EL JARDIN
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros (Colosenses 3:5-17)Reflexionando un poco sobre el correr de año, me di cuenta que los días que han transcurrido y que hemos permitido que en nuestra vida han sucedido cosas que no tenia contemplado, me puse a analizar y ver mi vida, pensando en el jardín que hay dentro de mi, creyendo que las cosas que hay en el siempre son buenas, lo que hice fue salir al jardín de mi vida y quite la maleza que estorba y deje únicamente las flores, plantas y árboles que lo embellecen. Por ejemplo, el tronco viejo que estuvo el año pasado en aquel rincón y que esta carcomido por la ira, malicia, enojo, blasfemia y algunas palabras deshonestas, lo saque y me deshice de el, lo lleve al camino que recoge esa clase de basura y que conduce el hombre que dejo miles de huellas a la orilla del mar de galilea. Además me di cuenta que la enredadera que va cubriendo poco a poco mis amistades que son los árboles frondosos de su jardín, es planta que trepa y provoca problemas porque enreda todo con sus espigas de hipocresía, mentiras y chismes. La corte de tajo y en su lugar sembré la ramita que se encuentra en el noveno versículo del capitulo 12 de romanos que dice 'El amor sea sin fingimiento'.Ahora revestí mi jardín con tierra buena y lo cubrí con abono de los mejores ingredientes, mismos que los encontré en el almacén que esta en el versículo 12 del capitulo 3 de colosenses donde siempre hay existencia de misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia, hice una lista y le pedí a Dios que la surta. Lo hará en forma gratuita y sin costo alguno por el envío. Me contuve de utilizar productos químicos para ahuyentar bichos e insectos que en forma de malos pensamientos quieran anidar en mi huerto, por sobre todas las cosas mejor los protegí con la capa de teflón, de la marca 'AMOR' que es el vinculo perfecto, para que la paz de Dios gobierne en la parcela de su corazón.Vaya revise su jardín, todo lo que haga en el jardín de su vida, sea de hecho o de palabra, hágalo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios Padre por medio de El. Y para su mantenimiento puede orar pidiendo los servicios que ofrece la 'la fuente de la vida eterna' las 24 hrs. del día los 365 días del año.
¿QUE HARÁS LIMPIARAS TU JARDÍN O LO DEJARAS TAL Y CUAL ESTA, SEGUIRÁS PISANDO LOS TRONCOS VIEJOS, LAS HOJAS CAÍDAS Y NO DISFRUTARAS DE LA BELLEZA DE LAS FLORES?
(Autor Desconocido)
miércoles, 12 de enero de 2011
martes, 9 de noviembre de 2010
SEMILLAS DE VIDA
ESTO TAMBIÉN PASARÁ
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles, y quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero ¿darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total? Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó, y éste le dijo:
- No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje. (El anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey). Pero no lo leas, -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino. De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido con el sirviente y con el místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración con música, bailes, y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
- Este momento también es adecuado, vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -le preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
- Escucha -dijo el anciano-. Este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
- Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Autor Desconocido
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles, y quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero ¿darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total? Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó, y éste le dijo:
- No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje. (El anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey). Pero no lo leas, -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino. De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido con el sirviente y con el místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración con música, bailes, y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
- Este momento también es adecuado, vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -le preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
- Escucha -dijo el anciano-. Este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
- Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Autor Desconocido
martes, 26 de octubre de 2010
LECCIONES DE VIDA
UN CREDO PARA VIVIR
No te subestimes comparándote con los demás. Todos somos diferentes y especiales.
No establezcas tus objetivos de acuerdo con lo que otros consideran importante. Sólo tú sabes qué es lo mejor para ti.
No des por sentado aquello más cercano a tu corazón. Aférrate a eso como a la vida, ya que sin eso la vida carece de sentido.
No dejes que tu vida se te escape de las manos por vivir en el pasado o por pensar en el futuro. Si vives tu vida de a un día por vez, vivirás todos y cada uno de los días de tu vida.
No te des por vencido cuando todavía tienes algo para dar. Nada está realmente terminado sino hasta el momento en que dejas de intentarlo.
No temas reconocer que no eres perfecto. Ese es el frágil lazo que nos une a los demás.
No temas enfrentar riesgos. Es precisamente asumiendo riesgos que aprendemos a ser valientes.
No dejes el amor por fuera de tu vida y no digas que es imposible de encontrar. La forma más eficaz de recibir amor es dar amor; la forma más rápida de perder el amor es sofocarlo y aferrarse a él; la mejor manera de conservar el amor es darle alas.
No pierdas tus sueños. Quedarse sin sueños es quedarse sin esperanzas; vivir sin esperanzas es vivir sin un propósito en la vida.
No corras por la vida hasta terminar olvidando no sólo dónde has estado sino también a dónde vas. La vida no es una carrera sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso.
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tus ideales. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.
Susan Polis Schutz
Extraído de su libro "Tesoros de la Vida"
ALCANZA TU SUEÑO
Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por el, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
Autor Desconocido
No te subestimes comparándote con los demás. Todos somos diferentes y especiales.
No establezcas tus objetivos de acuerdo con lo que otros consideran importante. Sólo tú sabes qué es lo mejor para ti.
No des por sentado aquello más cercano a tu corazón. Aférrate a eso como a la vida, ya que sin eso la vida carece de sentido.
No dejes que tu vida se te escape de las manos por vivir en el pasado o por pensar en el futuro. Si vives tu vida de a un día por vez, vivirás todos y cada uno de los días de tu vida.
