerza más poderosa existente sobre la tierra.Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un martillo golpeaba a un cincel, y éste arrancaba un trozo de roca tras otro. “¿Quién podría ser más poderoso que yo?”, pensó, y mirando hacia abajo de la poderosa roca; vio al hombre que hacía lápidas...
Adam J. Jackson
Muchas personas consumen su vida entera buscando la felicidad sin encontrarla nunca, simplemente porque no miran en el lugar adecuado. Nunca podrás ver una puesta de sol si estás mirando hacia el Este y nunca encontrarás la felicidad si la buscas entre las cosas de afuera. El cuento del tallador de lápidas enseña que la felicidad no depende de lo que cambies en tu vida... sino de lo que tú lleves dentro.
LA PIEDRA
El distraído tropezó con ella. El violento la utilizó como proyectil. El emprendedor construyó con ella. El campesino cansado la utilizó como asiento. Para los niños fue solo un juguete. Drummond la poetizó. David mató a Goliat con ella. Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
¡En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra,sino en el hombre! No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
Autor Desconocido
Tú eres el arquitecto de tú propio destino. Todo depende del cristal a través del cual se miren los hechos y las cosas. Siempre depende de nosotros, de cómo lo ven nuestros ojos y de un regalo de Dios: La libre elección
En un país lejano, había un hombre que cortaba y tallaba rocas para hacer lápidas. No se sentía feliz con su trabajo; pensaba que le gustaría ser otra persona y tener una posición social distinta.
Un día pasó por delante de la casa de un comerciante muy rico y vio las posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad. El tallador de piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día trabajando la roca con el martillo y el cincel. Dios le concedió este deseo y de este modo se halló de pronto convertido en un poderoso comerciante, disponiendo de más lujos y más poder de los que nunca había podido siquiera soñar. Pero al mismo tiempo, era también envidiado y despreciado por los pobres y tenía igualmente más enemigos de los que nunca soñó.Un día vio a un importante funcionario del gobierno que era transportado por sus siervos y rodeado de gran cantidad de soldados. Todos se inclinaban ante él. Sin duda era el personaje más poderoso y más respetado de todo el reino. El tallador de lápidas, que ahora era comerciante, deseó ser como aquel alto funcionario, tener abundantes siervos y soldados que lo protegieran y disponer de más poder que nadie.Dios de nuevo le concedió su deseo y de pronto se convirtió en el importante funcionario, el hombre más poderoso de todo el reino, ante quien todos se inclinaban. Pero el funcionario era también la persona más temida y más odiada de todo el reino y precisamente por ello necesitaba tal cantidad de soldados para que lo protegieran. Mientras tanto el calor del sol le hacía sentirse incómodo y pesado. Entonces miró hacia arriba, viendo al sol que brillaba en pleno cielo azul y dijo: “¡Qué poderoso es el sol! ¡Cómo me gustaría ser el sol!”Antes de haber terminado de pronunciar la frase se había ya convertido en el sol, iluminando toda la tierra. Pero pronto surgió una gran nube negra, que poco a poco fue tapando al sol e impidiendo el paso de sus rayos. “¡Que poderosa es esa nube! – pensó – ¡cómo me gustaría ser como ella!” Rápidamente se convirtió en la nube, anulando los rayos del sol y dejando caer su lluvia sobre los pueblos y los campos. Pero luego vino un fuerte viento y comenzó a desplazar y a disipar la nube. “Me gustaría ser tan poderoso como el viento,” pensó, y automáticamente se convirtió en el viento.Pero aunque el viento podía arrancar árboles de raíz y destruir pueblos enteros, nada podía contra una gran roca que había allí cerca. La roca se levantaba imponente, resistiendo inmóvil y tranquila a la fuerza del viento. “¡Qué potente es esa roca!” – pensó – “¡cómo me gustaría ser tan poderoso como ella!” Entonces Dios lo convirtió en la roca, que resistía inamovible al viento más huracanado. Finalmente era feliz, pues disponía de la fuerza más poderosa existente sobre la tierra.Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un martillo golpeaba a un cincel, y éste arrancaba un trozo de roca tras otro. “¿Quién podría ser más poderoso que yo?”, pensó, y mirando hacia abajo de la poderosa roca; vio al hombre que hacía lápidas...
