jueves, 21 de agosto de 2008

El Esclavo

Esta es una carta que imaginariamente se auto escribió un hombre que estando en coma, su cerebro estaba consciente y estaba a punto de morir. Esto viene en un pequeño libro: el esclavo...se los recomiendo.
Estimado amigo:
Me llamo amigo porque eso es lo que quiero ser conmigo mismo ahora.Por mucho tiempo yo fui mi peor enemigo, de hecho, fui mi único enemigo.Fui yo el que permitió que el miedo dominara mi vida. Fui yo el que se aferró a las penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento.Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no merecer lo bueno y me hacia sentir menos que los demás.Fui yo mismo el que me llené de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos. Fui yo mismo el que me juzgué y me critiqué en todo lo que hacia. Yo mismo afecté mi salud y mi bienestar y fui yo mismo el responsable de los problemas de mi vida. En mí estaba la solución y en mí estaban todas las respuestas.Fui yo mismo el acusado, el juez y el verdugo de mi propia vida. Yo mismo dicté las sentencias y yo mismo me impuse los castigos. Y, sin embargo......hoy me perdono todo, porque me doy cuenta que siempre hice lo mejor que pude. Comprendo que fui un ser sensible y vulnerable como lo son todos los seres humanos y que las experiencias de mi vida moldearon mi personalidad. Hoy rechazo la culpa que siento por mis errores ya que en nada ayuda y nada soluciona.Aprendí tarde, que yo era capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y de las situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que yo era mi propio dueño, que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era un esclavo de las circunstancias y que en mí estaba el poder de mejorar, de cambiar y de vivir en armonía.Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las perdidas y heridas que todos compartimos.Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oír, de sentir, de saborear, la oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis semejantes.Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mi mismo.Hoy rompo las cadenas con las que yo mismo me até.Hoy me perdono por todos mis errores.Hoy admito que nadie tiene control sobre mis sentimientos.Hoy me declaro libre de todas mis heridas.Hoy es un buen día para morir.Me quiero
Atentamente,
La persona mas importante de mi vida.
Yo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

De Semillas de Vida

PENSAMIENTOS DE SABIDURÍA
DR. WAYNE W. DYER
Autor de: Tus Zonas Erróneas y Tus Zonas Mágicas

Todo el sistema universal se mantiene unido por el amor, la armonía y la cooperación. Si utilizas tus ideas de acuerdo con estos principios, podrás superar cualquier obstáculo que se interponga en tu camino.