No te des por vencido cuando todavía tienes algo para dar. Nada está realmente terminado sino hasta el momento en que dejas de intentarlo.
No temas reconocer que no eres perfecto. Ese es el frágil lazo que nos une a los demás.
No temas enfrentar riesgos. Es precisamente asumiendo riesgos que aprendemos a ser valientes.
No dejes el amor por fuera de tu vida y no digas que es imposible de encontrar. La forma más eficaz de recibir amor es dar amor; la forma más rápida de perder el amor es sofocarlo y aferrarse a él; la mejor manera de conservar el amor es darle alas.
No pierdas tus sueños. Quedarse sin sueños es quedarse sin esperanzas; vivir sin esperanzas es vivir sin un propósito en la vida.
No corras por la vida hasta terminar olvidando no sólo dónde has estado sino también a dónde vas. La vida no es una carrera sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso.
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tus ideales. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.
Susan Polis Schutz
Extraído de su libro "Tesoros de la Vida"
ALCANZA TU SUEÑO
Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por el, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
Autor Desconocido
domingo, 24 de octubre de 2010
EL PODER DEL PENSAMIENTO
EL PÁJARO HERIDO
¿Cómo te sientes hoy? ¿Te sientes como un pájaro herido por la vida, porque cuando emprendiste el vuelo, te dispararon antes de llegar? ¿Porque cuando cerraste los ojos para buscar la luz, se te llenaron de lágrimas? ¿Porque cuando te sentaste al borde del camino, viste pasar a mucha gente y ninguna se fijó en ti?
¿Eres un pájaro herido porque el amor que era tu mundo se desplomó de golpe, y el nido se te quedó vacío, el corazón hueco y las cosas sin sentido?
¿Eres un pájaro herido porque aquellas palabras injustas y duras se te metieron en el pecho con más fuerza que una bala explosiva?
¿Eres un pájaro herido porque la tierra sin aguas se volvió sequía, la semilla sin fruto se volvió cáscara y el jardín sin flores se volvió aridez, y esos sueños llenos de esperanza se te han caído por tierra?
¿Estás herido porque has tenido un derrumbe, porque el camino sin el rumbo que querías, se te ha vuelto pesado; y sin la luz que te alumbraba, se te ha vuelto gris, y el deber se te ha hecho fatigoso, el tiempo interminable, y la vida lágrima, y la lágrima soledad, y la soledad vacío?
Eres un pájaro herido; pero estás vivo. Todavía puedes resurgir, despegar, volar y reconstruirte. Eres un pájaro herido por la vida, pero no encerrado en una jaula, no atrapado por una imposición, no sujeto por algo irremediable. Tienes alas que te pertenecen y toda la inmensidad para volar. Tienes a tu disposición una sonrisa para sembrarla en el dolor, dulzura para la resignación, acatamiento para la rebeldía, paz, aceptación y serenidad, para tu alivio y tu desconsuelo.
Autor Desconocido
EL PODER DEL PENSAMIENTO
Si piensas que estás vencido, vencido estás;
Si piensas que no te atreves, no lo harás;
Si piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás;
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre. Todo está en el estado mental; porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido; y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo.
Piensa en grande y tus hechos crecerán;
Piensa pequeño y quedarás atrás;
Piensa que puedes y podrás; todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás; tienes que pensar bien para elevarte; Tienes que estar seguro de ti mismo antes de intentar ganar un premio. La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero; Porque, tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.
Dr. Christian Barnard
ANTE UNA NUEVA ETAPA
Ante toda etapa que concluye, ante toda tarea cumplida, se impone un grato sentimiento de bienestar y, por qué no, de gratitud: la vida fluye y nos ha ayudado brindándonos circunstancias propicias. Sin embargo, si sabemos elevar nuestra mirada para ver qué se esconde detrás de cada hecho, también tendremos la capacidad de aceptar la piedra que entorpece el camino o el imprevisto que demora la concreción de un proyecto anhelado. Hasta en los momentos más difíciles de la vida, formamos parte de un suceso maravilloso que merece ser agradecido: estamos vivos.
Por supuesto, no se trata de valorarlo en virtud de las posesiones materiales ni de la mayor o menor suerte que -pensamos- nos acompaña. Se trata de descubrir que todo ser, tan sólo por existir, revela un secreto, recrea la mayor magia de la que podemos ser partícipes: la vida misma.
¡Cómo no sorprendernos cuando nos despertamos por la mañana y abrimos nuestros ojos! ¡Cómo olvidar que hoy es un día irrepetible y único, y que nosotros tenemos el privilegio de vivirlo en plenitud! Así, cada objeto, cada persona, cada palabra, cobrarán un nuevo significado, el que nunca deberían haber dejado de albergar, y llenarán de sentido nuestro espacio vital.
Todo ser humano llega a este mundo para cumplir una misión impostergable: aprender a quererse, conocerse en profundidad, apreciar lo que tiene, aceptar a quienes lo rodean y, entonces, transitar el camino que se abre frente a él. No importa si, en algunos tramos, el terreno es escarpado: sólo son pruebas a las que el destino lo somete a fin de fortalecer su espíritu. Sepamos apreciar toda bondad y toda belleza que nos rodea, por pequeña que sea. Pero, también, sepamos reconocer qué nos está tratando de señalar la vida cuando nos presenta obstáculos, una y otra vez. Y, sobre todo, tratemos de no perder nunca de vista que de nosotros depende, en gran medida, aquello que nos sucede.