Adam J. Jackson
Muchas personas consumen su vida entera buscando la felicidad sin encontrarla nunca, simplemente porque no miran en el lugar adecuado. Nunca podrás ver una puesta de sol si estás mirando hacia el Este y nunca encontrarás la felicidad si la buscas entre las cosas de afuera. El cuento del tallador de lápidas enseña que la felicidad no depende de lo que cambies en tu vida... sino de lo que tú lleves dentro.
LA PIEDRA
El distraído tropezó con ella. El violento la utilizó como proyectil. El emprendedor construyó con ella. El campesino cansado la utilizó como asiento. Para los niños fue solo un juguete. Drummond la poetizó. David mató a Goliat con ella. Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
¡En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra,sino en el hombre! No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
Autor Desconocido
Tú eres el arquitecto de tú propio destino. Todo depende del cristal a través del cual se miren los hechos y las cosas. Siempre depende de nosotros, de cómo lo ven nuestros ojos y de un regalo de Dios: La libre elección
miércoles, 12 de diciembre de 2007
No sea viejo, no pierda la esperanza
NO ES VIEJO
No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino su última esperanza. No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente. No es viejo el que mantiene su fe en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el corazón puro no hay edad. El cuerpo envejece, pero no la actividad creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera. Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día lo están echando del cielo. No se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria Cada hora tiene su gozo. El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea. ¡Ah... si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!
Autor Desconocido
TEMÍA
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo. Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento. Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí. Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo. Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo. Temía el odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia. Temía al ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo. Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día día. Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más. Temía a la oscuridad hasta que vi la belleza de la luz de una estrella. Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas sentido y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más... descubrámoslo!!
No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino su última esperanza. No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente. No es viejo el que mantiene su fe en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el corazón puro no hay edad. El cuerpo envejece, pero no la actividad creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera. Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día lo están echando del cielo. No se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria Cada hora tiene su gozo. El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea. ¡Ah... si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!
Autor Desconocido
TEMÍA
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo. Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento. Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí. Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo. Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras. Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo. Temía el odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia. Temía al ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo. Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día día. Temía al pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más. Temía a la oscuridad hasta que vi la belleza de la luz de una estrella. Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas sentido y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más... descubrámoslo!!
lunes, 10 de diciembre de 2007
MIrando las Estrellas y Paulo Coelho
HACER EL CAMPO FÉRTIL
El maestro Zen le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz. El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltase el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año, colocó más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor dijo el maestro. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas.
Paulo Coelho
APRENDE A CUIDAR DE TI MISMO
- Durante seis años busqué la iluminación – dijo el discípulo. – Siento que estoy cerca, y quiero saber cómo he de dar el siguiente paso.
- Un hombre que sabe buscar a Dios, sabe también cuidar de sí mismo. ¿Cómo te mantienes? – preguntó el maestro.
- Ése es un detalle sin importancia. Mis padres son ricos, y me ayudan en mi búsqueda espiritual. Gracias a ello puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.
- Muy bien – dijo el maestro. - Entonces te explicaré el siguiente paso: mira al sol durante medio minuto.
- El discípulo obedeció. A continuación, el maestro le pidió que describiese el paisaje a su alrededor. No puedo. El brillo del sol me ha deslumbrado.
Un hombre que mantiene los ojos fijos en el sol, termina ciego. Un hombre que sólo busca la Luz y deja sus responsabilidades en manos de los demás, jamás encontrará lo que busca – fue el comentario del maestro.
Paulo Coelho
MIRANDO LAS ESTRELLAS
Mirando las estrellas me di cuenta que en cada una de ellas existe un paraíso. Mirándolas a ellas descubrí la infinidad de cosas que perdemos. Ellas que están allá, tan lejos de este mundo, al menos sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros acá, tan llenos de momentos, nos sentimos morir cuando algo se termina.