Tú no eres un ser humano con una experiencia espiritual. Eres un ser espiritual con una experiencia humana.
Los pensamientos tienen un poder extraordinario. Debidamente nutridos e interiorizados, serán una realidad en tu mundo físico.
Sólo podemos dar a los demás lo que tenemos dentro de nosotros.
Cualquiera que sea la pregunta, amor es la respuesta.
La acusación es un curioso artificio que puedes utilizar siempre que no quieras cargar con la responsabilidad de algo en tu vida. Úsala y evitarás todo riesgo, pero impedirás tu propio crecimiento.
Nadie puede crear odio ni angustia dentro de ti. Sólo tú puedes hacerlo, en virtud de la manera como manejas tu mundo.
Asume el compromiso personal de hacer lo que quieras y querer lo que hagas.
Si la oración significa que tú hablas con Dios, la intuición es Dios que te habla a ti.
Escucha aquellas señales de tu interior que te ayudan a escoger lo correcto. No importa lo que piense cualquier otro. Confía en tus voces intuitivas y síguelas.
Amor sagrado quiere decir amor tal como es, incluso si tú no comprendes su sentido más profundo.
El conflicto es una violación de la armonía. Si tú participas en él, eres parte del problema no la solución.
No dejes que las emociones te inmovilicen. Míralas como elecciones que has hecho.
Cada punto a lo largo del camino es un lugar donde has debido estar antes, para estar ahora aquí. Tú eres la suma total de todo lo que has escogido hasta este momento.
La independencia es la ausencia de la necesidad de estar atado a alguien o a algo. Es una manera de pensar y de ser que nos da la libertad de discurrir por la vida.
Haz lo que quieras, a menos que interfieras el derecho de alguien más a hacer lo mismo. Esto define la moralidad. Hasta que aprendas a perdonar, estarás atrapado emocional y físicamente.
Me llenaré de amor y lo proyectaré en el mundo. La forma en que los demás me traten a mí es parte de su conducta; la forma en que yo reaccione, es parte de la mía.
Te recomiendo que seas gentil contigo mismo y te ames incondicionalmente, con independencia de lo que se interponga en tu camino.
No siempre puedes controlar lo que pasa fuera, pero sí puedes controlar siempre lo que pasa dentro. Llénate de amor para todos. Observa el desdoblamiento de Dios en cada uno que encuentres, incluso en aquellos a quienes te han enseñado a rechazar.
La lucha debilita, mientras que la armonía fortalece y da poder.
El vituperio es la excusa perfecta para que el mundo no sea exactamente tal como nos gustaría que fuera. El estado del mundo es un reflejo del estado de nuestra mente.
No malgastes tu energía preocupándote. Puedes controlar la situación o no puedes. Si puedes, toma el control, si no, olvídalo.
No hay un camino a la felicidad. La felicidad es el camino. No hay camino a la prosperidad. La prosperidad es el camino.
Es fácil amar a cierta gente. La verdadera prueba es amar a alguien difícil de amar. Envía amor a todos tus enemigos.
Cuando un problema surge, entra en él. Abórdalo con serenidad. Úsalo para aprender algo.
Ve más allá de las ideas de triunfar y fracasar. Esto son juicios. Mantente en el proceso y deja que el universo cuide de los detalles.
Deja de concentrarte en lo que no tienes y toma aprecio por todo aquello que tú eres y todo lo que tienes.
Puedes quedarte sentado para siempre, lamentando lo malo que has sido, culpándote hasta la muerte, y ni una insignificante porción de esta actitud hará nada para rectificar tu comportamiento pasado.
Cualquier cosa que te inmovilice, que te aparte de tu camino o te impida conseguir tus objetivos, es toda tuya. Puedes echarla fuera siempre que quieras.
Cuando creas en ti mismo y contemples tu alma, viéndola divina y preciosa, te convertirás automáticamente en un ser que puede crear un milagro.

DR. Wayne W. Dyer

martes, 12 de agosto de 2008

Se firme en tus actitudes

ALCANZA TU SUEÑO
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio afán".Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso.Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo.Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. "Que este día sea el mejor de tu vida para alcanzar tus sueños.

CEMENTERIO DE ALMAS

SIMILITUD ENTRE FORJAR ACERO Y NUESTRA VIDA
Se cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco y practicó la caridad, pero a pesar de toda su dedicación, nada perecía andar bien en su vida; muy por el contrario, sus problemas y sus dudas se acumulaban día a día.

Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
- "Realmente es muy extraño que, justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado".

El herrero no respondió enseguida. Él ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida. Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba.

He aquí lo que dijo el herrero:
- "En este taller, yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace ésto? Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo. Enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego, la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Este proceso debo repetirlo varias veces hasta obtener la espada perfecta, porque una sola vez no es suficiente".

El herrero hizo una larga pausa, y siguió:
- "A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de hierro viejo que ves a la entrada de mi herrería".

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:
- "Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: ¡Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de hierro viejo de las almas".

Autor Desconocido

sábado, 9 de agosto de 2008

DE SEMILLAS DE VIDA: SOLOS

SOLOS, PROFUNDAMENTE SOLOS
Se ha dicho que el hombre más profundamente solo en esta era espacial, ha sido aquel que daba vueltas y más vueltas en torno a la luna en espera de sus compañeros que estaban en el módulo que habría de acoplarse a su nave. Esta es soledad absoluta del medio físico y por un tiempo determinado, pero ¿qué decir de aquellos que llevan para toda la vida la soledad multitudinaria?. Es decir, ¿sentirse solo junto a otros?. Esa es una soledad que la sienten muchos entre las multitudes de las grandes ciudades.