Si comprendemos el sentido último e invalorable de nuestra existencia, habremos encontrado la mejor forma de empezar a vivirla plenamente: agradecer la vida.
Georgina Carosella
Enviado por: Mary Freiman
¿Cómo te sientes hoy? ¿Te sientes como un pájaro herido por la vida, porque cuando emprendiste el vuelo, te dispararon antes de llegar? ¿Porque cuando cerraste los ojos para buscar la luz, se te llenaron de lágrimas? ¿Porque cuando te sentaste al borde del camino, viste pasar a mucha gente y ninguna se fijó en ti?
¿Eres un pájaro herido porque el amor que era tu mundo se desplomó de golpe, y el nido se te quedó vacío, el corazón hueco y las cosas sin sentido?
¿Eres un pájaro herido porque aquellas palabras injustas y duras se te metieron en el pecho con más fuerza que una bala explosiva?
¿Eres un pájaro herido porque la tierra sin aguas se volvió sequía, la semilla sin fruto se volvió cáscara y el jardín sin flores se volvió aridez, y esos sueños llenos de esperanza se te han caído por tierra?
¿Estás herido porque has tenido un derrumbe, porque el camino sin el rumbo que querías, se te ha vuelto pesado; y sin la luz que te alumbraba, se te ha vuelto gris, y el deber se te ha hecho fatigoso, el tiempo interminable, y la vida lágrima, y la lágrima soledad, y la soledad vacío?
Eres un pájaro herido; pero estás vivo. Todavía puedes resurgir, despegar, volar y reconstruirte. Eres un pájaro herido por la vida, pero no encerrado en una jaula, no atrapado por una imposición, no sujeto por algo irremediable. Tienes alas que te pertenecen y toda la inmensidad para volar. Tienes a tu disposición una sonrisa para sembrarla en el dolor, dulzura para la resignación, acatamiento para la rebeldía, paz, aceptación y serenidad, para tu alivio y tu desconsuelo.
Autor Desconocido
EL PODER DEL PENSAMIENTO
Si piensas que estás vencido, vencido estás;
Si piensas que no te atreves, no lo harás;
Si piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás;
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre. Todo está en el estado mental; porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido; y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo.
Piensa en grande y tus hechos crecerán;
Piensa pequeño y quedarás atrás;
Piensa que puedes y podrás; todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás; tienes que pensar bien para elevarte; Tienes que estar seguro de ti mismo antes de intentar ganar un premio. La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero; Porque, tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.
Dr. Christian Barnard
ANTE UNA NUEVA ETAPA
Ante toda etapa que concluye, ante toda tarea cumplida, se impone un grato sentimiento de bienestar y, por qué no, de gratitud: la vida fluye y nos ha ayudado brindándonos circunstancias propicias. Sin embargo, si sabemos elevar nuestra mirada para ver qué se esconde detrás de cada hecho, también tendremos la capacidad de aceptar la piedra que entorpece el camino o el imprevisto que demora la concreción de un proyecto anhelado. Hasta en los momentos más difíciles de la vida, formamos parte de un suceso maravilloso que merece ser agradecido: estamos vivos.
Por supuesto, no se trata de valorarlo en virtud de las posesiones materiales ni de la mayor o menor suerte que -pensamos- nos acompaña. Se trata de descubrir que todo ser, tan sólo por existir, revela un secreto, recrea la mayor magia de la que podemos ser partícipes: la vida misma.
¡Cómo no sorprendernos cuando nos despertamos por la mañana y abrimos nuestros ojos! ¡Cómo olvidar que hoy es un día irrepetible y único, y que nosotros tenemos el privilegio de vivirlo en plenitud! Así, cada objeto, cada persona, cada palabra, cobrarán un nuevo significado, el que nunca deberían haber dejado de albergar, y llenarán de sentido nuestro espacio vital.
Todo ser humano llega a este mundo para cumplir una misión impostergable: aprender a quererse, conocerse en profundidad, apreciar lo que tiene, aceptar a quienes lo rodean y, entonces, transitar el camino que se abre frente a él. No importa si, en algunos tramos, el terreno es escarpado: sólo son pruebas a las que el destino lo somete a fin de fortalecer su espíritu. Sepamos apreciar toda bondad y toda belleza que nos rodea, por pequeña que sea. Pero, también, sepamos reconocer qué nos está tratando de señalar la vida cuando nos presenta obstáculos, una y otra vez. Y, sobre todo, tratemos de no perder nunca de vista que de nosotros depende, en gran medida, aquello que nos sucede.
Si comprendemos el sentido último e invalorable de nuestra existencia, habremos encontrado la mejor forma de empezar a vivirla plenamente: agradecer la vida.
Georgina Carosella
Enviado por: Mary Freiman
martes, 21 de septiembre de 2010
DIA MUNDIAL DEL ALZHEIMER:RECUERDA MIS OLVIDOS,OLVIDA QUE NO RECUERDO, ABRAZAME Y SONRIO, PORQUE SONRIO PORQUE TE QUIERO
CÓMO LUCHAR CONTRA EL VACÍO EXISTENCIAL
Ningún hombre tiene vocación de náufrago, ni de Robinsón Crusoe. Sólo luchando con los fuertes se llega a ser fuerte. Para vivir una vida que valga la pena, no basta flotar a la deriva. El hombre no es un tronco en la superficie del agua, llevado de aquí para allá por la corriente, sin rumbo fijo. Y el simple pasar del tiempo lo envejece, lo agita y lo golpea. Pero no lo hace mejor. Quien no se empeña en descubrir quién es y en decidir a dónde va; quien no fija el timón y empuña los remos de su libertad para seguir su camino, acaba viendo como el flujo de su vida le arrastra… a donde no quería llegar. La vida no es cuestión de estar vivo y dejarse llevar por la corriente, como un pelele roto e inútil. “La felicidad es una página en blanco” (Rushdie), que cada uno tiene que rellenar con ilusión y coherencia.