Mirando las estrellas comprendí el valor que no damos a la vida. Cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Hoy sin pensar vi volar una estrella en su gran mundo... La vi volar sin rumbo y la noté perdida. Me di cuenta que a veces no sólo en este mundo existe soledad... que ellas también la sienten, como cualquier persona, pero al menos siguen brillando, buscando una razón para salir de ella. En cambio acá, nosotros, pensamos que estar solos es el fin de la vida; y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban.
Mirando las estrellas pude ver que la felicidad llega en cualquier momento... que todo se termina en este mundo, desde lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso. Hoy mirando una estrella, sentí el calor aquel del amor que se fue... Y descubrí que en ella están los sueños, los besos y aquel tiempo que se perdió algún día. Comprendí que el amor tiene un millón de vueltas... Que a veces nos sorprende, nos da felicidad, y a veces se transforma en lo peor que hay.
Mirando una de ellas, crecí un poquito más. Aprendí a sonreír, y a ver la realidad. Mirando una de ellas, pude ver la verdad:
Que no sirve el orgullo cuando existe amistad;
Que no sirve llorar cuando un amor se va;
Que no vale la pena aprender a callar;
Que no existen fronteras cuando tenemos vida...
Que aprender a vivir, es lo mejor que hay!!!!
Autor Desconocido
El maestro Zen le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz. El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltase el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena. El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor. El tercer año, colocó más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor dijo el maestro. Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas.
Paulo Coelho
APRENDE A CUIDAR DE TI MISMO
- Durante seis años busqué la iluminación – dijo el discípulo. – Siento que estoy cerca, y quiero saber cómo he de dar el siguiente paso.
- Un hombre que sabe buscar a Dios, sabe también cuidar de sí mismo. ¿Cómo te mantienes? – preguntó el maestro.
- Ése es un detalle sin importancia. Mis padres son ricos, y me ayudan en mi búsqueda espiritual. Gracias a ello puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.
- Muy bien – dijo el maestro. - Entonces te explicaré el siguiente paso: mira al sol durante medio minuto.
- El discípulo obedeció. A continuación, el maestro le pidió que describiese el paisaje a su alrededor. No puedo. El brillo del sol me ha deslumbrado.
Un hombre que mantiene los ojos fijos en el sol, termina ciego. Un hombre que sólo busca la Luz y deja sus responsabilidades en manos de los demás, jamás encontrará lo que busca – fue el comentario del maestro.
Paulo Coelho
MIRANDO LAS ESTRELLAS
Mirando las estrellas me di cuenta que en cada una de ellas existe un paraíso. Mirándolas a ellas descubrí la infinidad de cosas que perdemos. Ellas que están allá, tan lejos de este mundo, al menos sobreviven con su pequeño brillo; y nosotros acá, tan llenos de momentos, nos sentimos morir cuando algo se termina.
Mirando las estrellas comprendí el valor que no damos a la vida. Cuando ésta sin querer nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Hoy sin pensar vi volar una estrella en su gran mundo... La vi volar sin rumbo y la noté perdida. Me di cuenta que a veces no sólo en este mundo existe soledad... que ellas también la sienten, como cualquier persona, pero al menos siguen brillando, buscando una razón para salir de ella. En cambio acá, nosotros, pensamos que estar solos es el fin de la vida; y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban.
Mirando las estrellas pude ver que la felicidad llega en cualquier momento... que todo se termina en este mundo, desde lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso. Hoy mirando una estrella, sentí el calor aquel del amor que se fue... Y descubrí que en ella están los sueños, los besos y aquel tiempo que se perdió algún día. Comprendí que el amor tiene un millón de vueltas... Que a veces nos sorprende, nos da felicidad, y a veces se transforma en lo peor que hay.
Mirando una de ellas, crecí un poquito más. Aprendí a sonreír, y a ver la realidad. Mirando una de ellas, pude ver la verdad:
Que no sirve el orgullo cuando existe amistad;
Que no sirve llorar cuando un amor se va;
Que no vale la pena aprender a callar;
Que no existen fronteras cuando tenemos vida...