El poeta Campoamor decía: "Si triste es la soledad de un hombre solo, más triste es aún, la de dos en compañía". Un hombre y una mujer, unidos por los lazos del matrimonio, los dos bajo un mismo techo, pero donde el amor es tan solo una llama que parpadea. La comunicación está rota y ahora la frialdad y los silencios largos son lo único que se siente en el hogar. Marilyn Monroe, la fulgurante estrella cuya luz se apagó hace unos cuantos años, inspiraba lástima. Se le veía triste y desolada como el personaje de una tragicomedia. No obstante la fama que había alcanzado, su belleza, su inteligencia, su atracción sexual y sus famosos maridos, toda su vida la vivió completamente amargada. Decepcionada hasta lo más hondo, arrastraba por dentro, una soledad que la devoraba y se le hacía irresistible. Joshua Logan la describe así: "Ingenua y conmovedora como una animalillo asustado, como un cervatillo o un polluelo". Sus palabras revelan esa triste soledad: "Una carrera es una cosa maravillosa, pero no sirve para acurrucarse en ella, una noche fría". También decía: "La celebridad sólo me proporciona una felicidad parcial y temporal. La celebridad pasará y entonces diré: Adiós celebridad. Te he tenido, pero siempre he sabido que eres inconstante. Habrás sido para mí una experiencia, pero no mi vida".

Una noche sucumbió a su soledad mediante una fuerte dosis de barbitúricos. ¡­La pobrecita! Pasó toda su vida como una criatura en demanda siempre de ayuda y comprensión, y como la eterna huérfana en busca de cobijo y de calor. ­ ¡Y cuántos hay como ella que se sienten solos, profundamente solos!
SACUDE LA SOLEDAD La soledad es el mal de nuestro tiempo. Es la espina de la incomunicación, en el siglo más avanzado y más comunicado de todos los tiempos.Soledad significa hueco sin llenar, isla sin puentes, ventanas cerradas, y abandonos profundos. Es estar mudo, alejado, desprovisto, trunco. Soledad es inercia y aislamiento. Todos los movimientos se esfuman. Todas las reacciones para actuar se evaporan. Todas las sensaciones del vivir se opacan. Es como empezar a morir en indiferencias y en tristezas.

Cuando la soledad flota a tu lado, no sabes más que hundirte en ella y caer de lleno en su vacío. Te escabulles de la vida y te quejas de soledad. Tienes miedo de abrir las puertas de tu jaula y que te entren las palomas, el estudio, los intereses, o los amigos. Tienes miedo de que tu hermano se te acerque, o que la vida te reclame. Tienes miedo de sacudir tu soledad y no das ni un solo paso al frente. Por eso tus rosas pierden su perfume, tus pupilas confunden el paisaje y tu alegría pierde su frescor y transparencia.Con una profunda soledad te vas contaminando y vas destruyendo los puentes que Dios levantó para que puedas llegar a la barca del que sufre. Acabarás solo, como una piedra a la que nada puede decirle la corriente de las almas y el palpitar del mundo. Tu soledad es niebla, es humo. No ves necesidades, no oyes lamento, no te sacude la sed de vivir.La soledad no es física: es de espíritu, y de alma. A veces, rodeados de seres, sentimos frío, y rodeados de ausentes queridos, sentimos un gran calor. A veces, el encuentro de dos soledades produce compañía y la presencia de dos que se repelen, produce soledad.

A veces, en el tumulto del mundo te sientes vacío. A veces te vence la nostalgia y vives una desesperada soledad que no sabes curar. Quieres saborear solo tus lágrimas. Que no te recuerden tu deuda de amor con los demás, ni tu deber de caridad para el mundo, ni la gratitud que le debes a Dios por todo lo que te puso para acompañarte.Agrandas tu soledad queriendo olvidarte de ella. Lloras solo en tu almohada, nunca junto a un amigo. Te aprieta el corazón, un mundo donde la gente va en tropel de un lado a otro. Porque a veces, la soledad es mundo, gente, superficialidad, aturdimiento, y nada. Pero sólo la verás huir, cuando enciendas tu propia luz, modeles tus propias raíces y aprendas la lección y el prodigio del cotidiano vivir. La soledad más amarga es la de dos esposos en techos distintos. La soledad más persistente, la del vacío de uno y la ternura de otro, que no saben encontrarse. La soledad más desesperante, la de las manos que se atraen por su tibieza y se separan por su orgullo. Eso de faltar a las manos el apretón y la calidez, además de soledad, es aridez y sequía.Algunos espacios vacíos debes tener, cuando se te ha infiltrado tanto desperdicio, y tanta soledad. Cuando te sumes en la soledad, todo es inútil. La soledad te debilita valores, bases y columnas y deja en ti sentimientos en contra de la fe.