Leyendo un libro de reciente aparición, me he acordado de la obra más célebre del preso tal vez más conocido del campo nazi de Auschwitz, “El hombre en busca de destino”, del psiquiatra austríaco Viktor Frankl, discípulo de Freud y fundador del método psiquiátrico curativo de la logoterapia. Él piensa que nuestro mundo padece de un vacío existencial caracterizado por la falta de sentido.En otra de sus obras, hablando del sentido del sufrimiento, Frankl citaba la carta que le escribieron algunos presos del penal de Florida, después de leer sus libros: “He encontrado el sentido de mi vida ahora, cuando estoy en la cárcel, y sólo tengo que esperar algún tiempo, hasta que tenga la ocasión de repararlo todo, de hacerlo todo mejor”. (..) Y el preso número 552-022 me escribe: “Querido doctor: Durante los dos últimos meses un grupo de presos hemos leído sus libros y escuchado sus cintas. ¡Qué cierto es que también en el sufrimiento se puede encontrar un sentido…! De alguna forma, mi vida ha comenzado ahora. (..) Aquí, en la prisión, rodeados de las más severas medidas de seguridad de toda Florida –aquí, a unos cientos de metros de la silla eléctrica- precisamente aquí son nuestras lágrimas sinceras. Estamos cerca de la Navidad. Pero para nosotros la logoterapia es la resurrección. Desde el Gólgota de Auschwitz se levanta, en esta mañana de resurrección, el sol del amanecer. ¡Qué nuevo día llega hasta nosotros!.Como también me trajo a la cabeza a las cuatro protagonistas de otro libro reciente –“Yo he sobrevivido a un aborto”-, que coinciden en señalar que si lograron salvarse es porque Dios tenía alguna misión prevista para ellas. Esta obra es un ejemplo de esa “llamada” a hacer algo especial en la vida. Algo a lo qué dedicar su existencia, salvada milagrosamente.En la trama del mundo, la vida de cada hombre es como un sendero, una gran aventura, que supone un crecimiento hacia lo máximo del ser: una maduración pero, al mismo tiempo paradas, crisis y disminuciones. Es un camino en pos del sentido último de las cosas, en el que el hombre tiene que abrirse paso por sí mismo, tomar decisiones por su cuenta y luchar batallas por su propio brazo. Sintiendo en los ojos el reto de los colores y en el rostro la llamada de los vientos.El sentido vocacional de la vida significa, por supuesto, que en el mismísimo punto de partida hay una propuesta paradójica: para llegar a ser uno mismo es preciso romper la soledad del ensimismamiento. Hay que tener el arrojo de aventurar la vida. Salir del propio caparazón, abrirse a Dios y a los demás: “Alguien me quiere en tus ‘te quiero’, …”, ha escrito el poeta Miguel D’ors. Porque estamos proyectados a ser “gente-llamada-a-estar-unida”. Sí, hay que asumir de manera personal el protagonismo de la propia vida; pero en primera personal del plural. De esa manera se evita el mirar a tientas, casualmente, sólo a la propia libertad. Un gurú americano de esos que enseña el manejo de las cosas para que le salgan bien al que las usa, afirma que “el mejor modo de predecir el futuro es crearlo”. Hay que arriesgarse, hay que perder el miedo a vivir. Hay que lanzarse, como decía antes Stephen R. Covey. Lo decía también Juan Pablo II, al asomarse por primera vez al balcón de San Pedro, recién ser elegido Papa: “¡No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo!”. Y en ese amor de totalidad que Él nos pide están incluidos todos los demás amores humanos nobles que podemos tener en la tierra: a los padres, a la novia, a los hermanos, a los amigos, a la esposa y madre, etc.Porque Dios es el coprotagonista estelar y socio mayoritario en la empresa de vivir apasionadamente. No se puede hablar del hombre sin hablar de Dios: si el Cielo se vacía, la tierra se llena de ídolos. Y hay que contagiar esa alegría de vivir, esa esperanza, a los que nos rodean. Para eso tenemos que saber hablar de lo que creemos y de por qué creemos. Que estamos aquí con un destino concreto, demasiado emocionante como para dejarlo pasar de largo. Como para no compartirlo a manos llenas.Hay que ser optimistas, como lo eran los hombres de la Ilustración: pensaban que el espíritu humano tiene un poder enorme, que le hace ir siempre hacia delante. ¿No hemos suprimido la esclavitud, una vieja institución que hunde sus raíces en tiempos arcaicos y que sirvió de base a todo el modo de producción esclavista? ¿No se ha llegado a eliminar la pena de muerte en la mayoría de los países desarrollados? Oscar Wilde, que no era ningún revolucionario, decía que “la historia era un desembarco en sucesivas utopías”.Si a esto le añadimos que Dios, que nos ha creado, es bueno, el resultado no puede ser verlo todo negro. Los problemas –nuestras limitaciones personales, que son reales-, están para ser enfrentadas y superadas. “Vivir es eso: estar todavía a tiempo”, comentaba el famoso guitarrista Narciso Yepes. Si nuestros antepasados se hubieran rendido, pensando en un destino ciego o sólo en porvenires negativos, no estaríamos nosotros aquí. No hay que amargarse la vida y pasar el tiempo sufriendo. Es preciso aceptarnos como somos, de frágil barro cocido. Tenemos que cambiar de actitud, pensando que hasta un objeto con un mecanismo tan sencillo tiene una gran utilidad para el hombre. Simplemente con cambiar de actitud, la vida puede ser feliz o ser un desastre. Si se puede vivir feliz, ¿por qué no hacerlo?Hay que perder el miedo a vivir, aunque sea yendo en contra de la corriente. No hay que temer el mañana, como si sólo nos fueran a acontecer catástrofes. Hay que tener la mentalidad del corcho que, pase lo que pase, siempre flota. Por el río. Y, al final, como dice el poeta, “… todos los ríos van a dar a la mar”, y se convierten en océanos sin fin, anchos y plenos de vida. La muerte es el único pórtico de nuestra inmortalidad.