Que aprender a vivir, es lo mejor que hay!!!!
Autor Desconocido
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Aprende a Cuidar de Ti Mismo,
Hacer el Campo Fértil
viernes, 7 de diciembre de 2007
Paulo Coelho, Como el Lapiz
COMO EL LÁPIZ
El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le pregunto:
- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:
- Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.
Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.
Paulo Coelho
Escritor y Novelista Brasilero
A veces mis amigos virtuales me preguntan si mi vida ha sido fácil o difícil. Haciendo un balance de mi vida, ésta ha tenido más momentos de felicidad que de infelicidad.
Cuantas veces nosotros creemos que para ser felices la vida debe ser "fácil", y que si es "difícil" significa que es mala. Tu felicidad no depende de la presencia o ausencia de problemas o contratiempos, sino de la forma en que te decidas vivirla. La vida es un jardín con espinas, pero depende de cada uno acompañarlas con más espinas, o con rosas.Si te detienes a pensar cómo ha sido tu vida, no veas únicamente los problemas, tampoco solamente lo bueno que te ha pasado, míralo todo junto, a fin de cuentas todo es parte de tu vida y algo te ha de haber dejado. Si tienes problemas, no creas que tu vida es mala, y si no los tienes ahora, aprovecha la oportunidad que tienes.
Dios no te ha enviado a este mundo para tener problemas, tampoco para no tenerlos. Dios te envió para ser feliz; aprovecha la oportunidad que tienes y sé feliz; haz como el lápiz.
Todos los lápices son largos y traen un pequeño borrador (pues todos nos equivocamos). Sin embargo, el borrador es mucho menor que el lápiz, indicando que a pesar de que nos equivocamos, es más lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades o simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando pensamos que es más lo malo que lo bueno en nuestras vidas: Sin embargo, es más lo bueno que hay en nosotros, que aquello que amerite llamarse error.
Adelante, no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continua. Dios te ha dado mucho lápiz, pues conoce tus habilidades y cree en las cosas buenas que puedes hacer. Tú tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejarás de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha permitido ser co-autor.
El niñito miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le pregunto:
- ¿Abuelo, estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
- Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él, y preguntó:
- ¿Qué tiene de particular ese lápiz?
El abuelo le respondió:
- Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona en paz con el mundo.
Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda cualidad:
De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos. Por eso intenta ser consciente de cada acción.
Paulo Coelho
Escritor y Novelista Brasilero
A veces mis amigos virtuales me preguntan si mi vida ha sido fácil o difícil. Haciendo un balance de mi vida, ésta ha tenido más momentos de felicidad que de infelicidad.
Cuantas veces nosotros creemos que para ser felices la vida debe ser "fácil", y que si es "difícil" significa que es mala. Tu felicidad no depende de la presencia o ausencia de problemas o contratiempos, sino de la forma en que te decidas vivirla. La vida es un jardín con espinas, pero depende de cada uno acompañarlas con más espinas, o con rosas.Si te detienes a pensar cómo ha sido tu vida, no veas únicamente los problemas, tampoco solamente lo bueno que te ha pasado, míralo todo junto, a fin de cuentas todo es parte de tu vida y algo te ha de haber dejado. Si tienes problemas, no creas que tu vida es mala, y si no los tienes ahora, aprovecha la oportunidad que tienes.
Dios no te ha enviado a este mundo para tener problemas, tampoco para no tenerlos. Dios te envió para ser feliz; aprovecha la oportunidad que tienes y sé feliz; haz como el lápiz.
Todos los lápices son largos y traen un pequeño borrador (pues todos nos equivocamos). Sin embargo, el borrador es mucho menor que el lápiz, indicando que a pesar de que nos equivocamos, es más lo que escribimos correctamente que los errores que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades o simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando pensamos que es más lo malo que lo bueno en nuestras vidas: Sin embargo, es más lo bueno que hay en nosotros, que aquello que amerite llamarse error.