La soledad no deprime. Lo que deprime es amurallarse en ella. Los achaques y las penas no aplastan. Lo que aplasta es nuestra mente, que los agranda hasta que nos caen encima como un manto tupido e impenetrable de soledad. Las limitaciones no destruyen. Lo que destruye es no querer lidiar con ellas y rendirse en nombre de la soledad.¡Sacude la soledad!, porque el mundo necesita tus hombros para cruces más pesadas que las tuyas. Necesita tus ojos para lágrimas más tristes y más amargas que las tuyas. Necesita tus manos para socorrer necesidades más imperiosas y más apremiantes que las tuyas. Necesita tus palabras para que alguien reviva; tus brazos, para que alguien se sostenga, y tu ternura, para que alguien se acuerde de que existe el amor.La soledad es la filosofía de lo negativo, donde la noche no tiene amanecer, la jaula no tiene llave y la tierra no tiene flores. La soledad es un hueco hondo que no te deja ver la luz, es como el sollozo de la sonrisa, y el congelamiento de la emoción. ¡Cómo lesiona el alma la soledad! ¡Cómo nubla la inteligencia, oprime el corazón y endurece la vida!

No te vacíes de alas, que hay sueños para todas las edades. No te alejes de Dios, que nunca falla. Sacude la soledad, ama un poco más y un poco mejor. Más de acuerdo con la vida, más a la capacidad de tu alma, y más a tono con Dios.No arrastres una soledad que te tiene como muerto, mientras en la tierra todo florece, palpita, y canta. No te escapes ti mismo de la felicidad tantas veces, huyendo como una paloma acorralada y con frío, sin otra salida que la depresión. ¡Decídete a vivir! ¡Sacude la soledad!
Tomado de: Manantiales en el Desierto

miércoles, 6 de agosto de 2008

A LA MEMORIA DE FERNANDO MARTI

Publicado por el Diario de Yucatan.6-08-2008
Caso: Secuestro perpetrado por policias en un reten.
NACIONAL > Delincuencia
Sentido texto del padre del joven asesinado, Fernando Martí1:16 a.m.
''La tragedia invadió nuestros corazones''MÉXICO (El Universal).— Imagine este escenario por un momento.Piense que usted es la persona que está hablando, póngase en sus zapatos, sólo el tiempo que le tome leer este texto.“He sido muy afortunado, Dios me dio la oportunidad de tener un hijo, un hermoso niño que sólo pedía una cosa: cariño. Para eso había venido al mundo: para amar y ser amado. Lo acogí en mis brazos y crecimos juntos. Nos complementamos, yo tenía la necesidad de ofrecer ese cariño que él tanto requería. Tuve la oportunidad de darle algo mejor: una familia que vivía en armonía; una mamá, una hermana y un hermano. Recuerdo el primer día que me dijo “papá“ y sentí cómo el cielo se abría, los pájaros cantaban y el sol iluminó el mundo. De la mano íbamos a su escuela. Los primeros días se le llenaban los ojos de lágrimas, no quería despegarse de mí, pero pronto encontró su mayor interés por el colegio: sus amigos. Además, se divertía jugando fútbol y adoraba la música. Jamás olvidaré su expresión cuando logró descifrar “mamá“, cuatro letras que comprendían el universo entero. Dios lo colmaba de bendiciones.“Pasaron los años, me sorprendía ver cómo mi pequeño niño se hacía hombrecito, que maduraba a pasos agigantados, que crecía para ser casi de mi tamaño. Amamos la vida. Cumplió 14 años, lo celebramos juntos, en familia con algunos amigos. La vida nos sonreía. Pero un día el cielo se nubló, los pájaros enmudecieron y la tragedia invadió nuestros corazones: en el camino por donde pasaba mi hijo se cruzaron unos hombres desalmados, personas que no podrían ser descritas con un adjetivo porque no los hay para poderlos describir. Me avisaron que mi hijo acababa de ser secuestrado, ¿cómo?...“¿Cómo podría ser aquello?... Iba acompañado de un chofer y también se lo habían llevado. Al parecer, los plagiarios eran o se hacían pasar por policías. La noticia me dejó pasmado. No tenía idea de cómo actuar. Por fin nos confirmaron el plagio y pidieron rescate. Sí, querían dinero a cambio de mi hijo, ellos decían que esa era la “negociación“.“También me dijeron que recibiría un presente para que supiera que hablaban en serio. De eso no cabía duda. Al día siguiente, el drama fue mayor, localizaron un cadáver en la cajuela de un coche; era el chofer, amigo de nuestra familia que cumplía responsablemente con su deber y que dejó en duelo a los suyos ¿Por qué sacrificar así a un hombre inocente?”Texto leído durante la ceremonia religiosa en memoria de Fernando Martí, el joven de 14 años que fue secuestrado y asesinado.