Autor Desconocido
Ningún hombre tiene vocación de náufrago, ni de Robinsón Crusoe. Sólo luchando con los fuertes se llega a ser fuerte. Para vivir una vida que valga la pena, no basta flotar a la deriva. El hombre no es un tronco en la superficie del agua, llevado de aquí para allá por la corriente, sin rumbo fijo. Y el simple pasar del tiempo lo envejece, lo agita y lo golpea. Pero no lo hace mejor. Quien no se empeña en descubrir quién es y en decidir a dónde va; quien no fija el timón y empuña los remos de su libertad para seguir su camino, acaba viendo como el flujo de su vida le arrastra… a donde no quería llegar. La vida no es cuestión de estar vivo y dejarse llevar por la corriente, como un pelele roto e inútil. “La felicidad es una página en blanco” (Rushdie), que cada uno tiene que rellenar con ilusión y coherencia.
Leyendo un libro de reciente aparición, me he acordado de la obra más célebre del preso tal vez más conocido del campo nazi de Auschwitz, “El hombre en busca de destino”, del psiquiatra austríaco Viktor Frankl, discípulo de Freud y fundador del método psiquiátrico curativo de la logoterapia. Él piensa que nuestro mundo padece de un vacío existencial caracterizado por la falta de sentido.En otra de sus obras, hablando del sentido del sufrimiento, Frankl citaba la carta que le escribieron algunos presos del penal de Florida, después de leer sus libros: “He encontrado el sentido de mi vida ahora, cuando estoy en la cárcel, y sólo tengo que esperar algún tiempo, hasta que tenga la ocasión de repararlo todo, de hacerlo todo mejor”. (..) Y el preso número 552-022 me escribe: “Querido doctor: Durante los dos últimos meses un grupo de presos hemos leído sus libros y escuchado sus cintas. ¡Qué cierto es que también en el sufrimiento se puede encontrar un sentido…! De alguna forma, mi vida ha comenzado ahora. (..) Aquí, en la prisión, rodeados de las más severas medidas de seguridad de toda Florida –aquí, a unos cientos de metros de la silla eléctrica- precisamente aquí son nuestras lágrimas sinceras. Estamos cerca de la Navidad. Pero para nosotros la logoterapia es la resurrección. Desde el Gólgota de Auschwitz se levanta, en esta mañana de resurrección, el sol del amanecer. ¡Qué nuevo día llega hasta nosotros!.Como también me trajo a la cabeza a las cuatro protagonistas de otro libro reciente –“Yo he sobrevivido a un aborto”-, que coinciden en señalar que si lograron salvarse es porque Dios tenía alguna misión prevista para ellas. Esta obra es un ejemplo de esa “llamada” a hacer algo especial en la vida. Algo a lo qué dedicar su existencia, salvada milagrosamente.En la trama del mundo, la vida de cada hombre es como un sendero, una gran aventura, que supone un crecimiento hacia lo máximo del ser: una maduración pero, al mismo tiempo paradas, crisis y disminuciones. Es un camino en pos del sentido último de las cosas, en el que el hombre tiene que abrirse paso por sí mismo, tomar decisiones por su cuenta y luchar batallas por su propio brazo. Sintiendo en los ojos el reto de los colores y en el rostro la llamada de los vientos.El sentido vocacional de la vida significa, por supuesto, que en el mismísimo punto de partida hay una propuesta paradójica: para llegar a ser uno mismo es preciso romper la soledad del ensimismamiento. Hay que tener el arrojo de aventurar la vida. Salir del propio caparazón, abrirse a Dios y a los demás: “Alguien me quiere en tus ‘te quiero’, …”, ha escrito el poeta Miguel D’ors. Porque estamos proyectados a ser “gente-llamada-a-estar-unida”. Sí, hay que asumir de manera personal el protagonismo de la propia vida; pero en primera personal del plural. De esa manera se evita el mirar a tientas, casualmente, sólo a la propia libertad. Un gurú americano de esos que enseña el manejo de las cosas para que le salgan bien al que las usa, afirma que “el mejor modo de predecir el futuro es crearlo”. Hay que arriesgarse, hay que perder el miedo a vivir. Hay que lanzarse, como decía antes Stephen R. Covey. Lo decía también Juan Pablo II, al asomarse por primera vez al balcón de San Pedro, recién ser elegido Papa: “¡No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo!”