Adelante, no te detengas por un pequeño error, borra tus errores, escribe encima y continua. Dios te ha dado mucho lápiz, pues conoce tus habilidades y cree en las cosas buenas que puedes hacer. Tú tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para pensar en lo poco que has tenido que borrar, dejarás de escribir tu parte en el libro de la historia en el cual Dios te ha permitido ser co-autor.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Sobre El egoísmo, el 21 de dic. baja el angel de la Navidad
El Egoísmo
Publicado por Malena el 5 de Septiembre de 2007 a las 07:38 am
Sólo cuando desaparece el Ego y surge la conciencia podemos pensar con el corazón.
La persona egoísta está centrado en si misma y vive en un mundo cerrado.
El egoísmo es diferente al amor propio, que es necesario y saludable, porque el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio y quiere todo para él porque se siente miserable y vacío.
La diferencia entre el amor propio y el egoísmo es que mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para su propio beneficio, manipulándolos como objetos.
Buda decía que si la gente no se odiara tanto a si misma, habría menos sufrimiento en el mundo, porque el odio hacia si mismo se proyecta con agresividad y violencia.
El hombre egoísta está solo y aislado, por eso trata de llenar su vida con objetos. Su personalidad puede ser depresiva con rasgos obsesivos.
El egoísta se va quedando solo por elección, porque es incapaz de compartir nada.
El egoísta según Freud, o avaro, tiene un trauma en la etapa sádico anal. La fijación en esa etapa produce un modo de relación sadomasoquista y un apego desmedido por el dinero (símbolo de las heces) del cual no quiere desprenderse, por placer, recreando el mismo placer infantil que le producía la contención de las heces.
Un Cuento para Pensar
El Egoísta
La única razón por la que vine es para contarles un cuento, dijo el viejo al entrar a unos cuantos hombres que ocupaban una mesa en la taberna de ese oscuro pueblo perdido en las montañas.
Hacía frío y aunque no era tarde, pocos se atrevían a salir por la copiosa nevada; y sólo la tenue luz de los faroles intentaba abrirse paso a través de la nieve, logrando apenas iluminar la calle.
El recién llegado se acercó al fuego para calentar sus manos y se sentó frente a ellos sonriendo, mientras observaba con picardía las caras ansiosas de sus amigos que esperaban impacientes su relato.
Había una vez un hombre muy egoísta que vivía en un pequeño pueblo. Se mantenía con una renta heredada y pasaba todos los días del año encerrado en su casa. En eso consistía la vida para él, en una continua sucesión de días con sus noches, durante la mayoría de las cuales le resultaba muy difícil conciliar el sueño.
Le complacía contar su dinero a diario como un ritual, para guardarlo luego en una antigua caja con candado.
Un día, se desató en esa región una gran tormenta que duró varios días. Grandes inundaciones asolaban esa comarca y mucha gente estaba en peligro de morir ahogada sin la posibilidad de que nadie la socorriera. Los servicios de salvamento resultaban insuficientes y la ayuda que podían brindar era escasa.
El hombre egoísta, que vivía en la parte alta del pueblo, se pasaba largas horas mirando caer la lluvia a través del vidrio de una pequeña ventana, indiferente a los padecimientos de sus vecinos, mientras pensaba interiormente qué suerte tenía de vivir en ese lugar tan alto mientras otros infelices se estaban ahogando.
Su egoísmo no consideraba la posibilidad de prestar ayuda y aplacaba su conciencia pensando que era muy difícil que alguien viniera a salvarlo a él si estuviera en peligro.
Pero esa noche tuvo un sueño. Soñó que su casa había sido alcanzada por la correntada y que él estaba a punto de hundirse en el agua. Había creído hasta ese momento que estaba preparado para enfrentar a la muerte, sin embargo en su sueño comenzó a gritar desesperadamente pidiendo ayuda.
Se despertó gritando todavía, con la desesperación propia del que sabe que nadie lo oye ni acude para salvarlo.