DESCANSE EN PAZ FERNANDO MARTI!

NOTA. Que nos pasa, Dios Mio!
NO AL SECUESTRO, NO A LA IMPUNIDAD, NO A LA INSEGURIDAD
SI A LA PENA DE MUERTE PARA LOS SECUESTRADORES.

miércoles, 30 de julio de 2008

EL ARTE DE SER FELIZ-IGNACIO LARRAÑAGA

PUBLICADO EN EL DIARIO DE YUCATAN

( Nota del Martes 13 de mayo de 2008 )
La angustia, el aguijón de la enfermedad“El arte de ser feliz”
Ignacio Larrañaga
Entrevista al padre Ignacio Larrañaga, sacerdote franciscano capuchino, fundador de los Talleres de Oración (www.tovpil.org) y autor del libro “El arte de ser feliz”.¿Es posible que el hombre sea realmente feliz?Aunque mágica, la palabra felicidad no deja de ser una palabra equívoca. En realidad nadie es feliz, completamente feliz. Puede haber momentos de éxtasis o exaltación y en esos momentos parece que se ha llegado a la plenitud de la felicidad; pero ¡vana ilusión!, son momentos efímeros, fugaces.Puede haber ráfagas de felicidad, copas de alegría, pero ¿la felicidad misma? No. Lo que aborta la felicidad es el sufrimiento, y aquí podemos establecer una ley de proporcionalidad: cuanto más sufrimiento, menos felicidad; cuanto menos sufrimiento, más felicidad. “El arte de ser feliz” enseña a eliminar o aminorar cualquier sufrimiento y, por este camino, enseña no a ser feliz, pero sí a ser más feliz. He ahí el arte.¿Un hombre que sufre enfermedad o dolor físico puede ser feliz? Se puede decir que cualquier dolor corporal ya ha sido eliminado con las medicinas modernas. Pero ¿y la enfermedad? El problema de la enfermedad no es la perturbación biológica sino la resistencia mental que tiene la angustia. La angustia es el peor aguijón de la enfermedad. Un enfermo inundado de una gran paz es un enfermo feliz.Este libro enseña precisamente eso: arrancar a la enfermedad su peor aguijón que es la angustia. Transformar la enfermedad en la “hermana enfermedad” y hacer del enfermo un “enfermo feliz”. He ahí el arte.Hoy día vivimos pensando en tener éxito, ¿cómo prepararnos para aceptar el fracaso? Es verdad. Estamos inmersos en una sociedad excesivamente competitiva en la que el más fuerte, el más audaz, el más creativo se lleva la palma en una lucha sin cuartel. Por todas partes se oye el grito romano: “Ay de los vencidos”, es decir, “Ay de los fracasados”. En esta sociedad no hay lugar para los fracasados, ellos son eliminados con crueldad y sin compasión. Usted me pregunta: “¿Cómo aceptar el fracaso sin derrumbarse?”, francamente no lo sé, o mejor, lo veo imposible. Tal vez tan sólo en el espíritu de fe y abandono en Dios podría suavizar el golpe y ayudarlo a mantenerse de pie. Sin fe es inevitable caerse de espaldas, hecho pedazos.Hay gente que cree que el hombre se tortura con angustias y obsesiones porque piensa demasiado.No porque piensa demasiado sino porque da vueltas en su mente, e inútilmente, a hechos consumados y episodios tristes. Y de tanto dar vueltas en su cabeza a sucesos tristes de la vida las personas se hacen temperamentalmente tristes. Los hechos que no tienen solución o la solución no está en nuestras manos, ¿para qué darles vueltas en la mente? Hay que dejarlos en manos de Dios.