. Y en ese amor de totalidad que Él nos pide están incluidos todos los demás amores humanos nobles que podemos tener en la tierra: a los padres, a la novia, a los hermanos, a los amigos, a la esposa y madre, etc.Porque Dios es el coprotagonista estelar y socio mayoritario en la empresa de vivir apasionadamente. No se puede hablar del hombre sin hablar de Dios: si el Cielo se vacía, la tierra se llena de ídolos. Y hay que contagiar esa alegría de vivir, esa esperanza, a los que nos rodean. Para eso tenemos que saber hablar de lo que creemos y de por qué creemos. Que estamos aquí con un destino concreto, demasiado emocionante como para dejarlo pasar de largo. Como para no compartirlo a manos llenas.Hay que ser optimistas, como lo eran los hombres de la Ilustración: pensaban que el espíritu humano tiene un poder enorme, que le hace ir siempre hacia delante. ¿No hemos suprimido la esclavitud, una vieja institución que hunde sus raíces en tiempos arcaicos y que sirvió de base a todo el modo de producción esclavista? ¿No se ha llegado a eliminar la pena de muerte en la mayoría de los países desarrollados? Oscar Wilde, que no era ningún revolucionario, decía que “la historia era un desembarco en sucesivas utopías”.Si a esto le añadimos que Dios, que nos ha creado, es bueno, el resultado no puede ser verlo todo negro. Los problemas –nuestras limitaciones personales, que son reales-, están para ser enfrentadas y superadas. “Vivir es eso: estar todavía a tiempo”, comentaba el famoso guitarrista Narciso Yepes. Si nuestros antepasados se hubieran rendido, pensando en un destino ciego o sólo en porvenires negativos, no estaríamos nosotros aquí. No hay que amargarse la vida y pasar el tiempo sufriendo. Es preciso aceptarnos como somos, de frágil barro cocido. Tenemos que cambiar de actitud, pensando que hasta un objeto con un mecanismo tan sencillo tiene una gran utilidad para el hombre. Simplemente con cambiar de actitud, la vida puede ser feliz o ser un desastre. Si se puede vivir feliz, ¿por qué no hacerlo?Hay que perder el miedo a vivir, aunque sea yendo en contra de la corriente. No hay que temer el mañana, como si sólo nos fueran a acontecer catástrofes. Hay que tener la mentalidad del corcho que, pase lo que pase, siempre flota. Por el río. Y, al final, como dice el poeta, “… todos los ríos van a dar a la mar”, y se convierten en océanos sin fin, anchos y plenos de vida. La muerte es el único pórtico de nuestra inmortalidad.
Autor Desconocido
miércoles, 25 de agosto de 2010
SEMILLAS DE ESPERANZA
EL PROFESIONAL DESEMPLEADO
Un profesional desempleado despertó una mañana y revisó su bolsillo. Todo lo que le quedaba era un billete de 10 dólares. Decidió utilizarlos para comprar comida y asía esperar la hora de morir, ya que era demasiado orgulloso como para pedir limosna. Estaba frustrado por no encontrar empleo y no tenía a nadie a quién acudir en ayuda. Compró su comida y en cuanto se sentó a comer, un anciano y dos pequeños niños se le acercaron y le pidieron que les diera su comida, ya que no habían comido en casi una semana. El profesional los miró, ¡estaban tan flacos que se les notaban los huesos, sus ojos se les habían hundido! Con el último pedazo de compasión que le quedaba, les dio su comida. El anciano y los niños oraron para que Dios le diera bendiciones y prosperidad, y a cambio, le dieron una moneda muy antigua. El joven profesional recibió la moneda antigua, pero les dijo: ustedes necesitan esa oración más que yo.
Sin dinero, sin empleo y sin comida, el joven fue debajo de un puente a descansar y esperar la hora de su muerte. Estaba a punto de quedarse dormido, cuando vio un viejo periódico en el suelo. Lo levantó, y de repente leyó un anuncio donde compraban monedas antiguas. Decidió ir a ese lugar con la moneda antigua que el anciano le había dado. Al llegar al lugar, le mostró la moneda al propietario del lugar. El propietario gritó, sacó un gran libro y le mostró al joven profesional una fotografía. Era la misma moneda, cuyo valor era de 3 millones de dólares. El joven profesional estaba muy emocionado, mientras el propietario le entregaba un cheque por los 3 millones de dólares.
El joven profesional fue al banco, cobró el dinero y se fue en búsqueda del anciano y de los niños. Para cuando llegó a donde los dejó comiendo, ya no estaban, así que le preguntó al dueño de una cantina cercana si los conocía. El dueño le dijo que no los conocía, pero que le habían dejado una nota. Rápidamente el joven profesional abrió la nota pensando que averiguaría dónde encontrarlos. La nota decía: "Nos diste todo lo que tenías, nosotros también te dimos todo lo que teníamos."
Autor Desconocido
LA VOZ EN LA OSCURIDAD
El discípulo inquirió a su sabio maestro:
- ¿Por qué muchas veces Dios parece generoso con unos e injusto con otros?
El maestro le contestó:
- Te contaré la siguiente historia para que puedas entenderlo con facilidad.
Un caballero comentó a su amigo:
- Vamos hasta la montaña en la que mora Dios. Quiero demostrar que Él sólo sabe exigir, y que no hace nada por aliviar nuestras cargas.
El amigo le respondió:
- Vamos, yo te demostraré mi fe.
Llegaron por la noche a lo alto del monte y escucharon una voz en la oscuridad que les decía:
- ¡Cargad vuestros caballos con las piedras del suelo!
El primer caballero dijo:
- ¿Ves? Después de subir tanto y estar tan cansados, aún nos hace cargar con más peso. ¡Jamás obedeceré!
El segundo caballero hizo lo que le voz decía:
- Bajó de su caballo, y recogió algunas piedras.