La lluvia había cesado y sólo se escuchaba el silencio, porque hasta los pájaros habían huido hacia otra parte.
Se puso las botas y su gruesa capa de abrigo, y se presentó en la parroquia, donde se estaba
organizando una campaña de ayuda a los damnificados
Publicado por Malena el 5 de Septiembre de 2007 a las 07:38 am
Sólo cuando desaparece el Ego y surge la conciencia podemos pensar con el corazón.
La persona egoísta está centrado en si misma y vive en un mundo cerrado.
El egoísmo es diferente al amor propio, que es necesario y saludable, porque el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio y quiere todo para él porque se siente miserable y vacío.
La diferencia entre el amor propio y el egoísmo es que mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para su propio beneficio, manipulándolos como objetos.
Buda decía que si la gente no se odiara tanto a si misma, habría menos sufrimiento en el mundo, porque el odio hacia si mismo se proyecta con agresividad y violencia.
El hombre egoísta está solo y aislado, por eso trata de llenar su vida con objetos. Su personalidad puede ser depresiva con rasgos obsesivos.
El egoísta se va quedando solo por elección, porque es incapaz de compartir nada.
El egoísta según Freud, o avaro, tiene un trauma en la etapa sádico anal. La fijación en esa etapa produce un modo de relación sadomasoquista y un apego desmedido por el dinero (símbolo de las heces) del cual no quiere desprenderse, por placer, recreando el mismo placer infantil que le producía la contención de las heces.
Un Cuento para Pensar
El Egoísta
La única razón por la que vine es para contarles un cuento, dijo el viejo al entrar a unos cuantos hombres que ocupaban una mesa en la taberna de ese oscuro pueblo perdido en las montañas.
Hacía frío y aunque no era tarde, pocos se atrevían a salir por la copiosa nevada; y sólo la tenue luz de los faroles intentaba abrirse paso a través de la nieve, logrando apenas iluminar la calle.
El recién llegado se acercó al fuego para calentar sus manos y se sentó frente a ellos sonriendo, mientras observaba con picardía las caras ansiosas de sus amigos que esperaban impacientes su relato.
Había una vez un hombre muy egoísta que vivía en un pequeño pueblo. Se mantenía con una renta heredada y pasaba todos los días del año encerrado en su casa. En eso consistía la vida para él, en una continua sucesión de días con sus noches, durante la mayoría de las cuales le resultaba muy difícil conciliar el sueño.
Le complacía contar su dinero a diario como un ritual, para guardarlo luego en una antigua caja con candado.
Un día, se desató en esa región una gran tormenta que duró varios días. Grandes inundaciones asolaban esa comarca y mucha gente estaba en peligro de morir ahogada sin la posibilidad de que nadie la socorriera. Los servicios de salvamento resultaban insuficientes y la ayuda que podían brindar era escasa.
El hombre egoísta, que vivía en la parte alta del pueblo, se pasaba largas horas mirando caer la lluvia a través del vidrio de una pequeña ventana, indiferente a los padecimientos de sus vecinos, mientras pensaba interiormente qué suerte tenía de vivir en ese lugar tan alto mientras otros infelices se estaban ahogando.
Su egoísmo no consideraba la posibilidad de prestar ayuda y aplacaba su conciencia pensando que era muy difícil que alguien viniera a salvarlo a él si estuviera en peligro.
Pero esa noche tuvo un sueño. Soñó que su casa había sido alcanzada por la correntada y que él estaba a punto de hundirse en el agua. Había creído hasta ese momento que estaba preparado para enfrentar a la muerte, sin embargo en su sueño comenzó a gritar desesperadamente pidiendo ayuda.
Se despertó gritando todavía, con la desesperación propia del que sabe que nadie lo oye ni acude para salvarlo.
La lluvia había cesado y sólo se escuchaba el silencio, porque hasta los pájaros habían huido hacia otra parte.
Se puso las botas y su gruesa capa de abrigo, y se presentó en la parroquia, donde se estaba
organizando una campaña de ayuda a los damnificados
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