¿Por qué cree usted que tenemos tanto miedo a que los años se nos pasen y la muerte nos sorprenda sin haber vivido? ¿Cuál es su respuesta a los que temen la muerte? Es un sentimiento hondo, casi siempre inconsciente pero real: se les van pasando los años y están aproximándose al ocaso de la vida. No les falta nada. Por tenerlo todo, hasta tienen salud física y mental, pero están dominados por la sensación de que les falta todo.Si les preguntamos la razón de su vivir, responderán que no la tienen. Es el vacío, la oscura sensación de que se les va la vida sin haberla vivido. Su existencia no ha sido gratificante. ¿Respuesta a los que temen la muerte? No es fácil responder. Es un fenómeno de gran complejidad. Ese temor, para los que no tienen fe, participa del “horror vacui”, horror al vacío. Desde luego es un temor irracional: se debería pensar mil veces en la ley universal de que lo que comienza, acaba, ley respetada por todos los seres de la creación, excepto por el hombre.Al igual que aprendemos a leer, escribir... ¿tenemos que aprender a ser felices? ¿Depende de nosotros o de las circunstancias que nos toque vivir? En la época prehumana, los animales no se hacían problemas para vivir. Todos sus problemas los encontraban solucionados mediante mecanismos instintivos con los que resolvían, casi mecánicamente, sus necesidades elementales. Los animales no pueden ser más felices de lo que son. No tienen problemas. No se aburren. El hombre, en cambio, desde que sale a la luz, todo son problemas: tiene que comenzar a respirar, alimentarse, a andar, a hablar... y así a lo largo de los años, y hasta la muerte, su existencia es un eterno aprender a vivir y ser felices. Es verdad que hay personalidades genéticamente proclives a la tristeza, otras a la alegría.También es verdad que ciertas circunstancias de la vida pueden favorecer u obstaculizar la dicha del vivir. Pero es el lector mismo quien tiene que poner en práctica los medios de autoliberación que el libro entregará y, en un proceso de progresiva superación del sufrimiento humano, avanzar paulatinamente hacia la tranquilidad de la mente, la serenidad de los nervios y la paz del alma.En la actualidad disponemos de muchos medios materiales, avances tecnológicos... pero la gente parece más individualista, nerviosa, dispersiva, en una palabra, menos feliz. ¿Tendremos que huir a una isla desierta para ser felices? Efectivamente, la sociedad moderna es asesina, digamos así, porque acaba por desintegrar lo más sagrado del hombre que es la unidad interior y la estabilidad emocional. Y por ahí sobrevienen la dispersión, el estrés, y podemos aproximamos peligrosamente a la depresión, y todo esto en medio de la sensación generalizada de desasosiego. Para salvamos de una sociedad tan desestabilizadora no necesitamos retiramos a una isla solitaria. Pero tampoco se nos regalará la dicha de vivir como un presente de Navidad. El lector tendrá que someterse a un proceso de autoliberación siguiendo las pautas del libro.Usted da mucha importancia a la oración, ¿necesita de ella para vivir con alegría? Pienso absolutamente que el trato de amistad y la relación personal con Dios favorece enormemente, casi decididamente, la libertad interior, la ausencia del miedo y la alegría de vivir.Además, sospecho que la oración y la actitud de abandono son el único camino de la paz profunda. De todas maneras, pienso que los golpes rudos de la vida nos despedazarán inevitablemente si Dios está totalmente ausente del corazón.Y si no tienes fe, ¿puedes ser igualmente feliz? Comprendo que puede haber hombres y mujeres completamente agnósticos e igualmente felices. Pero esto por excepción.El hombre sin fe tiene que sentir un gran vacío allá en la última soledad del ser, en aquel pozo infinito que sólo un infinito puede llenar.En todo caso, todas las reflexiones y orientaciones que entrega “El arte de ser feliz” van dirigidas a los que no tienen fe o la tienen débil.— Madrid, España (por Lidia González y Teresa de Diego. Distribuido por Zenit).