Cuando acabaron de bajar el monte, llegó la aurora y el alba trajo los primeros rayos de sol que iluminaron las piedras que el caballero piadoso había recogido. Eran diamantes puros de kilates incalculables.Dice el maestro:Las decisiones de Dios son misteriosas, pero aunque no lo comprendamos ahora, siempre resultan a nuestro favor.Mi querido amigo, cuando se te presente por la vida muchas adversidades, y sientas que Dios te carga aún más en vez de aliviarte, no debes desesperar, ni quejarte por los golpes que recibes. Aún cuando no llegues a entenderlos, no pierdas la esperanza, pues la decisiones de Dios siempre juegan a favor de sus hijos que le aman.
Autor Desconocido
Un profesional desempleado despertó una mañana y revisó su bolsillo. Todo lo que le quedaba era un billete de 10 dólares. Decidió utilizarlos para comprar comida y asía esperar la hora de morir, ya que era demasiado orgulloso como para pedir limosna. Estaba frustrado por no encontrar empleo y no tenía a nadie a quién acudir en ayuda. Compró su comida y en cuanto se sentó a comer, un anciano y dos pequeños niños se le acercaron y le pidieron que les diera su comida, ya que no habían comido en casi una semana. El profesional los miró, ¡estaban tan flacos que se les notaban los huesos, sus ojos se les habían hundido! Con el último pedazo de compasión que le quedaba, les dio su comida. El anciano y los niños oraron para que Dios le diera bendiciones y prosperidad, y a cambio, le dieron una moneda muy antigua. El joven profesional recibió la moneda antigua, pero les dijo: ustedes necesitan esa oración más que yo.
Sin dinero, sin empleo y sin comida, el joven fue debajo de un puente a descansar y esperar la hora de su muerte. Estaba a punto de quedarse dormido, cuando vio un viejo periódico en el suelo. Lo levantó, y de repente leyó un anuncio donde compraban monedas antiguas. Decidió ir a ese lugar con la moneda antigua que el anciano le había dado. Al llegar al lugar, le mostró la moneda al propietario del lugar. El propietario gritó, sacó un gran libro y le mostró al joven profesional una fotografía. Era la misma moneda, cuyo valor era de 3 millones de dólares. El joven profesional estaba muy emocionado, mientras el propietario le entregaba un cheque por los 3 millones de dólares.
El joven profesional fue al banco, cobró el dinero y se fue en búsqueda del anciano y de los niños. Para cuando llegó a donde los dejó comiendo, ya no estaban, así que le preguntó al dueño de una cantina cercana si los conocía. El dueño le dijo que no los conocía, pero que le habían dejado una nota. Rápidamente el joven profesional abrió la nota pensando que averiguaría dónde encontrarlos. La nota decía: "Nos diste todo lo que tenías, nosotros también te dimos todo lo que teníamos."
Autor Desconocido
LA VOZ EN LA OSCURIDAD
El discípulo inquirió a su sabio maestro:
- ¿Por qué muchas veces Dios parece generoso con unos e injusto con otros?
El maestro le contestó:
- Te contaré la siguiente historia para que puedas entenderlo con facilidad.
Un caballero comentó a su amigo:
- Vamos hasta la montaña en la que mora Dios. Quiero demostrar que Él sólo sabe exigir, y que no hace nada por aliviar nuestras cargas.
El amigo le respondió:
- Vamos, yo te demostraré mi fe.
Llegaron por la noche a lo alto del monte y escucharon una voz en la oscuridad que les decía:
- ¡Cargad vuestros caballos con las piedras del suelo!
El primer caballero dijo:
- ¿Ves? Después de subir tanto y estar tan cansados, aún nos hace cargar con más peso. ¡Jamás obedeceré!
El segundo caballero hizo lo que le voz decía:
- Bajó de su caballo, y recogió algunas piedras.
Cuando acabaron de bajar el monte, llegó la aurora y el alba trajo los primeros rayos de sol que iluminaron las piedras que el caballero piadoso había recogido. Eran diamantes puros de kilates incalculables.Dice el maestro:Las decisiones de Dios son misteriosas, pero aunque no lo comprendamos ahora, siempre resultan a nuestro favor.Mi querido amigo, cuando se te presente por la vida muchas adversidades, y sientas que Dios te carga aún más en vez de aliviarte, no debes desesperar, ni quejarte por los golpes que recibes. Aún cuando no llegues a entenderlos, no pierdas la esperanza, pues la decisiones de Dios siempre juegan a favor de sus hijos que le aman.
Autor Desconocido
lunes, 23 de agosto de 2010
COMO SALGO DE LA RUTINA?
El peor fracaso es la pérdida del entusiasmo.” Anónimo
Uno de los enemigos del éxito es la falta de entusiasmo, y habitualmente las personas pierden el entusiasmo cuando caen en la rutina. Se dice que una rutina es una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin que yo pueda razonarlas, algunos la llaman hacer las cosas de forma automática.
No quiero decir que las rutinas son malas o que sean buenas, todo dependerá de la mirada y el entorno donde te desenvuelvas. Lo que sucede muchas veces es que cuando entras en rutina pierdes el entusiasmo y no disfrutas la vida, y al no disfrutar la vida no alcanzas tus objetivos, tus metas, tus sueños.
Me han escrito personas, como también he hablado con otras que me dicen que sus vidas, sus matrimonios o sus trabajos han caído en la rutina y están viviendo sin entusiasmo. ¿Eres tu de esas personas que dicen estar cansadas, aburridas, desilusionadas, fastidiadas?
Hay quienes piensan y estoy de acuerdo, que para romper con la rutina hay que despertar la pasión. Sin pasión o entusiasmo no podremos lograr nada grande ni extraordinario en nuestras vidas. En cada una de las personas hay un toque de grandeza que no puede ser activada hasta que activemos la pasión, hasta que generemos entusiasmo en las cosas que hacemos.
Un entusiasmo genuino es capaz de transformar las crisis en oportunidades. Te lleva a hacer lo imposible, a esforzarte más por lo que quieres. Te da inspiración para tu matrimonio o tu trabajo. Una persona entusiasta puede superar todos los obstáculos o circunstancias que se le presentan en el camino. El entusiasta es como ese poeta que vive en la poesía.
El entusiasmo te guía hacia el cumplimiento de tus sueños. La falta de entusiasmo te estanca en la vida.
Tú puedes revivir la pasión o entusiasmo respondiendo a las preguntas: ¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué quieres hacer en tu tiempo libre? ¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? ¿Cómo puedes hacer tu matrimonio apasionado? ¿Cómo puedes hacer de tu trabajo un lugar divertido? Si puedes responderlas te vas a encontrar con la pasión. No tengas miedo de responderte y ponte en acción. La vida es un viaje para disfrutar.
Jeremías es un profeta que se encontró con muchas circunstancias en su vida, tuvo sus dudas y sus temores. Sin embargo conocía su identidad y su misión la cual llenaba de entusiasmo de la siguiente manera: “Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso.” (Jeremías 15:16 NVI)
Hay pasos que necesitas dar para entusiasmarte:
Deja atrás la resignación y la negatividad. Transforma tus pensamientos “chatarra” en pensamientos de gozo. Llénate de la Palabra de Dios, prueba que Dios es bueno.
Desarrolla una buena imagen de ti mismo. Si te amas a ti puedes amar a los demás.
Planifica donde quieres llegar y donde quieres estar.
Enfócate en tus sueños y actúa.
Busca una estructura de apoyo. Alguien dijo: “Quien se junta con águilas vuela alto”.
Nunca te rindas. Dios premia la constancia.
Hoy es el mejor día para comenzar a disfrutar la vida, para llenarte de entusiasmo y contagiar al mundo con el gozo que Dios ha puesto en tu corazón. Tú puedes alcanzar tus sueños.
Uno de los enemigos del éxito es la falta de entusiasmo, y habitualmente las personas pierden el entusiasmo cuando caen en la rutina. Se dice que una rutina es una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin que yo pueda razonarlas, algunos la llaman hacer las cosas de forma automática.
No quiero decir que las rutinas son malas o que sean buenas, todo dependerá de la mirada y el entorno donde te desenvuelvas. Lo que sucede muchas veces es que cuando entras en rutina pierdes el entusiasmo y no disfrutas la vida, y al no disfrutar la vida no alcanzas tus objetivos, tus metas, tus sueños.
Me han escrito personas, como también he hablado con otras que me dicen que sus vidas, sus matrimonios o sus trabajos han caído en la rutina y están viviendo sin entusiasmo. ¿Eres tu de esas personas que dicen estar cansadas, aburridas, desilusionadas, fastidiadas?
Hay quienes piensan y estoy de acuerdo, que para romper con la rutina hay que despertar la pasión. Sin pasión o entusiasmo no podremos lograr nada grande ni extraordinario en nuestras vidas. En cada una de las personas hay un toque de grandeza que no puede ser activada hasta que activemos la pasión, hasta que generemos entusiasmo en las cosas que hacemos.
Un entusiasmo genuino es capaz de transformar las crisis en oportunidades. Te lleva a hacer lo imposible, a esforzarte más por lo que quieres. Te da inspiración para tu matrimonio o tu trabajo. Una persona entusiasta puede superar todos los obstáculos o circunstancias que se le presentan en el camino. El entusiasta es como ese poeta que vive en la poesía.
El entusiasmo te guía hacia el cumplimiento de tus sueños. La falta de entusiasmo te estanca en la vida.
Tú puedes revivir la pasión o entusiasmo respondiendo a las preguntas: ¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Qué quieres hacer en tu tiempo libre? ¿Qué harías si supieras que no vas a fracasar? ¿Cómo puedes hacer tu matrimonio apasionado? ¿Cómo puedes hacer de tu trabajo un lugar divertido? Si puedes responderlas te vas a encontrar con la pasión. No tengas miedo de responderte y ponte en acción. La vida es un viaje para disfrutar.
Jeremías es un profeta que se encontró con muchas circunstancias en su vida, tuvo sus dudas y sus temores. Sin embargo conocía su identidad y su misión la cual llenaba de entusiasmo de la siguiente manera: “Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso.” (Jeremías 15:16 NVI)
Hay pasos que necesitas dar para entusiasmarte:
Deja atrás la resignación y la negatividad. Transforma tus pensamientos “chatarra” en pensamientos de gozo. Llénate de la Palabra de Dios, prueba que Dios es bueno.
Desarrolla una buena imagen de ti mismo. Si te amas a ti puedes amar a los demás.
Planifica donde quieres llegar y donde quieres estar.
Enfócate en tus sueños y actúa.
Busca una estructura de apoyo. Alguien dijo: “Quien se junta con águilas vuela alto”.
Nunca te rindas. Dios premia la constancia.
Hoy es el mejor día para comenzar a disfrutar la vida, para llenarte de entusiasmo y contagiar al mundo con el gozo que Dios ha puesto en tu corazón. Tú puedes alcanzar tus sueños.
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